La empresa sueca Cake Motorcycles, especializada en el sector de la movilidad eléctrica, se habría declarado en quiebra económica hace apenas unos días, tal y como informan varios medios de comunicación del país.
El posible motivo de haber llegado a esta situación actual estaría relacionado con la imposibilidad de encontrar la financiación necesaria para poder continuar con la actividad empresarial.
A decir verdad, llevamos varios meses sin tener noticias de Cake, desde que el pasado mayo la compañía nórdica anunciara el nacimiento de Cake Enduro Factory, el equipo deportivo de la marca sueca. Entonces Stefan Ytterborn, CEO y fundador de Cake comentaba:
“La marca se ha autoimpuesto acelerar hacia una sociedad de cero emisiones, combinando emoción con responsabilidad, y en este sentido la escena deportiva tiene un enorme potencial para trasladar este mensaje”.
Y continúa: “Esta iniciativa es crucial para tener la capacidad de vencer a las motocicletas tradicionales en su propio territorio, convertirse en un claro comienzo para incluso mirar, considerar y poder obtener su primera máquina de carreras eléctrica”.
Falta de financiación como principal facto de la quiebra de Cake
Al parecer, desde entonces las cosas no han marchado como esperaba la marca sueca. Según hemos tenido constancia gracias a los compañeros de Ride Apart, hace apenas unas semanas la marca tuvo que emitir un comunicado avisando de que 264 unidades de Cake Kalk& , Kalk Ink& y Kalk:work, fabricadas entre 2018 y 2023 corrían riesgo de incendiarse por un problema en sus baterías.
La marca informó de que en las siguientes semanas empezaría a reemplazar esas baterías defectuosas por otras nuevas, algo que de momento no está claro que vaya a suceder tal y como se plantea el futuro económico de Cake ¿Pero cuáles son los motivos reales de esta quiebra económica por parte de la firma sueca?
Según cuenta Dagens Industri, un diario financiero sueco, una reciente ronda de financiación entre la compañía y diferentes inversores interesados en entrar a formar parte de ella, habría terminado de manera estrepitosa el pasado 31 de enero.
La conclusión es que actualmente Cake precisa de 80 millones de coronas suecas, unos 7 millones de euros, para poder continuar con la actividad dentro de la marca y salir de la quiebra económica.
De hecho, a día de hoy sus 139 empleados ni siquiera habrían cobrado la nómina del pasado mes, hecho que pone de relieve la situación de quiebra que atraviesa la marca en este momento actual. Ytterborn comenta a Dagens Industri:
“No es una, sino varias circunstancias las que nos han llevado a terminar en esta situación. Las cuestiones climáticas ya no son el centro de atención, estamos en una recesión. Se trata de nosotros, pero también del ecosistema del capital riesgo. En este momento está completamente muerto, en la última fase en la que se encuentra Cake no hay quien lo acepte”.
Otro de los problemas que parece ser parte de la quiebra económica de Cake es la falta de distribuidores a nivel internacional, donde los posibles clientes pueda ver y probar cualquiera de los modelos que la marca ofrece dentro de su gama actual. Según el propio Ytterborn, es complicado que alguien pague lo que cuesta una motocicleta de su marca sin tan siquiera haberla probado antes.
Por último están las frías cifras, donde Cake no ha logrado los objetivos de venta que logren mantenerla a flote económicamente hablando. El pasado 2023 matricularon unas 6.000 unidades, pero para poder lograr ser rentables deberían estar comercializando entre 7.500 y 10.000 ejemplares por temporada.
Todo esto, unido a la ya citada falta de financiación por parte de algunos inversores interesados inicialmente en entrar a formar parte de conglomerado empresarial sueco, han llevado a Cake a la quiebra económica.
Por lo pronto la marca no se ha mencionado al respecto, por lo que habrá que esperar a los próximos días o semanas para poder ampliar esta información y conocer todos los detalles que han llevado a este callejón sin salida a la firma nórdica.