La transmisión de una moto es como el director de una orquesta, liderando la armonía entre el motor y las ruedas. Sin embargo, cuando esta danza sutil se ve interrumpida, los neumáticos, siendo los bailarines principales, sufren las consecuencias. Un factor crítico es la mala alineación de las ruedas, lo que desencadena un desgaste irregular en los neumáticos y afecta la seguridad en la carretera.
Resulta que una mala alineación de las ruedas no solo afecta la estabilidad de la moto, sino que también se manifiesta en problemas de conducción. El manillar puede vibrar de manera inusual, y la moto puede tender a desviarse en línea recta. En las curvas, la falta de alineación puede generar una sensación de inestabilidad, comprometiendo la capacidad del conductor para maniobrar con precisión.
Mantenimiento crucial: Comprobando la tensión de la cadena y la alineación de las ruedas
La clave para evitar estos problemas reside en un mantenimiento cuidadoso. Comprobar la tensión de la cadena de forma regular es esencial. Una cadena floja genera tirones, pero además existe el problema de la alineación de la rueda trasera. Si no es correcto, la rueda estará desviada hacia un lado u otro, provocando desgaste irregular en los neumáticos.
Mantén la tensión de la cadena dentro de los límites recomendados por el fabricante para garantizar una transmisión eficiente y también una alineación correcta. Para ello, existen unas marcas en el basculante, donde se aloja el eje de la rueda trasera, y que sirven para comprobar que está bien alineada.
Cuando llega el momento de cambiar los neumáticos, aprovecha la oportunidad para una revisión completa. Asegúrate de que la tensión de la cadena esté en el punto correcto y verifica la alineación de la rueda trasera. Si notas desviaciones, ajusta la posición de la cadena según sea necesario.
Este enfoque garantiza que los neumáticos nuevos se desgasten de manera uniforme y prolonga la vida útil de toda la transmisión.