XTR Pepo en este caso podríamos decir que ha vuelto a los orígenes: trabajar con una Ducati. La base de la que partió fue una Ducati Pantah 600 TL de 1983, aunque el chasis no estuvo listo hasta que pasó por las manos de Verlicchi Racing Frames, los encargados de modificarlo.
El mayor trabajo lo llevó la parte trasera ya que se tuvieron que preparar nuevos anclajes para colocar un amortiguador YSS trasero en posición lateral y con sistema cantilever. A él se ancla un basculante de Ducati Monster 696 con las pertinentes modificaciones para que todo acople correctamente.
Siguiendo con la parte de ciclo, delante nos encontramos con una horquilla de Ducati Monster S4RS. Las llantas proceden también de una Monster 696 y a ella se anclan discos de freno NG tanto delante como detrás con pinzas Brembo radiales delante y latiguillos Red Frentubo. Tanto la bomba de freno como la de embrague son también radiales y proceden de una Ducati 1098.
El motor ha recibido un trabajo en profundidad. Desmontado en su totalidad y vuelto a ensamblar, ha sido además mejorado y potenciado. Procede de una Ducati 900 SS de 1992 aunque ahora cuenta con embrague antirrebote, mayor compresión, alternador de carreras y carece de volante de inercia. La alimentación se consigue mediante sendos carburadores Dell’Orto PHM de 40 mm mientras que el encendido es eléctrico careciendo de CDI. La batería, de tipo LiPo, va alojada en el colín y a la vista.
Muchas piezas han sido fabricadas exclusivamente para esta moto, como es el caso de las estriberas, la araña frontal, o el carenado. El depósito de gasolina ha sido adaptado a partir del de una 900 NCR, mientras que el colín se ha conseguido adaptando las formas de uno de TZ. El guardabarros delantero y trasero están fabricados en carbono. La luz trasera es de una Montesa mientras que las delanteras son específicas y modificadas por XTR.
Para terminar, la Ducati Bol d’Or de XTR Pepo ruge gracias a sendos megáfonos firmados por Il Trombone, aunque personalizados con el logotipo de XTR. Los colectores, como en otras ocasiones, son Supermario. Estamos seguros que sonará a gloria, sin desmerecer tampoco el trabajo para ubicarlos en lugares estratégicos.
