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Una colada a final de recta que pudo acabar en desastre (vídeo)

¿Cómo diseñar unos pianos en un circuito? Así no...
Fotos: Youtube
El Campeonato Australiano de Superbike ha sido el escenario de una de esas acciones que se saldan sin mayores consecuencias tras rozar el desastre. ¡Pelos de punta hasta en la repetición!

El Campeonato de Australia de Superbike no es uno de los nacionales más conocidos en Europa, pero eso no quita para que tenga una gran repercusión, apoyo de grandes marcas y cobertura en directo a través de Fox Sports. Es precisamente gracias a un corte de esa emisión que hemos podido descubrir a uno de esos accidentes que ponen los pelos de punta. Nos trasladamos hasta el trazado de Hidden Valley donde coincidieron el ASBK con el Supercars V6, un evento denominado “Merlin Darwin Triple Crown”. Quédate con el dato de que corren allí y el mismo fin de semana los V6, porque quizás parte de lo que sucedió tenga que ver con los coches…

Mientras la cámara está centrada en la lucha por la primera posición entre el campeón y líder Wayn Maxwell y Oli Bayliss (el hijo de Troy), se ve un fugaz accidente en la parte de atrás del plano. Sólo con esa imagen ya se puede observar una caída a muy alta velocidad en la que están implicadas una o dos motos. Acto seguido el realizador nos lleva hasta la escapatoria de hierba en la que una Kawasaki Ninja ZX10-RR se va desintegrando a la par que da vueltas. En el suelo a unos cuantos metros Matt Walters se desliza y da vueltas mientras termina de perder velocidad. Desde el primer plano hasta que Matt se para por completo pasan seis segundos. Para que te hagas una idea en ese tiempo a 120 km/h se recorren 200 metros…

El plano vuelve a cambiar mientras Walters está en el suelo y vemos que, efectivamente, había otra moto implicada, la de Corey Turner que está mucho más cerca del asfalto y ya tiene la moto en pie, mientras que se agita la bandera roja para que las asistencias atiendan a un Walters que se termina levantando por su propio pie. Todo esto no es más que el prolegómeno de la repetición de la acción y cuando le des al play vas a entender por qué nos ha puesto los pelos de punta.

Resulta que Walters, en plena lucha con Aiden Wagner debe perder la referencia de la frenada al final de una recta en la que se rozan los 300 kilómetros por hora. Esto hace que no sólo sobrepase a Wagner, sino que se echa encima a una velocidad excesiva sobre el grupo de tres pilotos que lleva delante. No hay muchas alternativas y es entonces cuando, en una maniobra totalmente evasiva en la que intenta como sea sortear a sus rivales, se va al interior de la curva. Y aquí es donde viene el apartado de los coches… Aunque el interior de la pista está asfaltado, el trazado lo marca un piano enorme que, obviamente, no está concebido para motos. Así que Matt impacta directamente contra él, pierde el control de su moto y esta toca a Turner, al que arrastra en una caída que podría haber tenido unas consecuencias dramáticas.

Afortunadamente, en esta ocasión los reflejos de Walters y la suerte evitaron un percance mayor, y es que si hubiera impactado de una manera más directa contra otro de los pilotos el desenlace sería mucho más grave. Aun así, nos queda la duda de qué hubiera pasado sin unos pianos tan agresivos. Eso sí, mirándolo por el lado más distendido, si en el Mundial de Moto3 los empleasen, seguro que se pensaban dos veces lo de exceder el fuera de pista…

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