Mireia Badía hacía historia hace unos meses al lograr, después de tres subcampeonatos, el Campeonato del Mundo de Enduro Women. La piloto española, pilotando para Rieju, lograba coronarse en 2024. Pero no defenderá el número uno esta temporada, ya que ha anunciado su retirada como piloto.
Una situación que puede resultar llamativa, pero que tiene un argumento de peso: el enduro no permite vivir de él. De hecho, Mireia así lo reconoce en una entrevista realizada por la RFME en la que repasa momentos de su carrera deportiva y, también, de los motivos que llevan a la piloto española a colgar las botas.

A pesar de que ha recibido un gran apoyo de parte de Rieju, la marca española con la que ha estado compitiendo esta última temporada y con la que seguirá vinculada y trabajando para ellos dentro del departamento de carreras, la realidad es que quitando los más destacados nombres del enduro nacional, no tienen fácil contar con un sueldo por su labor.
Mireia Badia muestra la dura realidad del deporte lejos de los focos
Un reflejo de la complejidad en muchas ocasiones del deporte (no sólo del motor), donde deportistas de élite no pueden estar dedicados plenamente a ello por cuestiones puramente económicas. A esto hay que sumarle, según palabras de la propia Mireia, que el apoyo al deporte femenino es menor y se basa, principalmente, en ayudas en material pero no monetarias.
Preguntada sobre qué consideraba ella que era lo peor del deporte, lo más duro de afrontar, Mireia contestaba: “Lo peor de este mundo, yo creo que, aparte de las lesiones obviamente, es que aún falta mucho apoyo para las mujeres. Cada día aparecen más patrocinadores a los que les interesa vincularse con nosotras y que nos ayudan con material… Pero es verdad que no se nos termina de valorar lo suficiente como para recibir ayudas económicas, no solo de material.
Al final es lo que notamos muchas de nosotras, que no se termina de valorar esa categoría femenina como se debería”.

De la misma manera daba su opinión sobre las condiciones que podrían haber propiciado el que hubiera seguido compitiendo:
“Las marcas no suelen dar un sueldo, no hablo de Rieju en concreto, pero en España, por ejemplo, apenas hay pilotos que cobren por competir y, aunque hay gente que tiene la suerte de poder trabajar para alguna empresa familiar en la que es más sencillo compaginar trabajo y competición, el resto no. En el enduro tienes viajar desde el miércoles o jueves, y eso, sumando las carreras del Mundial, Campeonato de España e ISDE, son muchísimos días de vacaciones. A mí personalmente, me habría gustado y ayudado poder tener un sueldo mucho antes, para poder entrenar bien y no tener que sufrir.”
También valoraba si 2024 hubiera sido o no su último año en caso de no haber logrado el título, a lo que la campeona del Mundo no tenía duda: “Sí, seguramente me hubiera retirado igual, pero lo hubiera hecho con mal sabor de boca, la verdad. Sin embargo, lo hemos conseguido, aunque como ya he comentado, la idea ya estaba clara desde el año pasado”.
Ahora Mireia Badia cierra una importante etapa de su vida, pero a sus 28 años todavía tiene mucha vida por delante y, afortunadamente, seguirá vinculada a la competición por lo que en cierto modo conseguirá vivir de las carreras aunque no como a ella le hubiera gustado y como, por su esfuerzo y palmarés, merece.