El suspense por saber quién se llevaba la victoria en Suzuka duraba hasta la caída de la bandera de cuadros. El equipo Yamaha conseguía subirse al primer escalón del podio por cuarto año consecutivo a pesar de la dura batalla que presentaron tanto Red Bull Honda como Kawasaki Team Green. Yamaha compartió la atención con otro equipo japonés, el FCC TSR Honda France que se alzó con el título FIM EWC por primera vez con el quinto puesto conseguido en la prueba, y la sexta plaza de sus máximos rivales por el título, el GMT95 Yamaha de David Checa.
Con un comienzo intenso y marcado por la lluvia, el equipo de Yamaha tenía el desafío de conseguir la cuarta victoria para la marca de los diapasones solo con dos pilotos, Alex Lowes y Michael Van der Mark. Katsuyuki Nakasuga tercer miembro del equipo nipón sufría una caída en la práctica del sábado que le impedía participar en la prueba. Yamaha emprendía la lucha por revalidar la victoria en la prueba con la dupla de pilotos de SBK.
La prueba más mítica del Campeonato del Mundo de Resistencia, las 8 horas de Suzuka, empezaba a tiempo, a pesar de que un tifón golpeara la región la noche de antes. La carrera comenzaba con Leon Haslam del equipo Kawasaki en pole pero que era superado por Takumi Takahashi del Red Bull Honda en los primeros giros. Durante los primeros compases de la prueba, el liderato iba pasando de manos debido a la intensa lucha entre Honda, Kawasaki y Yamaha. Dos conocidos rivales del World SBK, Jonathan Rea con el Kawasaki Green Team y Michael Van der Mark con el Yamaha Factory Racing, comenzaban su lucha particular. Desde el minuto uno, ambos pilotos luchaban por liderar la prueba con adelantamientos que recordaban más al mundial de velocidad que al de resistencia. Mientras que el equipo Yamaha iba in crescendo tras saber que su tercer piloto no podía participar y con un plus de motivación, el equipo verde por el contrario, se veía perseguido por las complicaciones durante toda la prueba.
La estrategia que puso sobre la mesa Yamaha comenzaba a tomar forma gracias a que el piloto holandés tomaba la batuta de la prueba antes de pasarle el testigo a su compañero. La combinación entre la estrategia, el ritmo y en cierta forma la suerte durante las intervenciones del Safety car, hicieron que el equipo Yamaha comenzara a conseguir abrir ventaja con sus rivales.
Kawasaki comenzaba a encadenar errores que les alejaban de la victoria. La caída de Rea cuando entraba a cambiar los neumáticos (slick sobre suelo mojado) o quedarse en pista una vuelta más apurando demasiado la gasolina, les dejaron sin opciones. Para colmo el piloto británico de Yamaha, Alex Lowes, empezaba a marcar un ritmo superior a Leon Haslam dejando que fuera Rea en el siguiente relevo quien tuviera la misión de recuperar lo perdido. Pero la desventaja que ya tenía el equipo de Kawasaki más la segunda salida del Safety car complicaba sus opciones.
Alex Lowes cruzaba la meta tras 199 vueltas dándole la victoria, la cuarta consecutiva en Suzuka, al equipo Yamaha, seguidos del Red Bull Honda que, ante la mala suerte del equipo Kawasaki, conseguía adelantarlos y conseguir el segundo cajón del podio. La quinta posición se la llevaba el FCC TSR Honda que con ella certificaba el título mundial de resistencia de esta temporada, convirtiéndose en campeones por primera vez.