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¿Es cierto el rumor sobre Yamaha y Telefónica, juntos en MotoGP 2014?

Fotos: motogp.com
La semana pasada la página web italiana GPOne.com y la española As.com adelantaban la noticia sobre el posible acuerdo de patrocinio entre la marca japonesa y el operador de telefonía español. Sin duda, esta es una larga historia que esperamos esta vez tenga un final feliz.

La noticia sobre la posible vuelta de Telefónica al Campeonato del Mundo de MotoGP resulta, desde luego, de lo más deseable. Por una parte significa una claro beneficio para la salud económica del campeonato. Por otra, para los entusiastas que todavía recuerdan las circunstancias por las que la empresa española dejó de apoyarlo, se trataría más de una cuenta pendiente.

Corría el año 2005 cuando Telefónica disfrutaba de un extraordinario prestigio en todas las categorías del Mundial. Cuando decimos en todas, nos referimos incluso a la magnífica iniciativa que había llevado a cabo sólo unos años antes, la Movistar Activa Cup, una competición monomarca de la que surgieron pilotos de extraordinario talento como Dani Pedrosa o Álvaro Bautista.

Telefónica continuó apoyando a distintos pilotos como Fonsi Nieto y Toni Elías en 250 o Sete Gibernau y el malogrado Daijiro Kato en MotoGP. Sin embargo, el hijo pródigo de la compañía no era otro que Dani Pedrosa, a quien había respaldado incondicionalmente en su meteórica carrera antes de llegar a MotoGP, y que le había devuelto a Telefónica nada menos que tres títulos mundiales en tres temporadas consecutivas (uno de 125 y dos de 250).

Movistar apoyó la carrera de Pedrosa desde su comienzo, pero no pudo acompañar al español en 2006 en la categoría de MotoGP.

Pedrosa era un piloto de Telefónica como pocos otros se han llegado a identificar con un único patrocinador y, si bien la empresa española ya había conseguido una enorme notoriedad en la categoría en MotoGP con Gibernau, todo parecía indicar que también acompañaría al español en su nueva etapa en la categoría máxima para culminar el proyecto de llevar a un piloto desde sus inicios hasta el título mundial de MotoGP. Pero el año 2005 no resultó como la empresa española esperaba. Todo parecía indicar que sería la temporada de preparación de Pedrosa en su camino a MotoGP e incluso renovó la imagen corporativa de Movistar.

El gran revés llegó cuando comenzó a aproximarse el esperado paso de Pedrosa a MotoGP dentro de su estructura de fábrica, de la que Repsol era patrocinador principal desde los tiempos Mick Doohan y Álex Crivillé en 1995. Las posibilidad de que Pedrosa recibiese apoyo de fábrica en un equipo independiente quedó desechada y cuando Teléfonica tanteó a Repsol con la intención de compartir espacio en el carenado de las motos de Pedrosa, la petrolera española vetó esa posibilidad.

Ciertamente, hasta entonces Telefónica había realizado una impagable labor de promoción por el motociclismo español y objetivamente, aunque Repsol tenía pleno derecho sobre la situación, desde Telefónica se interpretó como un desaire tan grave como para abandonar el Campeonato del Mundo al año siguiente.

En su momento, la salida de Telefónica del Mundial causó un fuerte impacto mediático. Tampoco significaba el fin del mundo, pero es cierto que ocurrió en un momento crítico que coincidía con la marcha de las tabaqueras por la restrictiva legislación sobre patrocinio. A día de hoy, sólo quedan en el paddock dos patrocinadores de ese tipo: Marlboro (Ducati) y Repsol (Honda).

El resto de la historia de Pedrosa en la categoría máxima es bien conocida por la mayoría. Sin duda, el español es uno de los mejores pilotos del mundo, pero por un motivo u otro a día de hoy no ha conseguido ganar aún el ansiado título en la categoría reina.

Si Telefónica patrocinase a Yamaha en 2014, para Rossi se volvería a repetir esta imagen de 2003, aunque con el italiano con mucho más que perder frente Marc Márquez.

Desde entonces, no han sido pocos los que han llamado a las puertas de Telefónica sondeando la posibilidad de su vuelta a la competición. De hecho, los rumores sobre los contactos entre la empresa española y el equipo de fábrica de Yamaha no son nuevos. Los primeros contactos se remontan a la temporada 2010, cuando la marca japonesa perdió el apoyo de FIAT tras la salida de Rossi a Ducati. Desde entonces Telefónica ha resultado un objetivo ideal para Yamaha no sólo económicamente, sino también en el plano deportivo. La filtración a GPOne.com ha venido con toda seguridad del entorno del equipo Yamaha Racing. Que sea cierta o no es lo que sabremos en los próximos días. Ciertamente, sería toda una buena noticia en el dramático escenario económico al que se enfrentan los equipos a la hora de buscar patrocinadores.

La idea de ver una Yamaha vestida de Telefónica con Jorge Lorenzo luchando al límite y venciendo, llegado el caso, a las motos pintadas de Repsol con Pedrosa formando parte de ese equipo, se antoja como una dulce venganza. Sin duda, si los astros se alinean para que eso ocurra, le daría un aliciente más a la emocionante temporada que está a punto de comenzar.

Volviendo a la noticia anticipada por GPOne.com, los italianos aseguraban que el acuerdo se anunciará el 4 de febrero, precisamente cuando los equipos del Mundial estén en plena actividad de pretemporada en Sepang (Malasia) y cuando Yamaha tiene convocada una conferencia de prensa en el mismo circuito. Lo mejor de todo este rumor es que en breve sabremos cuánto de verdad hay en ello.

Si el acuerdo llegase a materializarse, no dejaría de ser una tremenda ironía ver a Rossi en el declive de su carrera vestido de Telefónica y luchando por mantener el ritmo de un joven valor como Marc Márquez sobre una Honda pintada de Repsol. Precisamente, sería la situación inversa por la que él mismo hizo pasar a Sete Gibernau, cuando derrotó al español y a Telefónica en la lucha por el título de MotoGP en 2003 al manillar de la Honda RC 211 V con los colores de la petrolera española.

Por último, la imagen que abre este artículo pertenece a la última temporada de Movistar en el Mundial en 2005. En ella, Valentino y su Yamaha protagonizaron una de las accionas más controvertidas y criticadas de la última década sobre Sete y su Honda de Movistar. De alguna manera, aquella acción en la primera carrera de la temporada sentenció las posibilidades de Gibernau de destronar a Rossi, al menos desde el punto de vista psicológico. Toda una paradoja que ahora sea Yamaha (y en cierta forma Rossi) quienes llaman a sus puertas de Telefónica en busca de uno de los contados patrocinadores capaces de hacerse cargo de un equipo de fábrica de MotoGP.

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