Este fin de semana se disputará el GP de Cataluña, quinta prueba puntuable para el Mundial de MotoGP 2012. Uno de los circuitos de “casa” para el equipo Honda Repsol, y el retorno a la pista de una nueva generación de mecánicas de 1.000 cc (esta cilindrada se desestimó en 2006).
La nueva situación obligó a Honda a crear una configuración V4 que se adaptara perfectamente a la campeona del mundo del año pasado en manos del australiano Casey Stoner. Y parece que, hasta el momento, no les ha ido del todo mal. En los primeros compases del Mundial 2012, la RC213V ha ganado en Jerez y Portugal, y ha sido tercera en Qatar y Le Mans, obteniendo el segundo puesto de la provisional.
Bajo los ya clásicos colores naranja, blanco y rojo de la petrolera española pintados sobre un carenado en fibra de carbono, la RC213V posee un chasis doble viga de aluminio rediseñado que abraza un propulsor con más de 230 CV. Junto a las nuevas suspensiones, ha ganado precisión en las frenadas y en la entrada de las curvas. Se ha mejorado el contacto del neumático Bridgestone con el asfalto, buscando el máximo agarre tanto en aceleración como en el paso por curva, absorbiendo los baches y ondulaciones de la pista con la moto inclinada.
El motor es más ligero que el anterior, se ha reducido la fricción de sus componentes internos sin menospreciar la fiabilidad y teniendo en cuenta la limitación de seis motores por temporada del actual reglamento. El cambio semi-automático ultra-rápido es el mejor de la categoría y los 150 kilos del conjunto prometen mucha diversión este fin de semana…