La gran mayoría de nosotros hemos aprendido a montar en moto junto a nuestro padre. Conducir junto a papá es una experiencia muy gratificante y bonita, sobre todo si esto lo haces por una buena causa. Así es la historia de hoy: dos ingleses, padre e hijo, han recorrido unos 1.670 kilómetros en menos de 24 horas. El objetivo de este reto es dar visibilidad a la diabetes y las enfermedades de corazón, además de recaudar fondos para su investigación.
Lee Atherton y su padre Neil Atherton salieron desde Newcastle Upon Tyne hacia Escocia a la media noche del jueves 17 de junio, recorriendo 1.040 millas, unos 1.670 kilómetros, durante 23 horas y recorriendo varias carreteras icónicas, hasta llegar a la costa norte británica.
Este viaje, apodado NC1000, está dedicado al hijo de Lee, Taylor, quien falleció trágicamente a los 14 años por una afección cardíaca no diagnosticada en 2016. Además, su hija Lois padece diabetes tipo 1.
El propósito del viaje era recaudar unas 500 libras, pero actualmente su página web de Just Giving ya suma más de 3.500 libras, unos 4.100 euros. El dinero será repartido entre la North East Hearts with Goals, y una organización benéfica para la diabetes que está por decidir. Además una pequeña parte irá destinada a organizaciones locales.
Para Lee Atherton la moto fue una vía de escape para pasar el trauma de perder a su hijo, y gracias la insistencia de su padre Lee comenzó a hacer más y más kilómetros. «Después de perder a Taylor, mi papá me hizo montar en bicicleta, recorriendo millas y millas y horas y horas. Me ayudó a no desmoronarme por completo. Nunca le he dado las gracias a mi papá por esto, pero lo amo por eso.»
