Prueba Zontes D350: Introducción, posicionamiento y rivales de la Zontes D350
El Zontes D350 (36,7 CV, 4.787 €) se enmarca en la segunda generación de scooter de media cilindrada Zontes, tras el exitoso Zontes M310. Comparte unidad motriz con el Zontes E350, a cuya presentación acudimos apenas hace 6 meses y que representa la opción GT. El Zontes D350 conforma la opción deportiva junto a su hermano M350 con el que, salvo el aspecto, comparte todo.
Ambos son más cortos entre ejes, más ligeros, pero mientras el M350 mantiene el aspecto manga de su antecesor (el Zontes M310), el Zontes D350 que hoy probamos está diseñado teniendo en cuenta el gusto europeo, más discreto y menos estridente.
La vocación del Zontes D 350 es la de ser el vehículo más eficaz en ciudad y vías rápidas, es decir, para aquéllos que viven en el extrarradio (o van al extrarradio) y necesitan un vehículo rápido, ágil, económico y funcional. Por lo pronto y sobre el papel, es el más potente. Añádase que su equipamiento está a gran altura. Junto a un precio rompedor, pretende ser el scooter con mejor relación calidad-precio de un segmento en el que hay mucha pelea. Basta mencionar a los superventas de la categoría, como el Honda Forza 350 (29,2 CV, 6.350 €) y el Yamaha XMAX 300 (27,6 CV, 6.499 €).
Hace también en torno a medio año, pudimos acudir a la presentación de el Vogue SR4 Max (34 CV, 6.289 €), de corte premium y del que en muy poco tiempo podremos ofrecerte la prueba de su primera puesta al día y que también comparte motor con el BMW C 400 X (34 CV, 7.250 €). También se puede considerar premium el italiano Piaggio Beverly 400 (35,4 CV, 6.599 €).
Entre los taiwaneses más económicos, encontramos el Kymco X-Town CT 300 (22,8 CV, 4.699 €), el SYM Cruisym Alpha 300 (26 CV, 5.799 €) o el SYM Joyride 300 (26 CV, 4.999 €) de suelo plano. Entre los taiwaneses más potentes están el Kymco Xciting VS 400 (33,39 CV, 6.999 €) o el SYM Maxsym 400 (34 CV, 6.999 €). Desde luego, por falta de oferta no será, pero si te fijas, en las cifras de sus rivales, los que se acercan por potencia, no lo hacen por precio y viceversa.
Prueba Zontes D350: Características técnicas de la Zontes D350
En la búsqueda del éxito en Europa, se nota que el diseño del Zontes D 350 se ha occidentalizado. Sus líneas suaves y armoniosas son proporcionadas y transmiten compacidad y solidez; una impresión que, como podrás comprobar más adelante en este artículo, en “cómo va”, se confirmará en sensación una vez en marcha.
Ya hemos dicho que comparte unidad motriz con su hermana, la Zontes E350 y con su melliza, la Zontes M350. Se trata de un monocilíndrico de 349 cc DOHC, alimentado por inyección electrónica Bosch y refrigeración líquida. Desarrolla una potencia máxima de 36,71 CV a 7.500 rpm y un par máximo de 38 Nm a 6.000 rpm, las cifras más altas del entorno 300-400 cc y que todavía transita de los márgenes del carnet A2.
Lo sorprendente de este motor es que su consumo es de lo más ajustado, con cifras reales de 3,5 l/100 sin reparar en los consumos. Con sus 12 litros de capacidad del depósito de combustible, no es difícil hacer 350 kilómetros entre repostajes. También dispone de control de tracción y dos modos de conducción (ECO y Sport) con apenas diferencias entre sí; en ambos, el scooter anda una barbaridad.
El chasis es un multitubular en acero que, mientras que las suspensiones se confían a una horquilla telescópica de 37 mm de diámetro y 109 mm de recorrido con doble tija, algo poco común y que otorga a la Zontes D350 de una solidez inusitada en la pisada del tren delantero. Detrás, monta dos amortiguadores con 98 mm de recorrido con regulación -algo engorrosa- en precarga. Chasis y suspensiones disponen que la distancia entre ejes sea de 1.405 mm.
El freno delantero consta de un disco de 268 mm de diámetro, mordido por una pinza J.Juan de 4 pistones. El freno trasero es una pinza fabricada por Zontes, de 266 mm de diámetro y pinza de 1 pistón. Los neumáticos CST (Cheng Shin Tire) en medidas 120/70-15 y 140/70-14 resultan correctos, pero también susceptibles de mejora en el primer cambio de ruedas que afronte el D350. Unos neumáticos más blandos le vendrían como anillo al dedo.
En cuanto a dimensiones, la distancia entre ejes se sitúa en 1.405 mm, muy lejos de los 1.565 mm de la E350 y que determinan las diferencias de comportamiento entre ambas. El peso es seco queda en 176 kg, casi 190 kg en orden de marcha. Con el asiento a 760 mm del suelo, las maniobras en parado no son difíciles, así como subir la moto al caballete (también tiene pata de cabra).
La parte negativa es el espacio para carga, en el que solo cabe un casco (no todos los integrales) y poco más. Hay un baúl como opción, que será imprescindible a poco que quieras llevar carga. También son opcionales los cubrepuños y los puños calefactables.
A partir de ahí, el equipamiento es abrumador. Manetas regulables, freno de mano, dos pantallas con regulación eléctrica, pistón neumático en asiento, llave keyless, apertura remota de asiento y tapón de combustible, control de tracción, doble toma de USB, iluminación full LED, control de temperatura/presión de los neumáticos y piñas retroiluminadas, pero por pura necesidad, porque hay overbooking de pulsadores y palancas.
Tanto botón tiene una contrapartida positiva y es que navegar por la pantalla TFT es más fácil que en la anterior M310; no requiere de mucho menú y submenús, al estar casi todo en las piñas. Quizás sí requiera algo de pericia el elegir entre cualquiera de las cuatro visualizaciones distintas de la información (Simple, Street, Casual y Race), cada una de ellas con visión diurna y nocturna.
Tampoco es muy fácil de operar la conectividad bluetooth. A través de ella, es posible reproducir la pantalla de tu teléfono móvil (Screen Mirroring), incluyendo mapas, siempre que haya sido vinculado con el vehículo a través de la App de Zontes Carbit Ride, pero requiere que la pantalla de tu móvil esté encendida en todo momento, de ahí que haya dos tomas USB: necesitarás carga contínua en tu móvil si quieres tirar del navegador de tu teléfono en trayectos largos.
El teléfono habrá de ir alojado en cualquiera de las guanteras, cuyas bocas de entrada son la mitad de anchas que las tapas que las cierran, un punto a revisar. Al final, como en la mayoría de las motos y scooter, resulta más práctico llevar el móvil acoplado al retrovisor o sistema de enganche equivalente.
Prueba Zontes D350: Cómo va el Zontes D350
Nada más sentarte en el Zontes D350 percibes que es un scooter compacto. El manillar queda cerca e implica circular con la espalda erguida. Lejos de suponer una molestia, es un scooter cómodo, al que es fácil llegar al suelo, gracias a los 760 mm de altura del asiento (mido 178 cm).
Los pies disponen de espacio longitudinal y detrás del escudo, también. Un escudo que no protege al 100% de las inclemencias, así como la pantalla deportiva que llevaba equipada nuestra unidad de pruebas, fácilmente reemplazable por una pantalla más alta, también de serie.
Al arrancar, sorprende la suavidad y finura del motor, pero sobre todo el empuje del monocilíndrico en todo momento. No es un empuje violento, sino constante y controlabl, con el añadido de contar con control de tracción, por si el firme fuese deslizante. La velocidad punta está por encima de los 150 km/h…
Es muy fácil sentir el control, en especial por la pisada de un tren delantero que transmite en todo momento. Este scooter contiene algunos elementos que deberían ser obligatorios en todos los del mercado. Uno de ellos es la doble tija, que unido a la sección y recorrido de la horquilla, reportan un feeling magnífico de lo que ocurre bajo la rueda delantera, haciendo olvidar las flexiones y torsiones que abundan en los scooter de carácter económico.
Otro elemento que debiera ser imprescindible es el control de presión de las ruedas, especialmente en vehículos de uso urbano como el Zontes D 350 y que reciben maltrato en su uso contínuo. Las válvulas acodadas también sobresalen como necesarias, convirtiendo en rutinario lo que suele ser una pesadilla, como es intentar meter el hinchador de una gasolinera en la válvula de ruedas de pequeño diámetro.
Del mismo modo, hay gadgets que no están bien resueltos, como es la conectividad bluetooth o la llave keyless, reticente a funcionar a ser detectada a la primera. Cuando la prisa apremia es irritante, aunque puede ser un fallo puntual de la unidad de pruebas. Por lo demás, el equipamiento de la Zontes D 350 está orientado a hacerte la vida más fácil. Destaca también el freno de mano, un sistema mecánico en la maneta izquierda (freno trasero) de lo más ingenioso y útil y que permite liberar las manos en una cuesta para, por ejemplo, buscar el mando del garaje.
En marcha es muy fácil de conducir. La capacidad del motor para acelerar y recuperar, para adecuarse a la velocidad de vías rápidas, compite con la facilidad para entrar en curva. Es un juego de niños. Quizás pueda acusarse a las suspensiones de firmes, pero no de secas. La orientación es palmariamente deportiva, al revés que su primo el E 350, en que las suspensiones son tirando a blanditas.
El resultado es una confianza plena en las capacidades dinámicas del scooter, permitiendo incluso acelerar antes del ápice de las curvas. Los frenos también transmiten confianza, si bien es necesario aplicar presión en los mismos para obtener una frenada eficaz. No supondrá ningún problema a nadie, porque ambas manetas son regulables.
El espacio para el pasajero es generoso y las estriberas escamoteables están a una altura adecuada. El baúl opcional podrá servir como respaldo al pasajero ocasional, porque aunque admite pasajero con comodidad, es un scooter de corte deportivo. Sus neumáticos rinden mejor de lo que aparentan, pero repito que preferiría un compuesto más blando para apurar las cualidades dinámicas del D 350.
En ciudad es prácticamente imbatible. Pocos scooter te vencerán en aceleración, ninguno de su misma cilindrada, con el añadido de que es tan corto entre ejes como un 125 cc y tiene el radio de giro suficiente para que culebrear entre el tráfico sea un juego de niños, en el que siempre ganas tú.