Si hace tres semanas publicamos la presentación internacional de la Yamaha MT-09 2021, el equilibrio perfecto en la gama naked deportiva de Yamaha, ahora le llega el turno a su hermana trail asfáltica, una sport-turismo muy apreciada por los aficionados.
Cabe recordar que, aunque la Tracer 900 (denominada MT-09 Tracer originalmente) debutó en el mercado en 2015, la versión GT apareció en 2018 aprovechando el restyling de la versión estándar, con la misma base tricilíndrica en línea de 850 cc y 115 CV, pero con mayor equipamiento para optimizar sus prestaciones ruteras.
Las principales rivales de la Yamaha Tracer 9 GT 2021, todas con llanta delantera de 17 pulgadas, son la BMW F900XR, Kawasaki Versys 1000 SE, MV Agusta Turismo Veloce 800 Rosso y Honda VFR800X Crossrunner.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
El motor de la nueva Yamaha Tracer 9 GT (y Tracer 9) no es una evolución del antiguo, sino un tricilíndrico CP3 totalmente nuevo. Culata de 12 válvulas, 889 cc (42 cc más fruto de aumentar la carrera), 119 CV (4 CV más) a 10.000 rpm, 93 Nm a 7.000 rpm (6% más) y combustión más eficiente (inyectores reposicionados más cerca de la cámara de combustión) son algunas de sus cartas de presentación. Cigüeñal, bielas, árbol de levas, pistones forjados, combustión optimizada y relación de cambio diferente (1ª-2ª alargada) son otros detalles. El peso y las inercias también se han reducido, logrando un ahorro de 1.7 kg (sólo 1.4 kg en el escape) en este apartado.
A nivel chasis los cambios son totales: bastidor de aluminio más rígido y estrecho (2.3 kg más ligero) con la parte frontal más baja (el motor está anclado 5º más vertical), subchasis de acero reforzado, basculante alargado 64 mm (misma distancia entre ejes -1.500 mm-) y equipo de suspensión electrónica semiactiva Kayaba KADS (horquilla invertida de 41 mm y monoamortiguador trasero con compresión/extensión electrónica y precarga manual mediante pomo) con doble modo de funcionamiento (A1 sport y A2 comfort).
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Adaptar la electrónica de la YZF-R1 (nuevos reglajes y settings) ha sido todo un acierto, algo esencial que redunda en su notable comportamiento: acelerador electrónico RbW, módulo inercial IMU 6D (125 cálculos por segundo), triple modo de conducción (1, 2, M -personalizable-), cuatro modos de entrega de potencia (numéricos), control de tracción en curva (3 niveles, desc.), control de deslizamiento SCS (3 niveles, desc.), ABS en curva Bosch 9.1MP (2 niveles), control anticaballito LIF (3 niveles, desc.), control de velocidad, embrague asistido antirrebote, instrumentación TFT a color con pantalla dividida (la derecha para anclar favoritos) e iluminación full-LED se incluye de serie.
El conjunto se completa con una bomba de freno delantera radial Nissin, pinzas de freno delanteras radiales Advics, neumáticos Bridgestone Battlax ST T32 GT, parabrisas regulable en altura (5 cm, manualmente), cubremanos, toma de corriente 12V, caballete central, maneta de freno regulable, asiento regulable en dos posiciones y depósito de gasolina de 18,7 l. El peso declarado llena es de 230 kg (17 kg más que la Tracer T9 y 1 kg menos que la 2020) con una la masa inercial reducida un 14% y menos efecto giroscópico (11%) gracias al nuevo proceso de fundido de las llantas de aluminio de 10 palos (700 gr. menos).
Además de la suspensión electrónica, las aportaciones de la GT respecto a la T9 estándar pasan por la adopción de luces cuneteras (desde 5 km/h y 7º de inclinación), cambio semiautomático up & down (desde 2.200 rpm y 20 km/h), puños calefactables, maletas laterales (30 l.) flotantes, tapizado de asiento premium y decoración plata/azul (además de rojo y verde mate).
EN MARCHA
La Yamaha Tracer 9 GT es una moto más accesible y cómoda que su predecesora, con un asiento que reduce 4 cm la distancia del suelo y que también es regulable en dos alturas (81-82.5 cm). Así, junto a un arco de pierna estrechado es más fácil llegar con los dos pies al suelo, además de ofrecer varias posibilidades de regulación de manillar y estriberas. Respecto al primero, está 1.5 cm más alto que el anterior, si bien podemos aumentar 4 mm la altura y 9 mm el avance montando las torretas en sentido inverso. Las estriberas también pueden retrasarse 4 mm y subirse 1.4 cm, demostrando que la altura de su conductor no es un inconveniente.
A través del nuevo display y las piñas podemos seleccionar el mapa de potencia (D-MODE / 1 a 4) y el nivel de intervención del ABS (BC / Vehicle Setting / 1-2) de manera independiente al del resto de ayudas, algo poco habitual pues en la mayoría de modelos del mercado suele estar todo unificado. En estos settings el nivel 1 implica una entrega de potencia más directa o menos intervención de la electrónica, descendiendo según avanzan los números. Además de los dos modos de conducción predefinidos (1-2) existe un tercero (TC-MODE M) que nos permite variar en tres niveles el control de tracción, deslizamiento y caballito a través del menú Manual TCS Setting desconectando cualquiera de ellos si se prefiere.
La GT marca la diferencia por la estabilidad que profesa la suspensión electrónica Kayaba, un sistema que mantiene la moto en sus sitio en todo momento, pudiendo regular el tarado a nuestro gusto según nuestra conducción (más deportiva o rutera). Las transferencias de pesos no son tan críticas como en la T9 estándar, el aumento de kg se neutraliza y la confianza y seguridad en la conducción son absolutas.
El nuevo tricilíndrico es una delicia, uno de los mejores motores de su categoría, más refinado y efectivo que nunca. Posee un par motor muy contundente que te permite jugar como nunca en tramos revirados de montaña entre 5.000 y 9.000 rpm, con una estirada lineal y enérgica. El sonido está muy logrado, personal, ronco y adictivo, sorprendiendo ante las “restricciones políticamente correctas” obligadas por la Euro 5. Además de rápido e instintivo, con aceleraciones instantáneas con las que adelantar o incorporarte es un mero trámite, es más lineal y enérgico, con un consumo medio durante la prueba de 6,7 l./100 km. La caja de cambio semiautomática es rápida y precisa, algo que ya debería incluirse de serie en las mejores motos del mercado.
Puestos a rizar el rizo, preferiría el empleo de la habitual instrumentación monopantalla tipo «tablet» de sus competidoras, pues los caracteres de la ventana izquierda son numerosos y de pequeño tamaño (una réplica de los de la Yamaha MT-09). Que la precarga del amortiguador trasero también fuese regulable electrónicamente en lugar de con el pomo manual también hubiera sido un acierto.
Respecto al comportamiento de la Yamaha Tracer 9 estándar cabe destacar que la principal diferencia la encontramos en su mayor deportividad, debido a su mayor ligereza en comparación con su hermana GT ya que debido, a su menor equipamiento, pesa 17 kg menos (213 kg llena sin maletas). Esta característica la hace más manejable, divertida y ágil, si bien no se muestra tan estable como ella.