Desde su debut en 1998, el Suzuki Burgman 400 ha sido un producto “redondo”, fiable y con muchas cualidades que le han convertido en el favorito de numerosos usuarios de este segmento. Mientras otras marcas como Yamaha o KYMCO potencian sus opciones deportivas, Suzuki mantiene el Burgman sin apenas cambios desde la tercera generación lanzada en 2007, jugando en la misma liga que el SYM Maxsym 400 o el Peugeot Satelis 400.
Bazas como su buena protección aerodinámica gracias a un amplio parabrisas y a la anchura de la zona frontal, excelente capacidad de carga (dos cascos integrales y más objetos bajo el asiento, además de tres guanteras) y un confort de marcha como pocos hacen que el transcurrir de los kilómetros sea muy agradable. Otros detalles como el freno de estacionamiento, luz de cortesía, la completa información de la instrumentación, la toma de corriente de 12V, las asas para el pasajero, la cerradura con bloqueo magnético, llave con inmovilizador electrónico (SAIS) o su sistema de control de ralentí (ISC) que mejora la respuesta en aceleración dejan claro que Suzuki no se ha dejado nada en el tintero con este scooter.
Ruteando
Sentado a sus mandos, encuentras una postura muy cómoda, es un scooter con poca distancia del asiento al suelo (710 mm) y hasta el respaldo del conductor es regulable en distancia para adaptarse a todas las envergaduras. La visibilidad por los retrovisores rectangulares se agradece y el tacto del motor es dulce. En ciudad el Burgman 400 se desenvuelve bien teniendo en cuenta que no es un scooter pequeño, pero es en carretera donde saca lo mejor de sí mismo.
Suave, potente y silencioso, los 34 CV de su mecánica monocilíndrica 4 válvulas son suficientes para mantener medias de “moto” y llegar a 250 km de autonomía por depósito (13,5 l.). Las aceleraciones no son bruscas y mantener la aguja en la zona media del cuentarrevoluciones es la mejor opción. Las transiciones on-off con el acelerador son tranquilas y es que este “burgués” no quiere prisas.
Su combinación de llanta de 14 pulgadas delante y 13 detrás junto a una distancia entre ejes larga (1.585 mm) redundan en la apuesta por la estabilidad por encima de todo. Sólo en curvas amplias a máxima velocidad tendremos cierta sensación de “flotabilidad” del tren delantero, algo que quizá se podría solucionar con una horquilla más gruesa.
Suzuki declara 222 kg con ABS (216 kg estándar) para el Burgman, una cifra correcta acorde a lo que se estila en el segmento y que sólo se deja notar en parado. En tramos con curvas de radio medio-amplio ni se inmuta, con un tarado de suspensión tirando a blando que le hacen ideal para rodar a dúo durante muchos kilómetros.
Además de velocímetro y cuentarrevoluciones (ambos analógicos), el panel de la instrumentación de “tipo coche” incorpora tacómetro, cuentakilómetros con doble parcial, reloj horario e indicadores de temperatura ambiente, consumo de combustible, nivel de gasolina y temperatura del refrigerante.
Valoración final
Agradable, espacioso (62 l. bajo el asiento), cómodo, elegante y muy viajero, el Suzuki Burgman 400 no defrauda. Por dimensiones y diseño está plenamente vigente, mientras que por motor y prestaciones no tiene nada que envidiar a la competencia. Actualmente, su precio se encuentra en promoción por 5.999 € (6.599 € con ABS), es decir, 600 € menos que el PVP oficial (7.199 y 7.699 € respectivamente), una buena oportunidad para hacerte con un GT de categoría.
Lo mejor:
- Capacidad de carga
- Confort de marcha
- Protección aerodinámica
Mejoraríamos:
- Consumo
- Peso
