La Husqvarna Silverpilen 175 de la década de los ’50 ha sido la fuente de inspiración de esta montura. La marca de la H coronada, englobada en una de las empresas de Stefan Pierer (CEO de KTM) desde 2013, se ha posicionado como una firma premium, cuidada y minimalista caracterizada por ofrecer modelos de mucha calidad y claro rendimiento deportivo. Para ello, que mejor base de trabajo que partir de una “prima-hermana” de la casa naranja, la KTM 390 DUKE.
Su diseño by Kiska llama la atención, una moto de líneas puras, limpia, diferente y con personalidad, ideal para luchar en el competido segmento de las monturas naked para carnet A2, donde también se encuentran la Benelli BN 302S, BMW G310R, Honda CB300R y CB500F, Kawasaki Z400, Orcal SK 03, CF Moto 400NK, Yamaha MT-03 o Zontes R310.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
La HVA Vitpilen 401 marca la diferencia, no sólo por su inconfundible estilo, sino también por su cuidado equipamiento: carrocería en tres piezas, depósito de gasolina de 11 l., iluminación full-LED, suspensión WP (horquilla invertida APEX multirregulable de 43 mm y monoamortiguador sin bieletas reg. en precarga), asiento biplaza monopieza, pinza de freno delantera radial ByBre y monodisco, ABS 9.1 MB, llantas de radios Saxess, basculante de aluminio con refuerzos externos, semimanillares a la altura de la tija o silenciador de aluminio.
También cabe destacar otros detalles como las piñas retroiluminadas, portamatrícula flotante, neumáticos Metzeler Sportec M5, manetas regulables e instrumentación LCD monocolor. Respecto al año pasado, la Vitpilen dispone de intermitentes traseros elevados (antes bajos, alojados en el portamatrícula) y depósito de gasolina metálico (antes de plástico).
El conjunto chasis-motor en el mismo de la DUKE, es decir, una estructura multitubular de acero al cromo-molibdeno con motor monocilíndrico de 375 cc, 43 CV a 9.500 rpm, 35 Nm a 7.250 rpm, inyección electrónica Bosch (cuerpo de 46 mm) y embrague antirrebote.
EN MARCHA
Tanto por diseño de la carrocería como por asiento, la Vitpilen 401 te obliga a ir muy encima/expuesto de la moto y no tan integrado como en otras de sus rivales. Los semimanillares no son radicales aunque, en largas rutas puedes cansarte más que si fueran anclados por encima de la tija, fruto también de las vibraciones del «mono», con las sentirás algo de hormigueo en tu manos.
Es una moto corta y estrecha a la que le coges el “puntillo” rápidamente. Es el arma definitiva en ciudad, entra por todos los sitios, muy rápida de reacciones, ágil y ligera. Si, además, buscas curvas en carretera te sorprenderá pues rinde como una moto de mayor cilindrada, con aceleraciones y recuperaciones que te hacen mantener un buen ritmo y con mucho par motor. Te lo pasarás en grande dejándola correr, con un paso por curva rápido, al estilo de las 2T de antes. Entre 5.000-8.000 rpm el motor te obsequiará con su franja más optimista, con aviso de sobrerrégimen gracias al flash rojo incluido.
Sus 150 kg, junto al sobresaliente funcionamiento de la horquilla invertida WP (fácilmente regulable en compresión/extensión con unas palomillas en la tija) son un compromiso perfecto de agilidad y estabilidad con el que, además de ganar confianza en cada salida, provoca cambios de dirección instantáneos. El amortiguador es algo seco de reacciones, pero se complementa bien con el basculante largo y la solidez del tren delantero.
Circular con pasajero será un acto esporádico y circunstancial porque, aunque incluye asa de serie, no es una moto en la que se encontrará muy cómodo. A nivel práctico, la instrumentación ofrece mucha información, incluyendo marcha engranada, autonomía estimada, consumo medio, nivel de gasolina, temperatura del refrigerante, doble parcial, etc. Una pantalla TFT a color par mejorar la visibilidad le sentaría de perlas.
