El de Aragón ha sido un gran fin de semana para Marc Márquez, que refrendó con su victoria un Gran Premio prácticamente inmaculado, salvo en el segundo libre, donde el más rápido fue Dani Pedrosa, pero en el resto del Gran Premio se destacó considerablemente, disfrutando de un entorno en el que se siente a gusto, donde no hay buen agarre y la mayoría de las curvas son a izquierdas.
El tiempo de carrera fue 13 segundos más lento que en 2015, lo que quiere decir que las condiciones de la pista combinadas con la elección de neumáticos realizada no era una situación idónea. En Misano se batió el récord y se rodó más rápido que el año pasado. Esa diferencia hace entender que los neumáticos no se comportaron de modo correcto. Motorland es una pista en la que, tradicionalmente, se podía correr tanto con el neumático duro como con el blando, pero en este caso no ha sido así. Los neumáticos se han degradado mucho, y el compuesto no ha trabajado de un modo adecuado para las condiciones de la pista tanto el duro como el blando.
Y es en estas situaciones en las que Márquez es el rey. Se desenvuelve muy bien siendo agresivo, obligando a la goma a trabajar en un rango más favorable. Esos factores propiciaron que Marc dominara con autoridad. En los primeros compases Lorenzo y Viñales fueron agresivos para cortar la evolución de Márquez en las primeras vueltas. La visualización que Marc hizo de la carrera no contemplaba este empeño de Lorenzo y Viñales, ni tampoco el gran susto que se llevó en la tercera vuelta, que casi le lleva al suelo. Eso hizo que se viera obligado a procesar la información y restablecer su estrategia. Rodó con seguridad y evitando los errores, y fue progresando en carrera sabiendo que tenía un ritmo superior al resto, e hizo gala de una gran paciencia para gestionar la situación y llevarse la victoria.
Marc Márquez se siente cómodo en situaciones donde la falta de agarre pone en dificultades a los demás. Él se maneja a gusto.
En la otra parte del “box” vimos como quedó la rueda delantera y la bota de Dani Pedrosa. Teniendo en cuenta que no fueron muchos los pilotos con problemas, cabe pensar que el neumático puede que tuviera algún defecto. Si no es así, nos indicaría que su modo de pilotar y puesta a punto pueden ser la causa, porque el resto de la parrilla usó esa especificación (compuesto medio) y no tuvo ese problema. Puede ser relativo igualmente a su “setting”, que es muy diferente del de Márquez, generando mayor peso estático delante de modo que la goma se deforma más y por eso aparecen esas ampollas (“blisters”) en el neumático. Hay que recordar que en Misano Pedrosa utilizó una carcasa con diferente construcción, más dura, que no favorece la aparición de “blisters”.
A Dani hay que reconocerle el mérito de quedarse en pista peleando en esas condiciones. Los pilotos, una vez encima de la moto, por el afán de acabar dejan de lado lo que puede ser un riesgo para ellos, e intentar llevar la moto lo más adelante posible. Hay que reconocer que Pedrosa hizo una buena carrera dentro de sus posibilidades.
Yamaha, independientemente del resultado, de hacer segundo y tercero, viendo cómo había ido el fin de semana, podría haber resultado mucho peor. Sufrieron mucho con gomas duras, pero fueron capaces de corregirlo, en especial Lorenzo. Después de caer en el “warm up”, fue capaz de hacer modificaciones que le dieron la suficiente confianza para ser segundo, un buen resultado.
Ducati tuvo un mal resultado en Aragón. Todos sus pilotos optaron por el compuesto medio, una decisión arriesgada pero que les permitía ganar prestaciones al inicio de carrera. Ese no fue el compuesto correcto para este circuito. No era cuestión de temperatura, sino de la forma en que trabajaba ese compuesto. Les daba más ritmo al inicio, pero no fue la opción correcta. Ducati es la moto que genera más temperatura sobre el neumático, y de esta forma el comportamiento del neumático fue peor que en otras motos, como la Aprilia, que no alcanza tanta temperatura.
Quiero aprovechar para felicitar a Brad Binder y a su equipo, al Team Ajo, a su jefe de equipo, Jordi Gallardo y sus mecánicos, por este título de Moto3. Ha sido un gran año, en el que han sabido superar situaciones complicadas, como en Jerez. Binder resolvió el título muy pronto, con mucha solvencia, y sin pensar en el riesgo que podría correr el título. El campeonato se ha decidido muy pronto en virtud de los contratiempos de sus adversarios, pero ha sido un título merecido.
