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El mejor Valentino no ganó nunca un mundial

La retirada de un mito
Fotos: MotoGP / Repsol Media
Este fin de semana una de las carreras más exitosas y longevas de todos los tiempos ha llegado a su fin. Como era de esperar ha sido todo un festival de celebraciones, pero la sensación que me deja es un poco ¿extraña?

Los números no mienten y hablar de Valentino Rossi es hablar de una leyenda del motociclismo, una leyenda que ha trascendido al deporte de la moto y que lo ha transformado quizás para siempre. Yo todavía recuerdo el mundo de las carreras antes del fenómeno Valentino y eso implica que he vivido la era pre VR, la era VR y, espero, viviré la era post VR. Por eso creo que valorar a Rossi únicamente por lo que ha conseguido en pista es limitar y mucho su figura. Aun así cuenta con 235 podiums de los cuales 115 han sido victorias, 65 poles, 96 vueltas rápidas y nueve títulos. Todo ello en un total de 26 temporadas en el Mundial, que se dice pronto. Literalmente muchos de sus compañeros de parrilla esta última temporada no habían nacido y es probable que incluso sus padres ni se conocieran.

Pero eso no quita para que me quede con sentimientos encontrados si repaso las últimas temporadas de Valentino. Nadie salvo él tenía derecho a decidir cuándo tenía que llegar ese momento, pero mi sensación es que hemos ido viendo apagarse la estrella. Y me deja esa sensación de una serie de éxito, que se alarga como el chicle todo lo posible para seguir en pantalla con todo lo que ello conlleva. Quienes habéis leído mis columnas desde hace tiempo sabéis qué opino de toda aquella mierda de Sepang, y por eso voy a intentar pasarla por alto. Además, todos cometemos errores y en cierto modo es gratificante ver desde mi piel de simple mortal como los más grandes también se equivocan. Me sirve de excusa, ya que si los nuevos ídolos contemporáneos cometen errores, un piltrafilla como yo también tiene derecho.

Bueno, que me voy por las ramas, sinceramente creo que este retiro de Valentino ha llegado tarde. No creo que debiera haberse producido en 2020, y no hubiera sido justo para él ni para la afición bajar el telón sin nadie en las gradas. Rossi merecía los homenajes que se le han hecho y los que están por hacerse. Pero como decía, me queda esa sensación de que se ha estirado la carrera deportiva 3 años. Cuando acabó 2018 y viéndolo ahora con la perspectiva del tiempo me parece que era el momento perfecto. Después de un 2017 menos exitoso pero con una victoria, el 18 lo cerró en el podio del campeonato ¿Hay mejor manera de despedirse?

Hasta los edificios del Circuit Ricardo Tormo se vistieron para despedir a Rossi

Para mí, lo he dicho en múltiples ocasiones y lo mantengo, el mejor Valentino que hemos visto es, quizás, el menos recordado de todos. Aquel que supo reinventarse tras volver de Ducati a Yamaha, recuperar sensaciones y volver a luchar por el título. Ese Valentino “sólo” consiguió una decena de victorias de todas las que atesora en su palmarés, pero lo hizo contra auténticos caníbales en su mejor momento: Lorenzo, Márquez, Pedrosa… y antes de Ducati, ejerciendo de jefe y tirando de galones contra Stoner y dos de los tres primeros. Es probable que ese Valentino, el que no ganaba mundiales sea el que más mérito tenga, porque ya entrado en la treintena fue capaz de adaptarse a las nuevas motos y sus nuevas necesidades.

Estoy totalmente convencido de que ese punto de su carrera es en el que mejor piloto fue, su máximo esplendor y, cosas de la vida, no es el más exitoso y, probablemente, tampoco el más recordado por los fans que tienen en su mente aquellas temporadas como la del 2005 con 11 victorias. Sinceramente creo que el mérito de Valentino no ha estado en conseguir tantos éxitos, sino en ser capaz de adaptarse de una manera tan eficiente y sacar a relucir todo su potencial cuando aparecieron los otros tres fantásticos primero, y el tifón Márquez después. Quizás sea curioso, quizás sea una fijación por los mitos caídos, no lo sé, pero he de reconocer que desde su vuelta de Ducati hasta la “movida” de Sepang tenía un toque de ese rockero que sigue dando todo lo que tiene que me atraía.

Rossi en el podio con Barros y Biaggi

Al fin y al cabo, y esto es algo polémico, el Rossi de sus primeros cinco títulos en la categoría reina (500 y MotoGP) lo tuvo muchísimo más fácil que el de sus dos últimos e infinitamente más que el de sus tres últimos subcampeonatos. Sabes que no menosprecio a ningún piloto de ninguna categoría y de ningún campeonato, menos aun a los “animales” de MotoGP, pero siempre he tenido esa sensación de que Valentino les comió la tostada muy fácil a Roberts, Crivillé, Barros, Biaggi, Ukawa, Gibernau, Capirossi y compañía. De hecho, entre estos que he mencionado suman menos títulos que sólo entre Márquez y Pedrosa, a eso súmale los cinco de Lorenzo y los dos de Stoner. Pero no es sólo ellos, es que a partir del 2006 fueron sumándose pilotos con títulos a la categoría reina a la vez que se reducían las diferencias. Para que te hagas una idea de lo que hablo, en su última carrera ha acabado décimo a 13.4 segundos y en 2003 también en Valencia en una carrera que ganó él, con esa diferencia sobre el vencedor hubiera sido suficiente para ser cuarto y rozando el podio.

Es decir, está bien celebrar la carrera de Valentino, recordar sus nueve títulos, sus victorias… se lo merece, pero para mí el mejor Valentino Rossi de la historia es ese que no consiguió ganar y a pesar de ello siguió luchando, rozando el cielo con los dedos y dando su mejor versión. Creo que es importante que esa parte no se olvide y, por eso, lejos de loas y fanfarrias, acechando desde la sombra quiero celebrar al Valentino “perdedor”, para mí su mejor versión como piloto.

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