Otra startup, en este caso británica, se apunta a la creciente tendencia del mercado de scooters eléctricos. Pero en este caso su diseño, tecnología y funcionalidad intentan marcar distancia con respecto a sus competidores. Podemos decir que original es un rato.
El Zapp i300 ha sido presentado durante esta semana, aprovechando un evento tan importante como el Goodwood Festival of Speed. Recordemos que este legendario festival de la automoción británica presenta vehículos de carreras, históricos, etc. Todo ello tiene lugar en los terrenos y la serpenteante carretera de Goodwood House, en el condado de West Sussex, Inglaterra.
La relación precio-rendimiento es uno de los compromisos ineludibles que se ha marcado la nueva empresa anglosajona. Como un vehículo rápido y divertido, el nuevo scooter está levantando pasiones tanto por su diseño como por sus prestaciones.
Cuenta con niveles de rendimiento y conducción similares a los de una motocicleta convencional, siendo además un scooter eléctrico que pretende diferenciarse gracias a un vehículo más emocional que los de la competencia.
Zapp ha enfocado el i300 directamente en ofrecer un medio de desplazamiento urbano, de cero emisiones, con un dinamismo elevado y grandes aceleraciones. Una máquina que transmita, y que no solo sea un medio de transporte.
El i300 cuenta con un posicionamiento de las baterías debajo del piso, donde también se encuentra ubicado su propulsor. La transmisión llega a la rueda trasera mediante un sistema de correa libre de mantenimiento. Otro de sus puntos fuertes es el peso ya que detiene la báscula en solo 110 kg, con sus dos paquetes de baterías extraíbles de iones de litio de 720 Wh ensambladas.
El Zapp i300 funciona con un motor eléctrico capaz de generar una potencia sostenida de 7,2 kW (9,6 CV) y un pico de 14 kW (20 CV). Aunque no parecen cifras elevadas, teniendo en cuenta lo liviano del conjunto, el Zapp se mueve con alegría y soltura sorteando el tráfico urbano.
En términos de rendimiento, el i300 alcanza los 50 km/h en solamente 2,2 segundos, y alcanza su velocidad máxima (establecida en casi 100 km/h) en menos de 4,8 segundos. Unas cifras cuanto menos significativas.
La parte ciclo se completa con una horquilla invertida, un amortiguador trasero ajustable en precarga y rebote y frenos ABS de dos canales. En cuanto a la autonomía, este no es uno de sus puntos fuertes ya que la firma la deja establecida en 60 km con una carga de sus dos baterías (y en modo ECO). En modo Sport, no dan datos. La recarga pasa del 20 al 80 % en tan solamente 30 minutos, con un enchufe de pared convencional.
Otra de sus características más llamativas, aparte de su arquitectura en forma de Z, es su moderna instrumentación a color y el efectivo sistema de frenado regenerativo conmutable en varios niveles. Zapp de momento tiene su i300 para probar en localizaciones tan distintas como Londres, Nueva York, París, Milán, Seúl y Bangkok. El plazo medio de entrega la startup lo fija entre 12 y 16 semanas. No sabemos cuándo llegará al mercado español, ni si lo hará. Esperemos que sí.