Ante el creciente aumento de robos de motocicletas en Gran Bretaña, James May declaraba el otro día que todos ellos debería acabar muertos. Es una medida que puede parecer demasiado radical, más propia de la edad media pero lo cierto es que cuando vemos imágenes como las siguientes en las que a los ladrones tampoco le importa mínimamente la vida de los demás, empieza uno a plantearse seriamente lo que ha dicho.
Para que nos pongamos en situación, el vídeo arranca cuando uno de los ladrones que circula de pasajero en un scooter está golpeando a una motorista. Uno de los golpes en la cabeza incluso arranca de cuajo la visera del casco. Mientras, ella impotente intenta evitar que se vaya con la moto hasta que otro de los ladrones la empuja.
La intervención de testigos que había en los alrededores así como que el propio empujón de uno de los ladrones haga que la moto se caiga al suelo, es suficiente para que acaben emprendiendo la huida junto a dos scooter que esperaban un poco más adelante. Eso sí, tras amenazar también a la gente que había ayudado a la motorista.
Ocurrió en Londres y a plena luz del día, lo que demuestra que a estas bandas de ladrones no les importa utilizar extrema violencia para hacerse con su objetivo. Como todo ocurre en muy poco tiempo, y están preparados para escapar rápidamente, es muy difícil detenerlos y la única manera de evitar que se hagan con tu moto parece que es hacerles frente de la misma forma, es decir, de la forma más agresiva posible.