Hace cuatro meses Yamaha anunciaba el lanzamiento de una nueva gama de modelos Faster Sons que apuestan por la personalización y hacen suya esa máxima de “Old is New” tan de moda en la sociedad y, por supuesto, en el universo de las dos ruedas durante los últimos tres años. La primera en llegar ha sido nuestra protagonista de hoy, la Yamaha XSR700.
La XSR se ha basado en la experiencia adquirida en el mundillo de las customizaciones, especialmente en colaboración con el artesano japonés Shinya Kimura, quien elaboró una carrocería especial de aluminio para vestir una MT-07 de culto. Y es que hace tres años comenzaron a salir a la luz las preparaciones oficiales de la firma japonesa, esas que bajo el paraguas del denominado programa YARD Built, muestran una imagen exclusiva y cuidada de cuatro modelos del catálogo Sport Heritage tras el paso por los talleres de los mejores customizadores del planeta. El éxito ha sido total y la lista ya aglutina medio centenar de creaciones. Además, cada uno de ellos dispone de un kit específico para que cualquier usuario de ese modelo pueda hacerse una moto idéntica a la del prototipo oficial.
Con la Yamaha XSR700 la gama retro matriculable de Yamaha alcanza las 9 opciones sumando todas las versiones y modelos siendo, junto a la SR400 y XV950/R/Racer, la única limitable para usuarios de carnet A2. El punto de mira del equipo de Shun Miyazawa (Product Manager de Yamaha Europa) se ha puesto en la Ducati Scrambler Icon, su rival directa entre las naked neo retro actuales.
La plataforma de la XSR es la misma de la Yamaha MT-07, pero con algunas diferencias más allá del propio diseño de la carrocería (elaborado por GK Design Group, la empresa que diseña las Yamaha desde 1952), como subchasis (ahora desmontable, como en la BMW R nineT), manillar, asiento más alto (815 mm, 10 mm más), peso (186 kg, 4 kg más), basculante más corto (la distancia entre ejes es de 1.405 mm, 5 mm más), ABS de serie y 900 € extra (7.499 €).
¿Pasado o presente?
Piezas de aluminio, inspiración en la aviación y cuidado diseño son algunas de las máximas de la Yamaha XSR700. Perpetúa un concepto que nació con la XS650 de 1970 y se detuvo tras la puesta en escena de la Yamaha SRX600 de mediados de los ’80. Queda claro que esta Yamaha es una moto inspirada en el pasado, pero su rendimiento es plenamente actual. No es tan retro como una Triumph Street Twin o una Moto Guzzi V7 II Stone: aquí con hacer un guiño al pasado es suficiente.
Nada más subirte a la Yamaha XSR700 aprecias que es más cómoda que su hermana, la MT-07. La ergonomía es algo diferente, con un asiento un poco más alto y un manillar más ancho y cercano al conductor que en la MT-07.
En marcha, la genética 07 se nota desde el principio, básicamente porque al poco de rodar con ella te transmite una confianza total. El excelente motor bicilíndrico en paralelo (CP2) de 689 cc y 75 CV con cigüeñal a 270º (igual que en la R1) se mantiene inalterado, consiguiendo el carácter y rendimiento de un V2, pero con menos inercias que éste y una linealidad semejante a la de un tetracilíndrico en línea. Responde rápido, tiene unos medios enérgicos, estira más que suficiente y es muy agradable de llevar. Realmente, parece que tienes más potencia de la que declaran por su buen rendimiento en carretera y, debido a su buena cifra de par, juegas con el cambio menos de lo que lo harías con un “tetra”.
Por otro lado, la agilidad es lo más destacado de la moto pues, a pesar de que el peso del conjunto es de 4 kg extra respecto a la MT-07, estos no se notan y te manejas con ella casi como si fuera una 300. Cambios de dirección instantáneos, rápida respuesta a todas tus insinuaciones y facilidad de manejo. El manillar ancho te permite hacer lo que quieras y, al final, terminarás rozando con los avisadores de las estriberas en las curvas más cerradas. Bien es cierto que los Pirelli Phanton hacen gala de un diseño setentero muy acorde con el concepto global de la moto (su composición es plenamente actual), pero no me transmitieron tanta información como un modelo deportivo de última generación.
Está claro que para contener gastos hay que utilizar componentes más económicos y las suspensiones, como es habitual en este tipo de nakeds, pecan de blandas cuando vas a “por nota” en tu tramo de curvas preferido. Esto es más notorio en frenada, ya que al aplicarte sobre las potentes pinzas delanteras con discos lobulados, la horquilla se hunde más de lo normal.
Valoración final
Sencilla, efectiva, diferente, fácil y personalizable. La Yamaha XSR700 deja las cosas claras desde el principio, el abanico de público al que va dirigido es muy amplio y su comportamiento gustará a todo tipo de aficionados, noveles o experimentados. Yamaha anuncia un consumo ajustado para tratarse de un setecientos, declarando 300 km de autonomía con los 14 l. del depósito. Estrecha para deslizarte entre el tráfico de la ciudad y con un motor que parece “más grande” y la hace muy divertida en carretera, la XSR700 te hará la vida fácil.
El catálogo de accesorios es otro de los puntos fuertes, pues al margen de que a todos nos gusta diferenciarnos del vecino, esta moto está concebida para ello desde el principio. Entre las más de 40 referencias cabe destacar que la unidad con escape Akrapovic ¡suena de maravilla! La APP My Garage facilita el proceso, permitiéndote configurar la moto virtualmente para hacerte una idea de cómo queda. Tal y como viene de fábrica está muy bien terminada, y detalles como los paneles de aluminio cepillado que cubren el depósito de gasolina o el tapizado del asiento con dos texturas diferentes son un toque de distinción que nos indica por dónde van los tiros. Lo mejor del mundo de las preparaciones y las motos polivalentes, unido en un mismo producto.
Lo mejor:
- Agilidad
- Motor
- Accesorios
- Concepto
Mejoraríamos:
- Suspensiones
- Neumáticos
