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Prueba TomTom VIO: la pantalla del móvil en tu retrovisor

Fotos: SMN
El especialista en navegadores TomTom nos ha dejado a prueba su nuevo VIO: un compacto dispositivo que se convierte en el reflejo de la pantalla de tu móvil. Se sujeta fácilmente y usa el móvil a través de Bluetooth, para navegación o ayuda para manos libres.
Lo mejor
  • Fácil instalación/desmontaje
  • Buena visibilidad
  • Avisos de radares
  • Diseño
Mejoraríamos
  • Sin GPS propio
  • Batería insuficiente para viajar

Aunque la marca se ha hecho muy popular como fabricante de navegadores, hasta el punto que hay quien habla de “tomtoms” en lugar de navegadores, el TomTom VIO no es en sí un navegador. Funciona como una extensión de nuestro móvil, al que se conecta por Bluetooth. En su pantalla veremos las instrucciones de navegación, o quién nos llama si recibimos una llamada. Su ventaja es que nos evita llevar el móvil expuesto en un soporte más o menos fiable.

El VIO viene embalado, como es habitual en los productos TomTom, con todos los elementos necesarios para su montaje muy bien presentados y ordenados. La idea es instalar la base en una barra de retrovisor o en el manillar: el VIO en sí se engancha en esa base con un rápido gesto (introducción y giro de 90 grados). Se desmonta igual de fácil… ojo con dejárselo puesto, no “desaparezca”. La base no lleva ninguna conexión porque el VIO sólo funciona con su batería interna. La instalación es, por tanto, sencillísima: basta elegir dónde nos queda más a mano y bien visible. Recomendamos ponerlo en el espejo izquierdo, para usar esa mano en caso de querer manipularlo (sin soltar gas ni freno delantero), incluso en el contrapeso como hicimos nosotros. Resiste salpicaduras (en teoría, hasta 30 minutos bajo 1 metro de agua).

Soporte de manillar de TomTom VIO

En uso

Después de cargarlo, descargamos necesariamente la aplicación dedicada en el móvil (iOS o Android). Una vez instalada, empieza el emparejamiento: primero Bluetooth activo para detectarlo, y después nos pedirá también tener datos para descargar mapas, mejor por WiFi porque pesan (el centro de España ya eran casi 190 Mb). Por último, nos pedirá activar la ubicación del móvil si no lo teníamos ya, pues la aplicación de navegación estará corriendo en el móvil y usando sus recursos. El VIO sólo es un mando y pantalla remota, recuerda.

El diseño es atractivo, muy Vespa. Se puede elegir el color de la funda protectora de goma, el color de fondo para los mapas al navegar, y la forma redondeada también es muy cuca. Otro detalle gracioso son las animaciones cuando arranca o lo apagas: un scooter que parece una Vespa arranca o se apaga y queda aparcado. En marcha la pantalla es visible y reacciona bien si la tocamos con guantes (llevábamos guantes finos de verano en este caso).

Anclaje y navegador TomTom VIO

El VIO también da por hecho que llevaremos auriculares Bluetooth: todas las indicaciones acústicas se hacen por ese medio. Y, por supuesto, si nos entra alguna llamada en el móvil, en el VIO veremos quién nos llama (incluso su foto si la tenemos en la agenda del móvil). Pero no podremos responder ni escuchar si no llevamos unos auriculares o manos libres Bluetooth en el casco.

TomTom ha dotado de una batería bastante capaz al VIO, teniendo en cuenta que es una pantalla brillante y con Bluetooth activo permanentemente. Aún así, declaran cinco horas de autonomía: por nuestras pruebas diríamos que es una cifra realista. Para el día a día puede ser suficiente, puede dar como mucho para una semana de uso diario en desplazamientos urbanos. O un día de rebajas si somos muy inquietos buscando las mejores ofertas. Pero para viajar es muy justo. De todos modos, salvo que tengamos posibilidad de llevar el móvil conectado a la moto (cargando) en el hueco o guantera, cinco horas estará bien porque el propio teléfono no durará mucho más con GPS y Bluetooth activados permanentemente.

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Esto último es lo que menos nos ha gustado, en resumen, de este dispositivo, por su precio. TomTom es un especialista en navegadores, pero debe quedar claro que el VIO no es un navegador: es una pantalla extra para nuestro móvil, y un control remoto limitado. En cuanto desconectas el móvil, el VIO deja de ser útil pues no funciona por sí mismo de forma independiente.

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