Cuando en la moto sufrimos un accidente frontal nuestro cuerpo sale despedido hacia delante, toda la fuerza del impacto nos saca disparados hacia delante. Aunque los cinturones están patentados, no existe ningún sistema de retención del piloto, ni de airbags, de los que también existen algunas patentes. Por ello para evitar al máximo los daños al piloto, las patentes evolucionan y van cubriendo todos los factores implicados en un accidente.
Para evitar que esta fuerza nos arroje hacia delante, y reducir el número de objetos con los que poder golpear en caso de impacto, Autoliv ha patentado un manillar explosivo que se rompe en caso de impacto. El dispositivo funciona con una pequeña carga explosiva similar a la que incorporan los airbags, esta detona en el momento del impacto rompiendo el manillar y librando al piloto de golpes.
Según han desvelado los amigos de Motorrad, el proveedor sueco Autoliv ha patentado este sistema para evitar que el manillar sea un obstáculo y podamos golpear con la cabeza, brazos o piernas. El manillar se rompe o se desconecta de la placa de dirección, dando como resultado un objeto menos con el que chocar.
La complejidad del sistema nos da en qué pensar y lo que podría ocurrir en caso de fallar el mecanismo. Si el manillar se detona en plena marcha nos haría perder el control y sufrir un accidente muy serio. Por ello se agradece que una empresa como Autoliv con tanta experiencia en conocimiento tecnológico de seguridad y prevención piense en los moteros. Cuantos más sistemas ideados para la seguridad existan mejor, pero es muy difícil que algún día desaparezca el uso de mono, casco y botas.
