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Las motos camufladas de la Guardia Civil son chatarra con ruedas. Lo dicen hasta ellos

La Asociación Española de Guardias Civiles denuncia los problemas que sufren los agentes
Fotos: DGT
Hace unos meses hablábamos de la entrada en marcha de las motos camufladas de la Guardia Civil. Ahora se sabe que la mayoría de esos modelos son motos antiguas, pasadas de kilómetros que han sido apartadas del servicio como motos oficiales pasando a ser camufladas.

Una de las grandes apuestas de la DGT para controlar las acciones de motoristas fue la incursión de motos camufladas dentro de su parque móvil. A los coches, furgonetas, helicópteros y camiones se sumaban las motos buscando pasar desapercibidas, especialmente, en el entorno en el que las motos sean predominantes.

Pero la realidad según relata la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) es bien diferente a lo que se podría esperar con motos camufladas que, en muchos casos, tienen cerca de década y media de uso y entre 150.000 y 200.000 kilómetros.

De hecho, la AEGC denuncia que muchas de las motos integradas han sido directamente sacadas del servicio regular, quitadas las pegatinas y han vuelto a salir a la carretera sin recibir siquiera una mano de pintura. Se trata de las BMW habituales que emplea la Guardia Civil, por lo que son fácilmente reconocibles.

Algunas motos se han transformado levemente tras acabar su servicio como motos de patrulla

Sí es cierto que se han incorporado motos nuevas al servicio, concretamente BMW R 1150 RT y las Honda ST 1300 Pan European, y estas sí que son cien por cien motos camufladas que pasan desapercibidas.

Además de las motos camufladas, al AEGC recuerda que siguen sin recibir los chalecos

Pero además de los problemas con estas motos camufladas que podríamos denominar de segunda mano, la Asociación Española de Guardias Civiles también denuncia que los agentes al ir camuflados y sin uniforme también se enfrentan a problemas con los conductores que no los respetan como tales en un principio.

Este riesgo se suma al de seguir sin contar con los chalecos con airbag que podrían protegerles en caso de accidente y que siguen esperando tras dos años. También informan de que, por el momento, no conocen los planes para que se implanten.

Los agentes no llevan distinciones visibles

Así pues, la situación a la que se enfrentan los Guardias Civiles de Tráfico que circulan en motos camufladas es todavía más compleja que cuando lo hacen en las motos de patrulla. Un tratamiento cuestionable por parte de un cuerpo que, a pesar de las controversias, es vital para mantener la seguridad en nuestras carreteras.

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