Honda lleva varios años trabajando de manera constante en el desarrollo de sistemas eficientes que ayuden plenamente a la conducción. Entre ellos se encuentra el control de crucero adaptativo (CCA) que se esperaba su incorporación en uno de sus buques insignia, la Honda Gold Wing. Ya en 2019 os hablamos en este artículo sobre cómo podría ser la primera en usar cámaras de seguridad activa. Posteriormente, la marca japonesa volvía a presentar otras patentes en las que la Honda Gold Wing aparecía con un sistema de radar activo, y unas semanas después patentaba un radar trasero para el mismo modelo.
La fiesta ha continuado posteriormente, ya que la firma japonesa no ha dejado de investigar en este campo y ha seguido presentando nuevas patentes en busca de ir perfeccionando el sistema que prepara. A mediados del pasado año registraba un sistema de asistencia a la dirección y a finales del mismo, anunciaba su intención de reducir el número de víctimas en accidentes hasta llegar a cero en 2050.
Lo último que nos presentaron hace apenas unos meses fue un sistema de equilibrio activo del vehículo con asistencia de conducción bajo la denominación “Honda Riding Assist 2.0”. Siempre empleando a la sempiterna Honda Gold Wing como «conejillo de indias», al menos en sus bocetos, aunque la idea es emplear toda esta tecnología, antes o después, en cualquier vehículo de dos ruedas de la empresa y lograr ese objetivo mencionado de reducir a cero el número de víctimas en las próximas décadas.
Lo último en llegar a este cajón tecnológico de Honda y que ,en definitiva, es parte del proceso que lleva gestando desde hace bastantes años, es un «sistema anti caída». Lo hemos conocido por los compañeros de Ride Apart que han accedido al registro último de patentes de la marca japonesa. Nuevamente los bocetos se desarrollan sobre una Gold Wing, aunque este sistema global se emplearía en un futuro en muchos modelos de la marca.
En él se integran diferentes elementos que trabajarían de manera conjunta. Sensores, cámara delantera y trasera o radar frontal, estarían interconectados para dar vida a un nuevo sistema denominado algo así como “tumble suppression assistance torque.” En castellano «esfuerzo de torsión de asistencia para la supresión de caídas». Este sistema emplearía datos extraídos de la IMU que informarían sobre si la inclinación en ese momento es intencionada o, por el contrario, hay algo que está haciendo caer a la moto.
El sistema actuaría de forma instantánea aplicando o quitando potencia para poder estabilizarla y evitar que se produzca un accidente con las consecuencias que todos conocemos. Está claro que las últimas investigaciones por parte de la marca con su “Honda Riding Assist 2.0”, tienen mucho que ver para poder crear un sistema de este tipo donde la finalidad es mantener en equilibrio la moto en última instancia.
Pero esto es solo uno de los elementos de este complejo sistema que prepara la marca japonesa. También ha presentado otros sistemas de frenado, advertencia de cambio de carril con diferentes niveles de intrusión, e información de puntos ciegos. Todos ellos dentro del mismo sistema global en el que trabaja. En definitiva, un compendio tecnológico que de lograr sacarse adelante, sería un aliado ideal de la seguridad en la conducción de una motocicleta.
