En 2021, metidos de lleno en las repercusiones de la pandemia, llegada un nuevo desafío para la industria de la moto y es que la Unión Europea ponía en marcha la Euro 5, una nueva normativa más restrictiva que la Euro4 en busca de una mayor eficiencia en todos los sentidos. Lo que no se comentó mucho es que solo 3 años después, para 2024, llegaría la segunda parte de esta normativa, la Euro5+.
Es decir, en lugar de entrar de golpe y ante el gran desafío que suponía a las marcas y el golpe económico que implicaba, se dividió en dos fases, por eso no llegamos a la Euro6 ahora, una normativa que ya afrontan los coches desde hace un tiempo. La cuestión es que era tan cara implantarla en una sola fase, como ya se ha podido comprobar en el alza de los precios de las motos, que se decidió hacerla en dos partes para minimizar el impacto.
Así que en realidad esta Euro5+ será un avance, un salto mucho menor del que implicó el cambio de Euro4 a Euro5 y, podemos decir, que es pulir los detalle. Los estándares de emisiones, ruidos, sistemas OBD II, controles de fallos de estos sistemas y la capacidad de detectar fallos de la sonda lambda continuarán siendo el pilar tal como recogen los compañeros de Motociclismo.it.

Por tanto, este “plus” busca no tanto cumplir los estándares cuando la moto sale del concesionario, sino garantizar que cuando pase el tiempo se seguirán cumpliendo. Para ello el cambio llega en este sentido y es que antes bastaba con un cálculo matemático que estudiaba el deterioro, pero ahora con el Euro5+ hay que llevar a cabo una prueba en kilómetros que confirme que sigue siendo efectivo con el paso del tiempo.
También se renovará el sistema OBD II, que obligará a que la ECU verifique el sistema al menos el 10% del tiempo que el vehículo está siendo usado. Además, tendrá que comprobar el convertidor catalítico y el estado en el que se encuentran todos los sensores. Por si esto fuera poco, la ECU también deberá encargarse de determinar si se puede extraer toda la potencia del motor, algo que no se podrá hacer si se sobrecalienta.
Estas son las principales novedades que nos encontraremos a la vuelta de la esquina y, como decíamos, es de suponer que al final terminaremos notando estas mejoras en nuestros bolsillos. Al igual que ha pasado con los coches, la sofisticación llevará a un coste superior de los vehículos y, por tanto, terminaremos pagando más por nuestras nuevas motos.