Barn, la persona detrás de Brick House Builds, acaba de publicar en las redes sociales uno de sus últimos descubrimientos y futuro proyecto de restauración. Ni más ni menos que la primera moto de seis cilindros que se fabricó en serie, una espectacular Benelli Sei.
No es la primera vez que un cobertizo norteamericano esconde una parte olvidada de la historia de la automoción. Ni será la última, estamos seguros. En esta ocasión la joya que apareció olvidada entre el polvo y la paja acumulada durante años, era una rarísima Benelli Sei. Siempre en este tipo de vídeos la manera en la que arrancan suele ser muy similar. Un granero, una esquina olvidada y sorpresa, una joya abandonada.
Barn vio en Internet, más concretamente en Facebook Marketplace, el anuncio de venta de una Benelli Sei de 1976 que acababa de aparecer en un granero, olvidada por completo y en estado de abandono. En menos de una hora a la venta, y gracias a que se encontraba cerca de la base de operaciones de Brick House Builds, nuestro protagonista cerró el trato con el dueño de la propiedad para llevársela al taller.
Como el propio Barn J. comenta: “Sólo había unas pocas fotos de esta triste máquina volcada y fundiéndose lentamente con todas las hojas, el barro y los desechos del granero que tenía a su alrededor. Por supuesto estaba sucia y apenas se podía ver lo suficiente como para poder saber de qué se trataba. Pero, al ver el ancho de ese motor y me di cuenta rápidamente de que no era un simple cuatro cilindros. Eso es lo que lo impulsó a llamar al vendedor e ir a comprobarlo en persona”.
La Benelli que allí se encontraba había pertenecido al cuñado del vendedor, quien la abandonó en ese granero hace más de 20 años. Le faltan tanto el depósito como los escapes y las tapas, pero la mayor parte del resto de la moto parecía estaba bastante completa y en “buen” estado. El anterior propietario la empezó a desmontar para pintarla y arreglarla y así se quedó.
Como se ve en el vídeo, con la ayuda tanto del vendedor como de un amigo, B.J. logró cargar la Benelli Sei en la furgoneta de la empresa y llevársela por un módico precio, a su taller. Las ruedas no giraban debido a que las pinzas de freno Brembo estaban atascadas. Tras liberarlas comenzaron a moverse para poder arrancar el proceso de restauración en el que todavía se encuentra inmersa.
Debido al volumen de motos de Brick House Builds, la Benelli Sei recuperada todavía espera su turno en el banco de trabajo. B.J. no le ha metido mano al bloque motor, no conoce el estado en el que se encuentra pero demasiado bien no debe estar. Falta por determinar y evaluar por completo el estado general de la 6 cilindros italiana, para decidir qué hacer finalmente con ella.
Después de limpiarla un poco, Barn descubrió una grieta en el bloque del motor. Había quedado enterrada y oculta bajo todo el barro endurecido, en el lado que había estado apoyado en el suelo del granero. No es irreparable, pero sí significa que será necesario hacer más trabajo del que se pensaba en principio.
En un examen más detenido parece ser que esta Benelli Sei en particular debía haber estado destinada como unidad secundaria para repuestos. De cualquier manera, ya está en el almacén de Brick House Builds esperando su turno.
Recordemos que dentro de la historia de Benelli la 750 Sei tiene un lugar muy especial. Nació cuando la empresa estaba comandada por el legendario argentino Alejandro De Tomaso. Surgió para plantar cara a las dinámicas máquinas japonesas que comenzaban a despuntar, se fabricó en 1973 y fue la primera moto que se produjo en serie con 6 cilindros, contaba con refrigeración por aire, 3 carburadores, dos válvulas por cilindro y entregaba una potencia final de 76 CV a 9.000 rpm. Una de las características más singulares de la Sei son los 6 tubos de escape correspondientes a cada cilindro, 3 a cada lado.
No todos los días aparece de la nada una Benelli Sei. Es genial que todavía sigan resurgiendo de sus cenizas máquinas de estas características, sobre todo una moto tan rara y exclusiva. Ya esperamos ansiosos el nuevo vídeo de Barn restaurándola meticulosamente.
