Una vez obtenido el carnet A2 se nos plantean muchas opciones para “saltar” a nuestra primera moto grande. El segmento naked es uno de los más atractivos, con muchas posibilidades y tipologías de uso para disfrutar, como mínimo, durante los dos años de transición hasta la obtención de carnet A y su posterior deslimitación. Siendo más cómodas, sensitivas, puras, auténticas, musculosas y utilizables… ¿en qué he de fijarme? ¿Qué debo tener en cuenta para acertar con mi elección? Nuestros consejos te aclararán las dudas.
Tras nuestra primera experiencia en moto sobre una montura de 125 cc y 15 CV queremos algo más. Con el A2 en el bolsillo y cierta atracción por las motos desnudas nos planteamos la adquisición de un modelo que aglutine “todo”. La decisión es difícil, la competencia dura y el abanico de opciones tan numeroso como sugerente. Entonces: ¿cómo elegir la mejor naked?
Ante todo debe quedarnos claro que existe una clara subsegmentación de esta categoría, potenciada en los últimos años. Así, a priori podemos hablar de naked A2 sin limitación (hasta 48 CV de origen) y naked A2 limitables (hasta 95 CV de origen), pero dentro del primer grupo cabe diferenciar entre las que declaran el límite de potencia o las que no apuran esa cifra como, por ejemplo, la Yamaha MT-07 de nuestras fotos, una de las motos más vendidas de nuestro país. Las limitables son más asequibles pero también “te las acabas” antes, mientras que las de 95 CV suelen estar concebidas para equipar un motor más potente y se encuentran un poco “descompensadas” si las limitamos a 48 CV. La opción más lógica recae en la franja intermedia, con lo mejor de las dos anteriores.
A continuación os mostramos un decálogo básico de pautas y consideraciones a tener en cuenta para acertar con la compra de nuestra primera naked A2. Después, ¡sólo nos quedaría arrancar y disfrutar!
Adaptación
Cuando nos subimos a una moto desconocida siempre es de agradecer hacernos lo más rápido a ella, que nos transmita buen feeling y sentir como si fuera nuestra moto de toda la vida. Buscar una relación peso/potencia lógica y sin excesos nos facilitará la conducción en el día a día. En este segmento, el “menos es más” cobra todo su sentido.
Accesibilidad
Vigilad que la distancia asiento-suelo sea adecuada para llegar con los dos pies, poca separación manillar-cuerpo para no tener que estirar mucho los brazos y estriberas adelantadas. En definitiva, encontrar una ergonomía correcta que se adapte a nuestra estatura y capacidades nos dará mayor seguridad y confianza en uno mismo a la hora de circular.
Conducción
Si puedes probarla antes de comprar, mejor que mejor. Cuanto más fácil y manejable sea, más rápido la “entenderemos” y antes empezaremos a divertirnos con ella. En el segmento naked A2 limitable hay varios modelos específicos para este carnet “clonados” de un modelo idéntico con más de 100 CV de origen. Mejor limitar una moto pensada para ello que no pasar por esa doble limitación (fabricante y kit) para dejarla en 48 CV con una parte ciclo pensada para rendir con 80 CV extra: puede ser perjudicial.
Consumo
Si queremos un “todo en una”, el gasto de combustible es uno de los aspectos a tener en cuenta para no quemar la tarjeta de crédito. El coste de mantenimiento también es importante, pero si conseguimos mantener una media de 4,5-5 l./100 km habremos acertado de pleno.
Ligereza
No superar los 200 kg llena sería lo ideal y, cuanto más bajemos de esa cifra, mejor que mejor. Muchas veces nos obsesionamos con la potencia y velocidad declaradas, pero no menos importante es el peso. La ligereza siempre es un punto a favor, independientemente del tipo de moto o la experiencia del conductor.
Diversión
Es el principal factor de disfrute de una moto. Además de que el modelo nos guste nos lo tenemos que pasar bien con ella, que apetezca cogerla a todas horas y que no nos cansemos nunca. Si la dejamos arrumbada en el garaje, mal asunto.
Polivalencia
Huir de la especialización en nuestra primera naked es un acierto, pensando en las infinitas posibilidades de uso mixto urbano-carretera-rutero que se nos ofrecen con un mismo producto. Nuestra capacidad de adaptación es clave, pero el ADN de la moto también. Cuanto más polivalente sea más práctica se nos hará y, por tanto, mejor rendimiento obtendremos de ella.
Valor seguro
Recurrir a un modelo conocido, experimentado y fiable bajo el paraguas de un fabricante de prestigio siempre es una garantía de éxito. Esto conllevará también una amplia red de talleres, concesionarios y centros especializados, además de cubrirte las espaldas más sólidamente que con una marca minoritaria, exclusiva o más artesanal.
Personalización
Que haya muchas motos como la nuestra rodando por ahí no significa que tampoco podamos diferenciarnos. Una gama cromática variada junto al catálogo de accesorios oficial puede dar ese toque diferenciador y personal que buscamos.
Promos
Psicológicamente, la barrera de los 6.000 € puede ser una buena cifra de corte con la que jugar. Está claro que no tienes que tenerlo guardado en una hucha pues para eso están los programas de financiación específicos de cada marca, que te facilitarán mucho las cosas. Tampoco está de más consultar las promociones vigentes en el momento de la compra, pues podemos llevarnos una grata sorpresa. En nuestro caso, la compra de una Yamaha MT-07 (6.799 €) incluye ahora matriculación y seguro a terceros, además de 700 € en accesorios, además de poder financiarla con el programa You Easy Go (pasados 3 años te la quedas, devuelves o renuevas).
