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BMW Motorrad cumple 90 años

Fotos: BMW
Nos damos una vuelta por la historia de la división de motos de la Bayerische Motoren Werke, una marca cuyo lazo sentimental con los motores bóxer refrigerados por aire no le ha impedido fabricar casi todo lo demás.

Inicios (1923-1945)

Que la movilidad urbana es el próximo reto de BMW Motorrad lo demuestran sus últimos movimientos. La presentación, primero, de los scooters C 600 Sport y C 650 GT y el reciente acuerdo con la compañía india TVS Motor Company para fabricar motos por debajo de los 500 cc.

Pero si hay una seña de identidad a la que BMW se siente casi sentimentalmente ligada son los motores bicilíndricos opuestos, que se encuentran justo a inicio de una historia que se inició hace 90 años con la presentación de la BMW R 32 en el Berlin Motor Show. La moto desarrollada por el equipo de Max Friz en pocas semanas tomó como base un motor de 494 cc refrigerado por aire, una configuración que la Bayerische Motoren Werke ya fabricaba para terceras empresas desde 1920… hasta hoy.

Esa fijación inicial por los motores bóxer cuenta con argumentos técnicos fáciles de adivinar, por lo menos con la tecnología disponible hace casi un siglo: la reducción del centro de gravedad y perfecta refrigeración de los cilindros. Pero la BMW R 32 también presentaba otras características clave para la historia de la marca bávara. A diferencia de sus competidores, no estaba desarrollada a partir de una bicicleta, sino que se posicionó inmediatamente como una moto grande y de lujo.

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El éxito de BMW en esto de las motos fue bastante inmediato. En 1924 llegó su primer monocilíndrico de 247 cc y 6.5 CV que montó en la R 39 y sólo 10 años después, cuando el nivel de ventas ya comenzaba a ser bastante suculento, las BMW R 12 y R 17, ambas con un bóxer de 750 cc y, por primera vez, una horquilla telescópica sobre el eje delantero.

Buena parte del éxito de los modelos de BMW, que antes de la II Guerra Mundial alcanzó la cifra de 100.000 unidades producidas, también se explica por una decidida apuesta por la competición desde los inicios. En 1938 por ejemplo, Georg “Schorsch” Meier culminó buena parte de los éxitos cosechados por su compatriota Ernst Henne con la primera victoria para un piloto no británico en el Senior TT de la Isla de Man a los mandos de una BMW sobrealimentada.

Nace Bmw Motorrad

La recuperación económica alemana propició un aumento sustancial de las ventas de motos BMW en la inmediata posguerra hasta las 30.000 unidades anuales de 1954. Sin embargo, la década de los 50 será recordada en Alemania por el extraordinario boom experimentado por el sector de los automóviles, mientras que las motocicletas como opción de movilidad personal decayeron, lo que acabó obligando a BMW paralizar la producción de monocilíndricos.

Hasta 1969 no llegaron las BMW R 50/5 con 32 CV, BMW R 60/5 con 40 CV y R 75/5 con 50 CV con importantes evoluciones del motor bóxer, un nuevo chasis de doble viga de acero e innovaciones como la horquilla telescópica hidráulica o el suspensión trasera con amortiguación de aceite. BMW comercializó hasta 38.000 unidades de la siete y medio hasta 1973, año en que BMW alcanzó una producción de medio millón de motos.

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En el año del 50º aniversario de la compañía aparecieron las /6 Series, con velocímetro y cuentarrevoluciones en esferas separadas, transmisión de cino velocidades o frenos hidráulicos con discos perforados en la rueda delantera. La moto deportiva de la época fue la BMW R 90 S, cuyo motor de 900 cc con carburadores Dell’Orto desarrollaba 67 CV, suficientes para alcanzar los 200 km/h.

En 1976 BMW creó lo que ahora conocemos como BMW Motorrad. Y coincidió con el lanzamiento de dos nuevos modelos propulsados por un nuevo bóxer de 980 cc, las BMW R 100/7 y BMW R 100 S. La S fue la primera moto de serie con un carenado desarrollado en el túnel de viento. El siguiente paso lógico fue la BMW R 100 RT, una moto con la misma base pero plenamente enfocada a la comodidad en las largas distancias, una touring con todas las letras.

G/S y K

Los años ’80 fueron testigos de una importante explosión tecnológica en BMW Motorrad. La primera se personificó con el nombre de BMW R 80 G/S, una moto propulsada por un bóxer de 797 cc que desarrollaba 50 CV y montaba el sistema Monolever de suspensión trasera.

Hoy en día las siglas G/S (Gelände/Strasse, o lo que es lo mismo, off-road/on-road) nos parecen de lo más corrientes, pero entonces podían ser más difíciles de digerir. En cualquier caso, las múltiples victorias de Hubert Auriol y Gaston Rahier en el Rally París-Dakar dieron una merecida fama mundial a esa moto.

No contentos con el nacimiento de las GS y a pesar de seguir sentimentalmente atrapados en la configuración bóxer, en BMW también dieron a principio de los años 80 el paso definitivo hacia los motores K de cuatro cilindros en línea montados longitudinalmente, que coincidió con la llegada de la inyección. En sólo un año se comercializaron 30.000 unidades de las K 100 RT y K 100 LT, algo que facilitó enormemente la llegada de otras innovaciones como el ABS, el Telelever y el Paralever. La culminación de todo ello es la no menos mítica BMW K1, que gracias a un aumento de la cilindrada hasta los 1.171 cc y a la incorporación de las cuatro válvulas por cilindro alcanzó los 100 CV.

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Era moderna (1993-2013)

No fue hasta 1993 cuando BMW volvió a fabricar un motor monocilíndrico, en colaboración con Rotax y esta vez ya refrigerado por agua y con una potencia de 48 CV. La moto que lo acogió fue la F 650, fabricada por Aprilia en Italia.

Coincidiendo con la segunda generación de los motores K, los ingenieros de BMW dieron otra vuelta de tuerca a la configuración de cuatro cilindros, que montaron por primera vez transversalmente en la K 1200 S de 2004, que entregaba 167 CV y montaba una evolución de la suspensión Duolever y una amortiguación ajustable electrónicamente. La enorme variedad de F 800 lanzadas posteriormente, con dos cilindros en paralelo, contribuyeron a romper por primera vez la barrera de las 100.000 unidades comercializadas en un año.

Desde entonces han aparecido otras máquinas clave para BMW como la S 1000 RR, con su tetracilíndrico de 193 CV y sistema de control de tracción DTC, o las K 1600 GT y GTL, con un motor de seis cilindros en línea. Pero también, para que no quede ninguna duda de que BMW es una marca profundamente ligada a su tradición, el nuevo bóxer de la R 1200 GS con refrigeración líquida y 125 CV de potencia. El círculo siempre se cierra.

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“90 Jahre” (2013)

La última edición del Salón EICMA de Milán fue el escenario escogido por el presidente de BMW Motorrad, Stephan Schaller, para desvelar el lanzamiento de un nuevo modelo con motor bóxer refrigerado por aire que culminará las conmemoraciones del 90ª aniversario de la marca. Se trata del auto-homenaje más previsible pero también más apreciado por los puristas de la marca, reconfortados cada vez que BMW Motorrad lanza una nueva moto al mercado con motor bóxer y cardán.

Esta vez, sin embargo, BMW irá un poco más lejos que de costumbre colocando el propulsor en una nueva moto creada para específicamente expresar en todo su esplendor los genes históricos de la marca, con una estética clásica y a su vez innovadora, y con la tecnología más avanzada.

Hasta que el nuevo modelo no llegue, podremos contentarnos con la prometedora imagen promocional divulgada tras el anuncio del presidente de BMW Motorrad, u optar por alguno de los tres modelos exclusivos 90 Jahre BMW Motorrad: la R 1200 GS Adventure, la R 1200 R y la R 1200 RT.

BMW R 1200 R 90 Aniversario 2013

La nueva R 1200 GS 90 añade a sus de sobras conocidas cualidades como aventurera varios equipamientos específicos para acentuar su deportividad, combinando de forma siempre elegante colores como el negro zafiro metalizado del depósito y protector delantero, con el verde oliva de los apoyos de las rodillas y el gris asfalto mate del basculante y el subchasis. Una exclusiva placa niquelada y pulida con la identificación “90 Jahre BMW Motorrad” se encuentra en la parte superior del tubo portahorquilla, en sustitución del emblema de BMW.

Por su parte, las R 1200 R y R 1200 RT presentan un aspecto más clásico y rotundo de lo habitual gracias a sus exclusivas combinaciones de colores. Como en la aventurera, el negro zafiro metalizado y el gris asfalto metalizado son los colores predominantes, con detalles de color negro anodizado, gris granito y dorado anodizado. En su caso, una placa de latón pulido niquelado identifica la edición especial “90 Jahre BMW Motorrad”.

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