Llevar el apellido “Gran Turismo” requiere de mucho trabajo y BMW ha sido consciente de ello. Con una “gama viajera” presidida por las excelentes K 1600 GT/GTL “six” y R 1200 RT, se hacía necesario algo más accesible y cómodo con lo que llegar a mayor número de usuarios. La F 800 ST cumplía bien su cometido, pero ya era hora de evolucionar. Ahora, la nueva F 800 GT potencia su faceta rutera respecto a la anterior ST.
Sus principales novedades pasan por el incremento de potencia del bicilíndrico Rotax (ahora 90 CV a 8.000 rpm), la adopción de un carenado integral con mayor protección y el ABS de serie, pero no todo queda ahí. Al margen de los nuevos colores (naranja, gris y blanco), el rediseño también ha afectado a la instrumentación, las llantas, el manillar, las piñas o el escape (proveniente de la F 800 R). Otro se sus puntos fuertes es que puede conducirse con el carné A2 con el kit de limitación a 48 CV disponible. Y todo, por 10.050 €, extras aparte claro.
Ahora, ya está disponible la suspensión electrónica ESA (configuración Normal, Confort o Sport) o el control de tracción ASC ya vistos en otros modelos de la gama alemana. Tampoco hay que olvidar las clásicas maletas (55 l. de capacidad cada una) o el top-case (28 l.), tan necesarios en los viajes largos.
En marcha
A priori, esperaba encontrarme con una F 800 ST con otro nombre y tres pijadas nuevas, pero cuanto más conduces la GT más adviertes esos pequeños detalles que casi la convierten en una moto nueva. La ST ya era cómoda, pero la GT ha mejorado este aspecto gracias a una ergonomía perfeccionada que potencia las cualidades ruteras del modelo. Un manillar 2 cm más alto, unas estriberas recolocadas y un asiento más confortable y bajo (80 cm al suelo) hacen que el transcurrir de los kilómetros sea un juego de niños. Cuando me bajé de ella no me podía creer los kilómetros que había recorrido: ¡no me dolía nada!
Respecto al motor, los 5 CV extra le han sentado muy bien, aunque en este sentido tienes que hilar muy fino para que se hagan notar. La GT es una moto equilibrada y tranquila, con una zona media (6.000-8.000 rpm) muy aprovechable, pero sin “estridencias deportivas”.
Respecto a la parte ciclo, el basculante es 5 cm más largo con el objetivo de otorgar una mayor estabilidad, mientras que el subchasis se ha reforzado permitiendo cargar hasta 207 kg de peso (11 kg más que la ST). El resto se mantiene igual, con un rígido chasis doble viga de aluminio y el característico basculante monobrazo. Quizá, una horquilla de tarado más duro no estaría mal.
La frenada, al igual que el resto de modelos de la gama, sigue confiando en la prestigiosa firma italiana Brembo e incorpora la última generación de ABS sin incremento de precio.
Valoración final
La nueva F 800 GT se codea sin complejos con las grandes tourer alemanas, pero brindando concesiones a la deportividad de otros modelos como la K 1300 S, por ejemplo. Lo mejor de dos mundos en un sólo producto accesible, bien terminado y con las mejores opciones de equipamiento del mercado.
Lo mejor:
- Acabado general
- Equipamiento opcional
- Facilidad de conducción
Mejoraríamos:
- Rumorosidad mecánica
