Cuando uno conoce a Gavin, actual propietario de la única Bimota DB11 VLX que existe en el mundo, y el trabajo llevado a cabo sobre ella para poder ponerle en funcionamiento, entiende a la perfección eso que algunos llaman pasión por las dos ruedas.
Un sentimiento primordial para poder acometer proyectos de esta magnitud, tanto a nivel económico como de trabajo. Además, ha contado con la ayuda de eruditos del sector, encargados de aplicar sus conocimientos en el apartado electrónico y mecánico.
Si echamos la vista atrás más de uno se acordará de aquel EICMA de 2012 donde Bimota presentaba oficialmente, entre otras, a sus nuevas DB11 y DB11 VLX, esta última sobrealimentada, aunque compartiendo la misma base de motor que la versión estándar. En ambos casos nos encontrábamos con el conocido bicilíndrico en V de 90°, 4 tiempos, refrigerado por líquido y con cuatro válvulas por cilindro que se montaba en la Ducati 1198 coetánea.
Sin embargo, los de Rímini integraron un compresor volumétrico en la versión VLX, incrementando la potencia final hasta los 191 CV a 9.750 rpm desde los 162 CV originales que lograba ofrecer el bloque italiano.
Esto es al menos lo que decía la teoría, porque en la práctica no se llegó a completar el proyecto y aquel único ejemplar a modo de concept quedo arrumbado en “en las profundidades de un almacén”, tal y como relata su actual propietario.
Bimota DB11 VLX: Un largo camino hasta llegar aquí
Fue en el año 2014 cuando Gavin conoció por primera vez la existencia de la DB11 VLX, aunque no fue hasta el año 2019 cuando pudo definitivamente negociar su compra y hacerse con ella. A partir de aquel momento empezó un largo y tedioso proceso para poder completar el proyecto. El mismo relata que “la VLX estaba subdesarrollada… El equipo de gestión suizo (por aquel entonces) desactivó el proyecto Supercharger después de casi 5.000 horas de trabajo.”
Y continúa: “Sprintex, que fabricó el compresor, no fue de mucha ayuda, ya que creo que se les debía dinero… pero, en fin, ellos mismos tuvieron que ser comprados y vendidos desde que se exhibió la moto. La moto funcionó… incluso recorrió muchos kilómetros por la circunvalación de Milán… pero no estaba bien… se movía… se calentaba demasiado… daba picos de tensión y luego no se reiniciaba hasta que se enfriaba… y no hacía ralentí.”
Uno de los mayores problemas que presentaba la DB11 VLX era el aspecto electrónico. Gavin explica sobre esto que “La ECU original era una unidad Athena no compatible que estaba conectada a un sistema de alimentación por sensores que tenían información limitada y eran viejos. Había un total de 3 mazos de cables, todos cortados y cerrados.”
Pero esto no era todo, ya que también le faltaban algunas partes esenciales como el cuadro de instrumentos, el amortiguador posterior e incluso el sistema de escape. Este último estaba en posesión de un equipo de carreras italiano, aunque el nuevo propietario logró recuperarlo junto con el resto de piezas para poder completar la moto. Además, Bimota, en su nueva era dentro de Kawasaki, le vendió a Gavin el último cuadro TFT de ese tipo que quedaba en fábrica.
A partir de este momento, la Bimota DB11 VLX ha sido objeto de un largo proceso de restauración donde empresas muy conocidas de la zona, como Track Electronics, se han encargado de instalar y configurar una ECU SCS Delta 900, junto a los diferentes sensores y sondas que logran mantener en orden parámetros tan importantes como la temperatura, el ralentí o la presión del compresor.
Por otro lado, un taller especializado del país, BSD Performance, reconstruyó por completo el motor, y montó aquellas piezas que faltaban para poder hacerlo funcionar con normalidad, como por ejemplo el sensor de presión de aceite. Tras varios años de trabajos varios, ahora ha sido homologada para poder circular con ella.
Por cierto, la numeración de la matrícula coincide con la denominación comercial del modelo, DB11 VLX. Además, y como remate final a este ambicioso proyecto, Galvin se ha hecho recientemente con un carenado completo Onero fabricado en fibra de carbono, gracias a la ayuda de Bimota Factory y Signature Motorcycles UK.