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Otro sueño prometedor que se trunca. Prometía una bici voladora, pero no ha podido alzar el vuelo

La aparición de una bicicleta voladora representa un hito en el desarrollo de la movilidad personal
Fotos: futuroprossimo.it
La A.L.I. Technologies sorprendió al mundo con su último invento, una bicicleta voladora que prometía revolucionar la forma en que nos desplazamos. Este prototipo, conocido como "Aero-X", combina la tecnología de los drones con la funcionalidad de una motocicleta, permitiendo a los usuarios volar sobre cualquier tipo de terreno.

Imaginemos una especie de dron gigante encima del cual va lo que parece ser el cuerpo de una motocicleta. Y sobre ella, un conductor que se eleva y comienza a desplazarse sobre cualquier tipo de superficie y paisaje. Esta imagen parece parte de una película de ciencia ficción, pero en 2021 una startup de origen japonés, AERWINS Technology Inc, también conocida como A.L.I. Technologies, presentó un prototipo de una bicicleta voladora, cuyo precio inicial por unidad rondaba, o sobrevolaba, la extravagante cifra de 500.000 dólares.

Bici voladora

Tres años después, este proyecto de bici voladora, que llegó a disponer de un capital de 80 millones de dólares para su desarrollo y comercialización, se ha venido al suelo debido a lo que algunos analistas consideran una pésima gestión financiera.

Una bici voladora inspirada en Star Wars

Esta bicicleta se inspiró en gran medida en algunos de los modelos aéreos, tan populares, que se ven circulando en planetas de una galaxia muy, muy lejana. Y se hizo real en esta galaxia gracias a los inversionistas y accionistas que le consiguieron un capital de 80 millones de dólares para hacer rentable la comercialización de un producto que todavía parece muy adelantado a nuestro tiempo, aunque la primera unidad vendida se entregó en diciembre de 2022.

Bici voladora

Se trata de una especie de moto flotante que utiliza seis hélices para elevarse a tres metros del suelo, que posee una autonomía de vuelo de unos 40 minutos y puede alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora. Inicialmente se promocionó con un precio de 680.000 dólares, que luego ha bajado, por decirlo de alguna manera, a 500.000 dólares.

Aunque la primera unidad se vendió hace más de un año, no es posible utilizarla en la vía pública mientras no exista una legislación que regule este tipo de vehículo. Se ha demostrado que su verdadera dificultad para alzar el vuelo es más terrenal, y financiera.

Gestionar una empresa no es igual a conducir una bicicleta, y menos una voladora

A principios de este año, A.L.I. Technologies se declaró en quiebra, y no fue solo porque resultara algo difícil vender una bici con un precio inicial de medio millón de dólares, sino también por lo que se considera fue una mala gestión financiera.

Bici voladora

De forma resumida: la empresa consiguió una capitalización bursátil de 80 millones de dólares, pero enseguida comenzó a tener problemas para mantener sus programas de investigación y desarrollo. La situación financiera de la empresa se agravó todavía más cuando A.L.I. Technologies se fusionó con otra empresa y provocó una fuga de accionistas que hizo caer hasta en un 98% el valor de sus acciones. Esto ha hecho que la empresa ni siquiera pueda costear los gastos de funcionamiento, investigación y desarrollo, y se hayan visto obligados a declararse en quiebra.

Por ahora, el sueño compartido al principio, de una bicicleta voladora, y que parecía haberse hecho realidad, tendrá que esperar mejores tiempos, más inversionistas y precios más accesibles.

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