Las bicicletas con asistencia al pedaleo, o e-bikes por el vocablo electric-bikes, llevan ya muchos años entre nosotros. Al principio fueron pensadas como un tipo de bicicleta que podría ser usada por personas mayores, que no tenían una buena constitución física (obesidad) o con problemas frente a los esfuerzos (corazón, respiratorios, etc). Pero a medida que la tecnología ha ido evolucionando, también lo han hecho estas bicicletas, y en muchos casos se han convertido en una nueva disciplina con la que beneficiarse de su asistencia eléctrica, y hacer frente así a nuevos desafíos.
Por ello no debemos quedarnos en el tópico de que las e-bike son bicicletas «para vagos». Estas han ido más allá, en prestaciones, batería, materiales, suspensiones, etc. Te vamos a dar cinco razones en las que una e-bike puede ser la mejor solución.
Te ayuda en tus desplazamientos diarios
Cada vez es más difícil estacionar. Cada vez es más complicado entrar en las zonas céntricas de las ciudades: peatonales, bajas emisiones, etc. La gasolina está a precios históricos, hay atascos un día sí y otro también… ¿Cómo evitar todo esto?
Fácil: con una e-bike. Circulas por la calle o por carriles habilitadas para ello (dejas los inconvenientes de los patinetes), son fáciles de estacionar e incluso cuentas con la posibilidad de poder llevarlas (según las ciudades) en los trenes de cercanías si vives lejos. Además, la asistencia eléctrica evitará alguno de los argumentos esgrimidos por la gente para no usar la bici: es que llego al trabajo sudado, la ciudad donde vivo tiene muchas calles en cuesta, etc. Y si llueve, como no somos de azúcar y no nos disolvemos con el agua, pertrechados con ropa apropiada, no nos mojaremos.
Sirve para todos, estés o no en forma
Puede que seas una persona activa y deportista, o bien que seas sedentaria. Puede que físicamente estés como un cañón, o que tengas problemas que no te permitan hacer esfuerzos físicos. En cualquier caso una e-bike te va a facilitar la vida diaria. Pedaleará casi por ti cuando estés cansado, y cuando la carretera «pique» hacia arriba ni te enterarás porque ella hará casi todo el esfuerzo por ti.
Aun así, estarás haciendo un pequeñísimo esfuerzo que servirá para que poco a poco cojas la forma. Lo normal es que incluso empieces aprovechando la máxima asistencia de pedaleo pero que, después, la vayas rebajando a medida que puedas poner más de tu parte. En pocas semanas te darás cuenta de que te encuentras mejor, más activo. Y si el cuerpo se siente bien, tú te sentirás más feliz.
La puedes usar toda la semana
Puede que de lunes a viernes veas una e-bike como una forma de desplazarte por la ciudad de forma económica y ecológica. Pero es que también la puedes usar los fines de semana de forma lúdica. Con ella puedes escapar a la montaña, hacer rutas más o menos complicadas cerca de casa y si no, también la puedes cargar en el coche y explorar más allá.
La ventaja de la e-bike es que, cuando te enfrentes a un terreno demasiado agreste, la ayuda al pedaleo estará allí. Con varios niveles de asistencia, puedes ajustarla a tus necesidades o incluso si te ves «cañón», directamente desconectarlo. Pero cuando el cansancio empiece a pasar factura en las piernas, lo tendrás ahí y te echará una mano. Será como tener un fisioterapeuta que hace que te recuperes inmediatamente. Una bomba de glucosa en formato eléctrico que te permitirá pasar de hacer una ruta sufriendo, a una disfrutando.
Es un vehículo muy ecológico
Está claro que una bicicleta tradicional es cien por cien ecológica (si despreciamos las emisiones creadas durante su fabricación). Pero una e-bike puede ser también casi igual de ecológica.
Hoy en día es posible elegir compañías de electricidad que te garantizan el suministro a partir de fuentes renovables, con lo que estarás ayudando a conservar el planeta. Incluso si pensamos en la batería, esta es más ecológica que la de un coche o una moto, pues es más sencilla de fabricar y reciclar. Aportarás tu granito de arena.
Sirve de complemento al entreno sobre la moto
Está claro que las e-bikes sirven para tu entrenamiento físico. Pero también son capaces de llevarte a otro nivel, y servir como complemento a disciplinas del motor como el motocross, enduro o trial.
Las Super e-bikes van un paso mucho más allá, por prestaciones, suspensiones, frenos o chasis. Con autonomías de hasta 184 km, sus motores de 250 W ofrecen la increíble potencia de 114 Nm (mucho más que cualquier otra e-bike). Esto unido a su chasis de aluminio 6086-T6, suspensiones de largo recorrido (160/185 mm), freno de disco y múltiples opciones de configuración en cuanto a carga y asistencia, las convierten en un complemento ideal.
Y es que una de estas Super e-bike te permite circular sin restricciones por la montaña, algo que no ocurre si usas una enduro o una trial (las de motocross están limitadas al uso en circuito). Podrás practicar técnica, descensos, mejorar el aguante físico frente a posteriores sesiones sobre la moto de gran intensidad, etc.
Como vemos, las e-bike presentan muchísimas ventajas (seguro que más de las que pensabas) tanto en el día a día como en usos específicos.
