Nos gusta disfrutar de la moto en cualquier época del año. Y aunque un correcto mantenimiento no depende únicamente de la estación en la que nos encontremos, lo cierto es que en invierno debemos ser especialmente cuidadosos para que un viaje en moto sea una aventura y no un sufrimiento.
Siguiendo estos cinco sencillos consejos, muchos de los cuales (por no decir todos) podemos hacer nosotros mismos, nos aseguraremos de que no habrá sorpresas indeseadas cuando nos encontremos fuera de casa.
- Revisa los neumáticos: asfalto frío, mojado, con hojas, verdín, barro de los caminos adyacentes… Son todo condiciones muy difíciles que disminuye la adherencia. Si están cerca del límite de desgaste, lo mejor es cambiarlos y no intentar apurarlos hasta el final. Además deberemos revisar las presiones y si preveemos que vamos a rodar en agua, podemos subir una o dos décimas lo que ayudará a que la huella se deforme menos y con ello, minimizar las posibilidades de aquaplaning.
- Mantén la cadena engrasada: como estamos en una época de lluvia, conviene revisar más a menudo que la cadena tiene suficiente lubricación para que no se dañe. Además, debemos comprobar que esté limpia, sobre todo si hemos rodado por carreteras en las que se haya echado sal para evitar la formación de hielo. Fuchs Silkolene cuenta entre sus amplia gama de lubricantes, geles y sprays de cadena con Silkolene Titanium Dry lube, apto para soportar kilómetros y más kilómetros de ruta en cualquier tipo de moto y sobre cualquier superficie.
- Carga la batería: comprueba que la batería está en buen estado. Quedarse tirado en medio de la nada por una moto que no arranca al estar bajo de batería (el frío le sienta mal a este tipo de sistemas) no es para nada agradable. Por supuesto, las luces deben funcionar correctamente (todas y siempre, no sólo para la ITV) pues hay muy pocas horas de luz, niebla, lluvia y otras condiciones que disminuyen la visibilidad.
- Vigila el aceite: no sólo el nivel sino que el aceite sea el adecuado para la zona en la que nos vamos a mover (si viajamos a un sitio muy frío igual debemos cambiar su grado de viscosidad para evitar que se congele). Si el aceite ya lleva tiempo en la moto, podemos adelantar su cambio (Fuchs tiene un buscador que nos recomienda el más adecuado) y si no, comprobar que se encuentra siempre entre el máximo y el mínimo. Si vamos a recorrer grandes distancias, es recomendable llevar aceite por si necesitamos rellenar en algún momento.
- Protégete: del frío. Lleva ropa adecuada a las condiciones atmosféricas, ya sea térmica o calefactable y por supuesto impermeable. Ojo a las manos y los pies pues son zonas donde primero se sufre con el frío y si se entumecen, pueden crearnos situaciones de riesgo a la hora de conducir y minimizar nuestros tiempos de reacción. Por supuesto, nadie piensa en que va a caerse y por ello, hay que ir siempre correctamente protegido.
- Mantén la moto limpia: agua, barro, sal… son tiempos difíciles para la moto. Mantenla limpia. A veces, es recomendable a mitad del viaje darle algún que otro manguerazo para quitar lo gordo, pero si tienes la precaución de aplicarle productos específicos antes de salir, que crean capas protectoras sobre la pintura, todo será más fácil. Un lavado a fondo acompañado de Silkolene Wash-Off, junto con una posterior aplicación de Silkolene Pro-Prep en los plásticos, te harán conseguir un acabado reluciente en toda tu moto. También, y aunque sientas que eliminas todo rastro del viaje, será conveniente limpiarla una vez vuelvas a casa para que esos pequeños recuerdos en forma de suciedad no se acumulen en tu montura.