Al igual que comentábamos en varias ocasiones que el mercado de fichajes se volvió loco mucho antes de lo habitual, que solía empezar el fin de semana en el que se disputaba el Gran Premio de la República Checa, también hay que recalcar que ninguna marca había puesto todavía en pista la moto del 2017 hasta ahora.
De nuevo Brno solía ser el escenario escogido pero los problemas que tienen casi todas las fábricas con la adaptación a la electrónica y a los Michelin ha hecho que hayan seguido trabajando en las motos 2016, dejando el desarrollo de las nuevas motos a los pilotos probadores.
Ayer y aprovechando la jornada de pruebas que ha realizado el Repsol Honda en Misano, la fábrica japonesa ha puesto ya en mano de sus pilotos Marc Márquez y Dani Pedrosa el motor de la temporada 2017. Es precisamente una de las piezas que más problemas les ha causado esta temporada porque están precintados desde la primera carrera y no lo pueden modificar. Además, la electrónica común les impide de la misma forma minimizar los problemas a base de horas de programación y software.
Los entrenamientos de Honda estaban previstos para el lunes pero la lluvia caída les obligó a trasladarlos al martes, donde sí pudieron disfrutar de una jornada completa con el circuito seco y además de probar el nuevo motor, seguir trabajando en la Honda RC213V actual antes de la llegada del Gran Premio de Aragón el próximo 25 de septiembre.