Está claro que las motos eléctricas serán mucho más importantes en el futuro: en las ciudades ya lo están empezando a ser, no sólo por la anécdota que el ciclomotor más vendido en España sea eléctrico (el Torrot Muvi, muy usado por empresas de alquiler) sino porque iremos viendo cada vez más y mejores ofertas.
Pero la competición pesa mucho en el mercado de la moto. Incluso para quienes sólo es una solución de movilidad, saber que su marca tiene a cierto piloto o es la campeona del mundo, siempre ha ayudado. Por eso y por el creciente peso de las motos eléctricas en el futuro, Dorna ya ha puesto en marcha su categoría Moto-e para 2019, y por eso también las marcas buscan huecos en los que destacar. La organización del TT de la Isla de Man fue de las primeras en apostar por ellas y dejarles un hueco en ese importante escaparate el TT Zero es posiblemente la competición más importante para eléctricas, y donde se ven los modelos más avanzados.
La marca belga Sarolea, que ha sido protagonista allí, acaba de anunciar que este año ya no participará en el TT Zero de la Isla de Man, porque quiere centrarse en preparar algo más grande. Dicen que van a participar en las 24 Horas de Le Mans, y posiblemente en todo el campeonato de resistencia de la temporada 2019/2020.
Lo harán con su moto, la Manx7, y el objetivo es ser la primera moto eléctrica capaz de terminar una prueba tan dura. Esta moto en su versión de serie tiene un motor capaz de entregar 204 CV y alcanzar una velocidad punta de 240 km/h, con una autonomía máxima de 330 km (aunque no a ritmo de circuito). En el TT Zero del año pasado el piloto Dean Harrison completó la vuelta al circuito de la montaña (de 60,6 km) en un tiempo de 20’56’’924 a una media de 173 km/h (más de 100 millas por hora), y se clasificó justo a un paso del podio (cuarto). Ganó la carrera Bruce Anstey con la Mugen a un promedio de 187 km/h.
