En el desierto de Atacama hemos visto grandes momentos de la historia reciente de los raids. Cuando el Dakar abandonó África fue a parar al sur de América, y allí las etapas del Atacama le dieron un nuevo enfoque al certamen, haciendo que no terminara de perder la esencia que le había hecho grande. De hecho, muchos conocieron el desierto del Atacama y sus geoglifos gracias a que el raid pasaba por allí.
Sin embargo, la actividad en el desierto ha seguido creciendo,el Rally de Atacama sigue en marcha y en uno de los lugares más secos del planeta está causando daños irreparables. Así lo denuncia la Fundación Desierto de Atacama, que afirma que se han destruido los geoglifos de la zona de Alto Barranco en las cercanías de la caleta Caramucho, situada al sur de Iquique (Región de Tarapacá).
Se trata de unos geoglifos que llevan en el desierto del Atacama más de mil años. Los investigadores afirman que estos se construyeron como guías para quienes transitaban la ruta que conectaba, los oasis de Pica con el océano Pacífico, desde el año 900 hasta el 1450 d.C.
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El paso de motos, 4×4 y camiones han dañado multitud de geoglifos, como se puede apreciar en las imágenes captadas por drones, y algunos de estos daños no son reparables o, al menos, no son reparables sin asumir riesgos que harían que terminasen de desaparecer.
Los daños a los geoglifos del desierto de Atacama han sido causados por múltiples acciones
Al respecto de esto, Gonzalo Pimentel, arqueólogo y presidente de la Fundación Desierto de Atacama, aseguraba en The New York Times, que el daño acumulado por el paso no solo de vehículos de recreo y competiciones, sino incluso de camiones mineros.
De hecho sobre el Rally del Atacama, según los organizadores afirman, los participantes iban rastreados por GPS y se les marcaba la ruta para evitar los geoglifos, por lo que niegan que pudieran tener culpa alguna al respecto.
Es más, incluso el propio director del rally, Gerardo Fontaine, aseguraba al New York Times que: “El verdadero problema es los conductores que viajan en motocicletas alquiladas en el desierto sin permiso. Nadie les dice nada.”
De la misma manera, todos señalan al Gobierno de Chile por no llevar a cabo la conservación necesaria de la zona ,y ahora parece que van a poner en marcha campañas de sensibilazación. Aunque será complicado encontrar ahora a los responsables de los daños ya existentes y, también, devolver a los geoglifos a su estado original.