Prueba Benelli TRK 702 y 702 X: La TRK 702 reclama su puesto en la familia
Benelli amplía su familia trail con esta nueva TRK 702 y su versión más off-road TRK 702 X que se sitúan entre la TRK 502 y la TRK 800. La TRK 702 ya está disponible para el mercado y se espera que sea un éxito de ventas como su hermana pequeña la TRK 502, siendo igual de accesible pero con un punto extra de prestaciones y empaque, que muchos incondicionales de la marca estaban echando en falta.
Desde su renacer de la mano del grupo Qianjiang Motorcycle en 2005, Benelli mantiene un buen ritmo de producción y ventas y un gran nivel de acierto en sus modelos. No solo la TRK 502, sino también la Leoncino 800 o la Benelli 502 C han sido muestras de lo que la compañía nacida en Pesaro ha sido capaz de hacer con el músculo que Qianjiang Motorcycle le aporta. Si el diseño se mantiene en Italia y se añaden la capacidad de producción y la experiencia de uno de los más grandes fabricantes de motocicletas del mundo, el resultado es la sinergia que nos está ofreciendo modelos tan interesantes como la nueva TRK 702.
Esta TRK 702 es todo un acierto por parte de Benelli, que ofrece un conjunto muy equilibrado con un motor estupendo y una parte ciclo de calidad con suspensiones sobredimensionadas y buenos frenos. Una trail con una estética que evoluciona del estilo de su hermana pequeña la TRK 502 pero con algún toque más deportivo y dando una imagen robusta y aventurera. Una moto que resulta divertida de conducir y a la que se le puede dar un uso muy versátil.
Algunas competidoras de esta Benelli TRK 702 son la Aprilia Tuareg 660, la Honda XL 750 Transalp, la Suzuki V-Strom 800DE, la Yamaha Ténéré 700 o su prima hermana, la QJ Motor SRT 700X, que viniendo de la misma matriz, es una moto muy similar. Las principales diferencias entre la propuesta de QJ Motor y esta TRK 702 de Benelli resultan en que QJ Motor ha optado por montar componentes de terceros en las suspensiones y los frenos mientras que Benelli resuelve su parte ciclo con piezas de la casa. Veamos cómo se presenta esta TRK 702, que además es bastante más ajustada en precio que la mayoría de sus rivales.
Prueba Benelli TRK 702 y 702 X: Características y Equipamiento Benelli TRK 702 y 702 X
La nueva Benelli TRK 702 monta un motor bicilíndrico de 4 tiempos y 8 válvulas con refrigeración líquida y doble árbol de levas en cabeza que ofrece una potencia máxima de 70 CV a 8750 rpm. El par máximo es de 68,2 Nm y se consigue a 6250 rpm. Es un motor lleno que empuja con alegría y muestra todo su potencial en el medio régimen.
La parte ciclo de la TRK 702 confirma que Benelli se ha remangado y puesto manos a la obra para ofrecer un producto con componentes de calidad. Monta una horquilla invertida con barras de 50 mm y 140 mm de recorrido y un monoamortiguador central de 154 mm de recorrido que es regulable en precarga y extensión. El freno delantero es de doble disco con pinzas radiales de 4 pistones y discos de 320 mm de diámetro, mientras que el trasero se implementa con un disco de 260 mm y pinza de un solo pistón. Por supuesto incorpora sistema ABS.
La característica principal de la nueva Benelli TRK 702 es probablemente que se ofrece en dos terminaciones. Aunque comparten motor, chasis y gran parte de los componentes. La TRK 702 está más orientada al asfalto con rueda delantera de 17 pulgadas, mientras que la TRK 702 X tiene rueda delantera de 19 pulgadas. La rueda trasera es de 17 pulgadas en ambos casos. La TRK 702 monta neumáticos 120/70 delante y 160/60 detrás, mientras que la TRK 702 X lleva neumáticos 110/80 y 150/70 respectivamente, en esta ocasión Pirelli Scorpion Rally STR.
Pero las diferencias no terminan aquí, puesto que la TRK 702 X también lleva un amortiguador un poco más largo, con un recorrido de 173 mm que además es regulable en precarga, rebote y compresión. Al tener también una llanta delantera más grande, la distancia entre ejes se mantiene igual entre las dos terminaciones con 1.505 mm pero la versión más “campera” tiene una distancia libre al suelo algo mayor con 205 mm mientras que su hermana asfáltica se queda en 175 mm. Otra distancia que varía es la altura del asiento, de los 790 mm de la versión asfáltica a los 835 de la versión X. En cualquier caso es una de las trail medias más accesibles en cuanto a altura y es indicada para usuarios de casi cualquier estatura.
El chasis es multitubular de acero, como ya lo era en la TRK 502 y que tan buen resultado daba. La gran baza de esta TRK 702 respecto de su hermana pequeña es que mantiene un peso similar de 235 kg en orden de marcha pero cuenta con un motor mucho más potente. Lo que resulta en un desahogo notable para mantener velocidades altas y para viajar con equipaje, con pareja o con las dos cosas. Uso que le viene como anillo al dedo a esta moto y en el que agradeceremos su gran depósito de 20 litros.
Esta TRK 702 cuenta con iluminación Full LED y una pantalla TFT de 5” con conexión Bluetooth para que podamos ver las llamadas entrantes de nuestro teléfono si nos hace falta. Además esta TRK incorpora cubremanetas con refuerzos metálicos y un parabrisas fijo que es algo más corto que el de la 502 y le da un toque un tanto más deportivo. En el puesto de conducción tenemos también toma de USB que es doble, un conector tipo USB A y otro del más moderno USB C, buen detalle. Como las piñas retroiluminadas, que le aportan cierta modernidad y ayudan a encontrar los mandos en la noche.
A todo esto, hay que sumarle la opción de instalar maletas de aluminio (top case y dos maletas laterales) que durante lo que queda de año estarán incluidas en el precio final como promoción.
Prueba Benelli TRK 702 y 702 X: En Marcha con la Benelli TRK 702 y 702 X (la opinión de Teo)
La TRK 702 ofrece una silueta clásica en el segmento de las motos de aventura, con el típico pico de pato y unas formas que recuerdan mucho a las de la TRK 502. En esta ocasión, la 702 ofrece un grupo óptico más agresivo y unos volúmenes algo más grandes, que le dan una estampa más deportiva y robusta. La parte trasera está muy bien terminada, con un aspecto liviano y un puesto cómodo para el pasajero.
La instrumentación es adecuada aunque algunos datos podrían tener mejor legibilidad. El TFT tiene un brillo suficiente que además puede cambiar automáticamente entre modo día y modo noche o podemos elegir uno de ellos para dejarlo fijo si queremos. Hay que acostumbrarse a los indicadores de temperatura y nivel de combustible, porque al principio no está muy claro dónde empieza uno y termina el otro. Pero por lo demás, es una pantalla que ofrece la información necesaria sin alardes pero sin carencias evidentes.
La postura de conducción es muy neutra, muy cómoda. Incluso diría yo que para un rango de pilotos con características muy diversas, porque aunque yo mido 186 cms y no suelo tener problemas, creo que usuarios mucho más bajos que yo se sentirían cómodos también. El manillar es ancho y alto y el asiento está bajo respecto del resto de volúmenes de la moto, resultando que al subirte quedas bastante “enterrado” en la moto, con los brazos levantados y la espalda recta. Ideal para tiradas largas o viajes de varias jornadas. El asiento se nota de calidad y aunque podría ser un poco menos firme tiene una superficie bastante grande.
Encuentro las estriberas adelantadas y más bien altas, pero no llego a encontrarme encogido sobre la moto. La ergonomía de la TRK 702 está claramente orientada a la comodidad y al ruteo, una apuesta segura para los viajes y salidas con pasajero y maletas. Hasta aquí todo lo que llevo comentado es aplicable a las dos versiones, que empiezan a mostrar sus matices diferenciadores cuando nos ponemos en marcha.
Cuando arrancamos lo primero que llama la atención es un buen reparto de pesos y un funcionamiento suave a bajas revoluciones. No hay vibraciones ni resulta fácil calar el motor, cosas que son muy de agradecer a la hora de callejear o atravesar poblaciones. La sensación es de confort total, puesto que la marcha es suave y el puesto de conducción muy agradable. Es una moto en la que podemos hacer largos recorridos sin demasiada fatiga y recuerda mucho al aplomo y sensación de moto grande que ya tenía la 502. La salvedad es que la protección aerodinámica es algo más escasa en esta TRK 702 puesto que el parabrisas es algo más pequeño.
El motor es suave y progresivo, puedes estirarlo si es lo que quieres y resulta muy divertido de conducir en carreteras de curvas. Pero su mejor cara la presenta en bajos y medios sobre todo. Las recuperaciones son estupendas y funciona muy bien a ritmos tranquilos al tiempo que admite jugar un poco más cuando la carretera se pone interesante. Los cambios de dirección son precisos y suaves y las suspensiones sobredimensionadas le aportan un aplomo sobresaliente, conectándonos con el asfalto y devolviendo mucha información al tiempo que resultan cómodas y ofrecen mucho confort. La principal diferencia que noto entre la versión asfáltica y la más campera es que la primera resulta un pelo más firme y la segunda puede resultar un tanto más flotona, pero las dos tienen un comportamiento muy similar.
El embrague está muy conseguido y resulta suavísimo. El tacto de la maneta es muy bueno y resulta muy fácil encontrar la zona de fricción. El selector es suave y preciso y en general el cambio es fantástico la verdad. Lo que también está muy bien pensado es el escalonamiento, lo que unido a la suavidad y amplio rango del motor, hacen que la experiencia de conducción sea muy agradable.
La frenada sí presenta diferencias entre los dos acabados. Las pinzas de cuatro pistones de la versión asfáltica tienen una mordida mucho más temprana y firme. Están más adaptados a un uso alegre por carretera y resultan muy ejecutivos. Lo curioso es que la 702 X frena igual de bien que la versión de 17 pulgadas con pinzas un tanto inferiores en tanto que son de dos pistones nada más. Pero el resultado es igual de efectivo y si me apuras, lo poco que pierden en potencia, lo ganan en tacto y resultan más dosificables. En cualquier caso, tanto suspensiones como frenos están resueltos de manera sobresaliente con los componentes de la casa con los que Benelli ha dotado estas dos motos.
Si unimos un motor lleno y con respuesta en bajos y medios, que además puedes estirar sin problemas, con un cambio suave y efectivo y una parte ciclo muy conseguida, el resultado es conocido y es que esta TRK 702 ofrece una experiencia de conducción agradable, dócil y muy satisfactoria. La entrega de potencia es contundente pero accesible y no creo que vaya a intimidar a nadie. La pisada es muy buena y la moto se siente atenta y aplomada en curvas y cambios de dirección. Resulta una moto ideal para iniciarse o para aquellos que viniendo de una TRK 502 quieran ir un poco más sobrados en viajes largos o con pasajero y equipaje.
Respecto al comportamiento en pistas de la TRK 702 X, tengo que admitir que aunque la moto responde como se espera, en realidad no se espera demasiado de ella fuera del asfalto. Aunque tenemos llanta de 19 pulgadas y algo más de distancia al suelo, la TRK 702 X mantiene una clara vocación asfáltica. Su elevado peso y detalles como la falta de control de tracción y un ABS que no es desconectable, penalizan un poco en estos terrenos. Aparte de esto, es fácil hacer tope con las suspensiones si las cosas se ponen agrestes.
Esto no significa que no se pueda pistear con la TRK 702 X (o incluso con la TRK 702, que no hay tanta diferencia), sí se puede y de forma muy confortable. Lo que sí hay que admitir es que la moto no está tan cómoda en estas lides y es más fácil encontrar sus límites fuera del asfalto. Lo mejor de la moto en pistas es lo muy dosificable del freno delantero, probablemente por esto es diferente del que monta su hermana asfáltica, y el motor suave y progresivo que es muy usable a bajas revoluciones y no se cala fácilmente.
Bajo mi punto de vista, considero que esta motocicleta no resulta idónea para un uso frecuente en caminos y senderos. En este ámbito, existen alternativas superiores disponibles en el mercado. Si la intención es utilizarla en pistas más allá del 20% o 25%, creo que sería más acertado explorar otras posibilidades.
Los puntos fuertes de esta TRK 702 en cuanto a su comportamiento dinámico son: el confort, nobleza y aplomo de su parte ciclo; la linealidad, suavidad y docilidad de su propulsor; el cambio suave y preciso y unos frenos dosificables y efectivos. En definitiva, un conjunto ganador. La parte más práctica de la moto, como el equipamiento y los acabados están resueltos con solvencia también.
Benelli ha conseguido replicar la fórmula de su exitosa TRK 502 yendo un paso más allá en potencia, sin perder ni una pizca de finura y sensaciones. La TRK 702 es una moto sobresaliente en comportamiento y dinámica, que busca un buen equilibrio entre calidad y precio en cuanto a equipamiento y acabados.
Prueba Benelli TRK 702 y 702 X: En Marcha con la Benelli TRK 702 y 702 X (la opinión de Pipe)
Benelli no se anda por las ramas a la hora de plantear cómo cree que debe ser una trail media-alta. Una vez aceptado que busca la mejor relación calidad-precio, plantea su estrategia sin disimulo. Sencillamente ofrece un producto brillante a nivel usuario: aquél que busca su primera moto grande sin entrar en las últimas sofistificaciones tecnológicas. No tiene mapas de motor, ni control de tracción, ¿por qué? Porque no le hace falta. Juega la baza de un motor con buena respuesta y una parte ciclo más allá de lo solvente. Si quieres una moto de alta cilindrada que te pueda llevar lejos, con las sensaciones de moto grande y por poco dinero, la Benelli TRK 702/X es una gran opción.
Personalmente y por mi perfil de usuario, prefiero la TRK 702, por su llanta de 17 pulgadas. La 702 X es quizás más versátil, pero sólo si le vas a dar ése uso extra fuera del asfalto, porque el comportamiento en carretera de la 702 es sencillamente superior. La ergonomía de ambas se decanta más por el confort que cualquier otra consideración, si bien las suspensiones y frenos admiten ciertas veleidades deportivas. El manillar sea quizá un poco alto, pero con el paso de los kilómetros, se atenúa la sensación “chopper” que me invade al principio y empieza a sentirse más natural.
Ante todo, son dos motos honestas, o más bien, dos versiones de una misma moto sin dobleces. No ofrecen tecnología de última generación, es verdad. Pero también es cierto que muchos modelos ofrecen tecnología contingente, es decir, que si no estuviera ahí, tampoco te darías cuenta.
Ésa es la baza de la Benelli TRK 702: usuarios con las cosas claras, que no quieren renunciar a la esencia de una buena motocicleta a la hora de viajar, ya sea solo/a o en pareja y que no quieren pagar los truquitos de marketing superfluos. Creo que es un planteamiento fantástico que seguro funcionará, como ya ha demostrado Benelli con su hermana mediana, la exitosa TRK 502.