Vamos a ser sinceros, lo habitual en España es «burro grande ande o no ande». Por mucho que lo neguemos sabemos que ante la duda… pero justo hemos tenido la suerte de encontrarnos con una moto de 125 pequeña, fácil de manejar, económica y extremadamente divertida. Estamos hablando de la Macbor Fun 125, un modelo que entra de lleno en el concepto de moto «fun» y viene dispuesta a plantar cara a motos del segmento que ya están más afianzadas. ¿Cómo? Pues con un buen rendimiento y un precio asequible.
Hay que reconocer que la estética de la Macbor Fun 125 está bastante bien trabajada. De lejos ya se puede apreciar un diseño trabajado, pensando en ese usuario que no solamente quiere movilidad sino también su propia identidad. Luego, cuando te acercas un poco empiezas a descubrir esos detalles que están trabajados y que hacen que la moto tenga una gran imagen también en las distancias cortas.
A la hora de subirse por primera vez a la moto hay que reconocer que la sensación es un poco diferente. Al final nos subimos a una máquina que de largo es mucho más pequeña que cualquier 125 «normal» pero que tiene una altura similar (76 centímetros). Como la distancia entre ejes es tan pequeña y las ruedas son de 12 pulgadas tanto delante como detrás, la reacción es mucho más directa. No hace falta más que insinuar que quieres girar para que la moto lo haga y, aunque parezca mentira, a una moto ágil también tiene que acostumbrarse uno.
Luego, en lo que se refiere al resto de la denominada parte ciclo podemos empezar con las suspensiones donde nos encontramos una horquilla con barras invertidas que se comporta bien en carretera y un amortiguador trasero que acompaña. En resumen estamos ante un conjunto que cumple a la perfección las necesidades en carretera.
El motor es el mismo de sus «hermanas» de la familia Street, Custom y Adventure, un monocilíndrico refrigerado por aire y su comportamiento contribuye a la agilidad de la moto. Obviamente las prestaciones de una moto así no son lo más importante y hay que decir que tanto para ciudad como para carretera convencional cumplen, aunque sería ideal algo más de potencia. Eso sí, un motor más potente implicaría un mayor coste y quizás lo haría además costa de la fiabilidad por lo que la elección es, en realidad, totalmente lógica.
Si hablamos del sistema de frenada, recurre a disco tanto delante como detrás con una frenada combinada en lugar de ABS. No hay mejor manera de poner a prueba a un sistema de frenada que en un circuito, en este caso un karting, y pude comprobar como no desfallecían a pesar de tener que frenar de una manera continuada durante un buen periodo de tiempo. Por tanto y a pesar de no tener la ayuda de un ABS, el correcto funcionamiento del sistema y un tarado lógico en lo que a la frenada combinada se refiere (CBS) demuestra que estamos ante un grupo de frenado eficiente.
La primera toma de contacto de la moto fue en carretera y, como decía antes, pronto te das cuenta de lo mucho que gira y de lo ágil que es. Luego, empiezas a circular normal por una nacional y terminas de comprender el funcionamiento de la moto. Al final el tener una distancia entre ejes cortas y unos neumáticos pequeños necesitan un periodo de adaptación cuando estás acostumbrado a neumáticos más grandes, pero te acostumbras rápido y empiezas a sacarles todo el partido. En carretera también comprobamos mejor el comportamiento del motor, capaz de superar los 100 km/h de marcador y alcanzando los 80-85 km/h con facilidad para seguir estirando hasta su velocidad máxima.
Después de pasar un buen rato por las carreteras cercanas a Sant Fruitós de Bages para llegar al karting de Sallent donde pudimos pasar un rato divertido en el circuito. A priori uno pensará que no es la moto ideal para ir a un karting, pero lo cierto es que sus peculiaridades la convierten en una moto muy divertida. La posición, cómoda en carretera, es poco deportiva en circuito pero adaptando un poco el estilo y modificando tu posición encima de la moto, dejas de tocar con las estriberas para acercar la rodilla al suelo. Al final terminas acostumbrándote a la moto con la que se puede ir tan rápido como seas capaz porque toda esa agilidad que tiene te permite hacer cambios de dirección rápidos pero no penaliza en las curvas que necesitas estabilidad. En resumen, una moto con un comportamiento noble también en circuito.
