Es una apreciación personal, pero con solo ocho carreras por disputarse mi percepción del Mundial de MotoGP 2016 es que el campeonato se encuentra prácticamente sentenciado. En Moto3, Brad Binder tiene 67 puntos de ventaja, y a eso hay que sumarle el varapalo moral que ha infligido a sus directos competidores, Jorge Navarro y Romano Fenati que, por diversas circunstancias, salieron a cero de Spielberg. En Moto2, Johan Zarco ya tiene 34 puntos sobre Alex Rins tras una nueva victoria. Y en MotoGP, Marc Márquez mantiene una cómoda renta de 43 puntos.
Analicemos cada categoría para explicar el por qué. El año pasamos a una primera mitad de campeonato de Danny Kent impresionante, salpicada por algunos sobresaltos, y precisamente en la décima carrera marcó su primer cero. Y luego asistimos a un angustioso desenlace del Mundial. Pero la diferencia entre Kent en 2015 y Binder en 2016 es que el sudafricano ha mostrado una consistencia absoluta, incluso con sus malos resultados en Assen y Sachsenring, Binder ha mostrado oficio y seguridad.
Y qué decir de Zarco en Moto2. El francés ha ganado cuatro de las cinco últimas carreras (fue segundo en Assen), y se ha adjudicado la mitad de las carreras del campeonato. Tras las complicaciones vividas en el inicio de la temporada, con una impropia irregularidad, que también padecieron otros aspirantes al título, como Alex Rins, Sam Lowes y Thomas Luthi, Zarco ha mostrado una constancia que no ha conseguido alcanzar ningún otro piloto. Y en esas circunstancias, no solo pesan las victorias de Zarco, sino también el rendimiento irregular de los demás.
En MotoGP, Marc Márquez nada y guarda la ropa. Gana cuando las circunstancias lo permiten, y cuando no saca buen partido de las carreras. En Austria no las tenía todas consigo, especialmente después de que no pudiera rodar con anterioridad en la pista de Spielberg por el veto impuesto por Ducati al Repsol Honda, que no pudo acudir a los entrenamientos.
Y para colmo, la caída sufrida por Márquez en los entrenamientos le dejaban en una situación más que comprometida. Pero el de Repsol Honda supo salir airoso del trance con un resultado que asegura que habría firmado antes de la carrera. Es decir, que en una carrera en la que el campeonato podría haber dado un vuelco, las cosas siguen como siempre.
De esta forma, en estas circunstancias, viendo no solo los resultados conseguidos por los líderes sino también la consistencia que muestran, y el rendimiento de los otros aspirantes, Binder, Zarco y Márquez parten como los máximos aspirantes al título y será difícil que alguien les aparte de ese camino. ¿Qué nos espera en las ocho próximas carreras? En Moto3, el golpe moral de Binder, siempre por delante de Navarro, y con Fenati finiquitado por su propio equipo debido a su indisciplina, hace difícil que alguien pueda interponerse en el camino del australiano.
Hay que celebrar la llegada de nuevos nombres a las posiciones de cabeza, como es el caso del sorprendente Joan Mir, cuya victoria es un soplo de aire fresco para el campeonato, que poco a poco se llena de nuevos ganadores, como el mallorquín o el italiano Pecco Bagnaia.
Y en Moto2, qué decir: Zarco lleva camino de convertirse en el primer campeón que gana dos títulos en la categoría intermedia desde Jorge Lorenzo (2006-2007). Rins lo sigue intentando, pero no puede con el francés, y Lowes se aleja caída tras caída.
Solo queda la incógnita de MotoGP. ¿Qué papel podrá jugar Ducati en lo que queda de campeonato? ¿Su triunfo en Austria es flor de un día, o la constatación de su nueva condición en el campeonato? Si se trata de esto último, será un nuevo aliciente en el Mundial. Hasta ahora nadie se había podido inmiscuir entre Márquez, Lorenzo y Rossi, los aspirantes a la corona, pero si en las próximas ocho carreras las Ducati siguen siendo competitivas, la situación puede cambiar y dar pie a nuevos escenarios, y todo ello enriquecerá un campeonato que parece condenado tras un sólido liderato de 43 puntos.
