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La BarrYcada: vísteme despacio que llevo prisa (1)

Tipos de cascos y consejos para su elección
Fotos: Barry
Ese viejo refrán español que parece el título de una película de Paco Martínez Soria, es de lo que hablaremos en las próximas BarrYcadas: cómo, cuándo y para qué, debemos elegir nuestro equipamiento.

Se me ha ocurrido que la temática de mi columna trate hoy sobre el equipamiento: en cómo debemos emplearlo correctamente y sobre todo, cómo elegirlo pensando en la utilización para la que está diseñado. Así que haremos tres bloques principales; Cascos, Chaquetas y Pantalones y, por último, Botas y Guantes. Como este tema da para mucho, La BarrYcada de este mes, se la vamos a dedicar a los Cascos.

Este, de momento, es el único elemento obligatorio para conducir una moto en España y por tanto legislado con una homologación europea ECE, que es la que nos afecta a nosotros. La mayor parte de los cascos que se pueden adquirir en el mercado la cumplen, aunque hay excepciones con algunos modelos que se comercializan con las homologaciones americanas DOT y SNELL, o con la japonesa JIS, y esto no significa que no sean seguros, solo que no son válidos para su uso en Europa.

Casco modular

Vamos de cabeza: ¿Modular, Integral o Jet?

En cuanto al tipo, es una gran pregunta que tiene varias respuestas, pero que resumo en una: depende de para qué. En primer lugar quiero aclarar algo; un casco es una herramienta que puede ser perfecta para un uso, pero poco adecuada para otro. Y también quiero acabar con la leyenda de la falta de seguridad en los modulares. Me explico: un casco modular puede tener diferentes homologaciones, a saber, la de ‘Jet‘ si su mentonera no pasa las pruebas de resistencia al impacto frontal, y que podemos encontrarla en algunos cascos de baja calidad aunque de aspecto bastante bueno. La de ‘Integral‘, con la que sólo se puede conducir con la mentonera abatida, es decir que no se puede llevar abierto. Y por último los que cumplen con las dos anteriores, ya que incorporan un sistema de bloqueo de la mentonera, que evita que ésta se pueda bajar involuntariamente.

Este punto es en mi opinión muy controvertido y muy mal legislado. La función principal de un casco es la de desviar y absorber la energía del impacto. Por lo tanto, cuanto más esférico sea un casco, mayor capacidad tendrá de desviar esa energía. Si llevas la mentonera abierta, el efecto de palanca que esta ejercería sobre tu cuello, puede provocar graves lesiones. Y sin embargo, la legislación lo permite.

Y aquí entramos en el punto más conflictivo de los modulares: ¿Se abren en caso de impacto? Pues si es de calidad, ten por seguro que no. La estadística demuestra que la mayor parte de los impactos en caso de colisión, se producen en la zona occipital de la cabeza, no en la barbilla. Además, los modulares tienen una clara ventaja con respecto a los integrales cuando se precisa una intervención médica de urgencia, y es que en el supuesto caso de una parada respiratoria, los sanitarios te pueden intervenir sin necesidad de quitarte el casco, con el riesgo que conlleva si tenemos una lesión craneal o cervical. Con un integral, deben asumir ese riesgo, porque si no te intervienen de inmediato, te ahogarías allí mismo.

Los modulares son cascos diseñados especialmente para una utilización turística, ya que esa versatilidad que tienen al poder abrirlos rápidamente en las paradas de repostaje o en los peajes, tiene también un inconveniente, y es que debido a los mecanismos de apertura, más la doble pantalla y otros elementos que incorporan, son más pesados y ruidosos que un integral. Y el peso es un elemento clave en la seguridad de un casco. Tengamos en cuenta que aquí se juntan dos factores: una masa no suspendida que puede variar en su peso que es el conjunto de cabeza y casco, con un conjunto muelle-amortiguador fijo que es nuestro cuello. Cuanto más carguemos el amortiguador, más riesgo tenemos de sufrir lesiones cervicales ya que la masa en movimiento es mayor.

Si nuestra moto dispone de una buena pantalla protectora, el ruido que producen los ángulos de unión de la mentonera con la calota externa se minimiza, puesto que no se crean turbulencias y más importante, debemos ejercer menos fuerza con el cuello por la mejora aerodinámica. Por eso decía antes que “depende de para qué”. Con una moto de estilo GT o Maxi-Trail, un buen modular es un casco perfecto, pues su diseño está pensado para una posición erguida y si os fijáis, el ángulo de ataque del frontal suele ser más pronunciado para mejorar la aerodinámica y además tienen mayor visibilidad perimetral y el cierre suele ser por mecanismo de clic o micrométrico. Si tu moto es una naked deportiva, estos no son tus cascos más adecuados.

Cascos integrales

Cascos integrales 

En el caso de los integrales, también tenemos diferentes estilos, desde los más deportivos y radicales, pasando por los de carácter más turístico, o los de estilo retro tan de moda en nuestros días. Empezaremos por estos últimos. Se suelen llevar con motos neoclásicas, tipo Scrambler o Café Racer y guardan una estética muy acorde con nuestra motocicleta, y no vamos a negarlo, nos mola ir chulos en nuestra moto que para eso la tenemos. El componente narcisista y un poco (o mucho) exhibicionista del motorista, está ahí. Y además debe estar ¡qué coño!

Pero los más viejos del lugar, entre los que me incluyo, recordaremos los problemas que teníamos con nuestros cascos de antaño, es decir: entraba aire por todos lados y cuando llovía el agua se colaba por la pantalla y no veíamos un pimiento. Aparte de que hacían mucho ruido, pesaban bastante y su aerodinámica solía ser bastante mala. Y todos esos defectos los han heredado los actuales, aunque hayan mejorado en los apartados de seguridad por los materiales empleados en la actualidad. O sea, que si es para ‘lucir palmito’ por ciudad o una escapadita en tu Bonneville con buen tiempo, vale. Pero si la utilización es más intensiva… chungo.

Los puramente deportivos son para lo que la misma palabra define: practicar deporte. Suelen ser cascos muy ligeros, con muchas entradas de ventilación y elementos aerodinámicos para mejorar la estabilidad de la cabeza a alta velocidad, y su diseño suele estar pensado para adoptar una posición más inclinada en la moto, por lo que penalizan en la faceta turística. Y su cierre es siempre por doble anilla, obligatorio en competición. Los modelos de más alta gama llegan a incorporar sistemas de extracción de la calota externa, dejando la interior en la cabeza para evitar daños en una intervención médica en caso de accidente. 

Luego tenemos los cascos con un enfoque más polivalente que intentan aunar las características de un casco deportivo con los puramente turísticos como son los modulares. Aquí el cierre, depende del fabricante, puede ser con cualquiera de los sistemas antes citados. También pueden incluir la doble pantalla.

Cascos 'retro'

Cascos abiertos o ‘Jet’

En cuanto a los Jet, pues poco se puede decir. Su uso es casi exclusivo para ciudad y a baja velocidad. Al llevar la cara totalmente expuesta, no sólo es que tengamos menos protección en caso de una caída, también corremos el riesgo de “comernos” un insecto en verano (eso hace mucha pupita) y por supuesto, aire, lluvia y demás inclemencias meteorológicas nos harán prácticamente imposible su uso en invierno. Cuando me dicen “yo es que voy muy despacio”, siempre les digo: tú échate las manos a la espalda y déjate caer de bruces con un casco u otro”. Y ahí acaba la conversación.

En definitiva: no porque un casco sea muy bueno, muy caro o muy bonito, tiene que ser el ideal para nosotros. A la hora de adquirir uno, tenemos que valorar todos los aspectos que hemos tratado y no dejarnos llevar por las modas que vienen y van. Y un dato que no quiero dejar en el tintero es que cada uno de nosotros tenemos una estructura craneal distinta, y eso implica que no todos los cascos nos quedan bien. Hay que elegir uno que nos resulte muy confortable, pues la comodidad es fundamental para la seguridad.

Cascos abiertos

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