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Yamaha XSR700 2016: reinventando las Sport Heritage

Fotos: Yamaha
En el pasado Wheels & Waves, Yamaha llevaba una sorpresa de la mano del legendario fabricante afincado en los Ángeles Shinya Kimura. Se trataba de la Yamaha XSR700, con la que la marca de los diapasones completa la renovación de su gama deportiva retro con un enfoque completamente diferente.

La Yamaha XSR700 al desnudo

Hay que tener en cuenta que aunque la nueva Yamaha XSR700 esté inspirada en la XS650 de los ’70 no quiere decir que el diseño sea fiel a la original. Al contrario ya que con la nueva filosofía Faster Sons, la búsqueda gira en otro sentido, aunque aquí y allá se encuentran pequeños detalles con los que recordar perfectamente de dónde procede.

El motor y el chasis es el mismo que se utiliza en la Yamaha MT-07, al igual que el tren delantero. La primera modificación la encontramos en el basculante, que es ahora más corto y de solamente 530 mm con el fin de conseguir una moto todavía más ágil si cabe y además visualmente más corta, algo que ayuda también el subchasis de nueva factura.

El amortiguador trasero pasa a estar en una posición mucho más horizontal y sobre él, un asiento en piel con dos texturas que incluye el logotipo bordado. Detrás de él se sitúa la redonda luz de freno y posición.

A medida que nos vamos desplazando por el lateral, encontramos varias piezas fabricadas en aluminio con rejillas, hasta llegar a la zona del depósito que es también específico y fabricado completamente en el mismo material, al igual que en el guardabarros delantero y el soporte del faro, quizás una de las señas de identidad más marcada de la Yamaha XSR700 junto con el manillar, más elevado que el de la MT-07 y de sección cónica.

A él se ancla la nueva instrumentación, formada por un único reloj, que mantiene el aspecto clásico aunque su esfera sea completamente digital y, con ello, nos muestre toda la información que podamos necesitar como el tacómetro, la velocidad, el nivel de combustible, la hora o la marcha engranada.

El depósito de aluminio de la Yamaha XSR700 está muy cuidado

Por último, el escape es ahora mucho más corto, con salida por la parte baja derecha, justo a la altura del reposapié. Con él se consigue que el motor de arquitectura crossplane suene de una forma más contundente si cabe.

Yamaha anunciaba en la presentación de la Yamaha XSR700, no sólo que va a estar disponible a partir del mes de noviembre en dos colores (Forrest Green y Garage Metal), sino que lo hará con un gran catálogo de accesorios así como de una gama de ropa Faster Sons. Además, entrará a formar parte del programa Yard Built en el que los mejores preparadores le dan una vuelta más de tuerca al diseño original y que además, irán presentando y poniendo a la venta las piezas que utilicen durante el próximo año.

Yamaha XS650: la antecesora

La Yamaha XSR700 representa la primera motocicleta con esa cara renovación que Yamaha quiere dar a sus modelos dentro de una filosofía muy clara y que toma nombre propio: Faster Sons. Y es que como el propio término inglés define, buscan una inspiración clásica combinada con tecnologías modernas con el fin de conseguir vehículos de apariencia similar a la de los modelos en los que se inspiran pero que sean utilizables en el día a día, tal y como se le exige a una moto contemporánea.

Así, Shinya Kimura tomó como base una Yamaha MT-07 para convertirla en una XSR700, un modelo que bebe de las fuentes del diseño de la Yamaha XS650. ¿Y por qué este modelo de Yamaha? Porque además de conseguir con él enorme éxito, comparten una de las señas de identidad más importantes: la arquitectura del motor.

La Yamaha XS650 vio la luz allá por 1968, aunque su nacimiento y concepción viene de casi 20 años antes, de 1950, cuando los japoneses miraban de reojo a Europa con el fin de inspirarse en los diseños del viejo continente para realizar sus primeros vehículos tras la postguerra.

Yamaha XS650 de 1974

Por aquel entonces, la marca japonesa Hosk presentaba su nueva motocicleta, la Hosk 500 Twin, la cual se había basado claramente en el nuevo motor que había presentado años antes los alemanes de Horex. Éste era muy adelantado a su tiempo ya que utilizaba un bicilíndrico en paralelo con los pistones en posición vertical.

Realmente la Hosk era la única moto japonesa de los años 50 que era capaz de medirse de tú a tú en prestaciones con las máquinas europeas. Era muy rápida pero lamentablemente también muy cara, lo que hizo que finalmente la marca fuese vendida a Showa con todos sus diseños. Posteriormente Showa fue adquirida a principios de los años 60 por Yamaha, y con ella todos los conocimientos de Hosk que, poco antes de desaparecer, ya había diseñado un motor completamente nuevo y de 650 cc de cilindrada, aunque manteniendo la misma arquitectura de dos cilindros en paralelo que tan buen resultado había dado en cuanto a fiabilidad-prestaciones.

El basculante de la Yamaha XSR700 es más corto que el de la MT-07

Yamaha no se lo pensó y mejoró el motor de 650 para hacerlo mucho más barato de fabricar con el fin de ofrecerlo a un público que buscaba un motor de cuatro tiempos que a la vez les permitiese cierta deportividad. Y así era como en 1968 se presentaba la primera versión de la Yamaha XS650 y que estuvo en producción, modificándola y mejorándola año tras año hasta 1985.

Como nota curiosa y para que os hagáis una idea de las magníficas prestaciones que tenía para la época y, lo que es mejor, lo fácil que era modificarlo y ganar potencia sin por ello perder fiabilidad, es que el propio Kenny Roberts corrió en el AMA Dirt Track con motores derivados de la XS650.

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