El futuro de los cascos parece que va encaminado hacia una integración de la conectividad con nuestro teléfono inteligente, al igual que ha ocurrido con los automóviles. Cada vez más empresas pequeñas investigan la forma de lanzar lo que se denominan smarthelmets ya sea con HUD (Head Up Display) o sin ellos. En el CES de Las Vegas hemos conocido el casco Tali, lanzado por la pequeña startup francesa Taliconnected y que resulta realmente interesante ya que integra soluciones para hacernos más visibles gracias a la luz de freno o intermitente.
Cierto es que no se trata del primer casco dotado con luz (Shark por ejemplo tiene uno desde hace años). No hace demasiado hablábamos de otro interesante prototipo, en este caso de un casco jet. O incluso de sistemas que se pueden adherir a los cascos actuales como el LightMode. Pero el Tali va un paso más allá.

En este caso cuenta con luces de freno e intermitentes integrados que se sincronizan con los de la motocicleta y operan de forma conjunta. Al mismo tiempo, en la parte frontal también está dotado de una luz LED blanca que permite hacernos más visibles respecto a los coches que circulan en dirección contraria a nosotros. Permite de esta manera apreciar mejor la distancia a la que se encuentra la moto, algo que no siempre es fácil cuando se trata de una sola luz.
Además el casco Tali incorpora pantalla fotocromática y conexión Bluetooth para conectarse con nuestro teléfono. Tali Connected asegura que es compatible con Alexa Ai, pudiendo usar comandos de voz para responder, hacer llamadas, configurar los sistemas de navegación o seleccionar nuestra música preferida que suena a través de los altavoces incorporados.

Como no podía ser de otra forma cuenta también con la posibilidad de realizar una llamada de emergencia si detecta que hemos sufrido un accidente. Los sistemas integrados ayudan a conocer nuestra posición en todo momento e incluso si nos roban el casco, sería capaz de dar su posición funcionando como un sistema antirrobo.
Eso si, todas estas tecnologías suelen tener un coste elevado que en el caso del Tali se calcula en algo más de 1.000 euros. Sus creadores llevan tres años trabajando en el proyecto y en breve esperan poder lanzar una campaña de crowdfunding para financiar las siguientes etapas del proceso y así poder lanzar sus primeros modelos a finales de este año.