No hay fórmulas mágicas para evitar que nuestra moto se averíe, aunque sí para intentar minimizar las opciones de que esto suceda. El caso es que en Reino Unido se está dando un caso muy curioso con las motos averiadas. Hay, sistemáticamente, un abandono de motos en las Autopistas Nacionales.
En concreto y según nuestros compañeros de MCN, entre 2021 y 2022 se abandonaron en la red 306 motos. Hay que decir que este abandono de motos es referente sólo a las denominadas National Highways, y no a toda la red de autopistas del país.
Para ser más concretos, en 2021 fueron 134 las motos abandonadas y en 2022 172. No hay datos, por el momento, de qué está pasando en 2023, pero lo que sí sabemos es que es una cantidad de motos descomunal.
La cuestión, además, es que a este elevado número de abandonos de motos hay que sumar que muchas otras se venden tras la avería. ¿Por qué está sucediendo esto? Pues bien, no es porque el usuario de motos sea caprichoso y le dé igual su moto.
Tampoco es porque sean muy especiales y no quieran volver a ver una moto con la que se han quedado tirados. La realidad es mucho menos “romántica” y más económica, y tiene que ver con la recogida de la moto.
Al parecer, hay muchos usuarios que no tienen asistencia en carretera. Entonces, cuando la moto falla simplemente la dejan allí. Seguro que tú has visto esa situación alguna vez con algún coche o alguna moto por aquí.
La cuestión es que una vez se considera que hay un abandono de la moto, y teniendo en cuenta la ley vigente al otro lado del Canal de la Mancha, la policía puede ordenar la retirada del vehículo.
El dinero es la causa del abandono de motos
Si esto sucede, el propietario tiene que hacerse cargo, como es lógico, de los costes económicos que suponen la retirada del vehículo y el almacenamiento del mismo. Así, para que retire el vehículo ahora mismo hay que pagar 192 libras, que con el cambio actual son casi 225 euros.
A esto hay que sumarle que el depósito cobra 7 libras por día hasta un máximo de una semana, es decir, que hablaríamos de otros 106,33 euros por esa semana. Hasta ahora ya es una cantidad que puede hacer daño al bolsillo, pero la cosa se pone más fea a partir del octavo día.
Es entonces cuando la moto se traslada a las instalaciones de almacenamiento y los costes no paran de aumentar. Llegados a ese punto, es probable que la deuda sea tan grande que los usuarios no quieran hacerse cargo de ella.
En ese momento Carreteras Nacionales puede incluso vender o destruir la moto. Pero ahí no acaba la historia, porque el hecho de desprenderse de la moto no liquida automáticamente la deuda, y queda pendiente. ¿Moraleja? Mejor tener un seguro con grúa…