VOGE es el escaparate europeo con el que el gigante asiático Loncin se ha posicionado en el Viejo Continente el año pasado, sin descuidar la fabricación de motores para otros fabricantes de prestigio. Así, la gama VOGE actual consta de seis modelos agrupados en cuatro segmentos (trail, neo-retro, supersport y naked) y dos motorizaciones (monocilíndrico y bicilíndrico).
VOGE se importa a España a través de la empresa valenciana Onetron Motos, una de las cuatro sociedades que forman el macrogrupo ONEX (especializado en las dos ruedas desde 1988), y ya cuenta con una treintena de puntos de venta oficiales en España.
Esta VOGE 300R compite por el mismo mercado que otras rivales monocilíndricas como la BMW G310R, Honda CB300R, Husqvarna Vitpilen 401, KTM 390 DUKE, Orcal SK03 o Zontes R310.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
El propulsor es un monocilíndrico DOHC 4 válvulas de 292 cc con 25,8 CV a 8.500 rpm, 23 Nm a 6.500 rpm e inyección electrónica Bosch. A nivel chasis encontramos un bastidor multitubular de acero apoyado en una horquilla invertida de 35 mm y monoamortiguador trasero con bieletas. El manillar ancho, las estriberas dentadas (con gomas extraíbles) y una altura asiento-suelo de 79 cm son otros detalles.
Otras características pasan por el empleo de llantas de aleación de 17 pulgadas, discos de freno lobulados, ABS Bosch, depósito de gasolina de 15 l., iluminación full-LED, instrumentación LCD, toma de corriente USB, escape bajo, maneta de freno regulable y portamatrícula flotante.

EN MARCHA
En parado, el diseño de la VOGE 300R es lo primero que centra tus miradas, con una imagen afilada que acentúa su deportividad. Es accesible, cómoda, llegas bien con los dos pies al suelo y rápidamente te sientes bien integrado en ella.
Circulando por ciudad agradeces su estrechez y contenidas dimensiones, una moto ideal para desenvolverte entre el tráfico urbano con la que también puedes tener algunos escarceos en carreteras secundarias si te apetece «echarte unas curvas». También goza de un amplio radio de giro, lo que facilita todas las maniobras.
Este monocilíndrico admite sobrerrégimen de buen agrado, defendiéndose decentemente en medios, un carácter que casa perfectamente con su espíritu. También se encuentra a gusto si juegas con su caja de cambio de 6 velocidades para lograr que siempre vaya en la zona buena del cuentavueltas y, aún con todo, no es gastona (3 l./100 km de media en nuestra prueba).

Con 170 kg llena y una parte ciclo muy compensada, la 300R se desenvuelve muy bien en tramos revirados y con cambios de dirección rápidos, es suficientemente ágil como para divertirte en ruta y también mantiene una estabilidad suficiente como para transmitirte seguridad en todo su rango de uso.
Otros aspectos prácticos a destacar pasan por una frenada consistente (el doble disco delantero siempre es de agradecer) y un pequeño deflector frontal que ayuda a desviar un poco el aire, además de la buena lectura de la información proporcionada por la pantalla digital, en la que no falta barra con nivel de combustible, reloj horario, consumo medio y marcha engranada.
