La llegada de la marca QJMotor a España ha sido a lo grande, con nada menos que 7 modelos repartidos en los segmentos trail, naked y neoclásico, y que ya se están distribuyendo en su red de concesionarios por todo el país. El honor de ser el primer modelo presentado a la prensa es para la QJMotor SRK 400 2023; una interesante propuesta de media cilindrada que llega a un segmento abarrotado de buenas opciones. QJMotor es una marca de Qianjian Motorcycles que fabrica motos, motores y componentes desde hace más de 30 años y entrega productos de calidad para viejas conocidas como Benelli y QJang entre otras.
Por todo esto se puede decir que QJMotor no es exactamente nueva en España, sino que vuelve después de incursiones previas, pero ya sin disfraces ni complejos. Con su propia imagen de marca y el objetivo claro de presentarse a un público joven, urbano y que no alimenta los viejos apriorismos respecto a los productos chinos.
La nueva QJMotor SRK 400 2023 de imagen deportiva y musculosa, tendrá que hacerse un hueco entre sus competidoras tales como la KTM 390 Duke, la Yamaha MT-03 o la Kawasaki Z400. El respeto emana de la competencia y estamos seguros de que a más de uno la SRK 400 le va a entrar por los ojos y a alguno más le va a convencer por su comportamiento.
Características y Equipamiento QJMotor SRK 400 2023
La QJMotor SRK 400 2023 resulta ser una muy competente naked de media cilindrada de estilo deportivo y diseño compacto, con un motor ágil y fácil de aprovechar. El propulsor bicilíndrico de 400 cc DOHC de 8 válvulas y refrigeración líquida ofrece una potencia de 41 CV y un par motor máximo de 37 Nm a 7.500 rpm. La entrega de potencia es suave al comienzo, ágil en medios y divertida en la parte alta del tacómetro. Una progresividad que permite disfrutar tanto en trayectos urbanos como en salidas de fin de semana cuando se busca una conducción más alegre. Combina con una caja de cambios de 6 velocidades que se entiende muy bien con él y lo aprovecha sin problemas, haciendo que las recuperaciones resulten muy buenas.
El equipamiento electrónico incluye el sistema de ABS combinado, pero carece de control de tracción. La iluminación full led resulta moderna y minimalista, destacando tanto el faro delantero frontal doble por su diseño agresivo y como el piloto trasero por su ligereza. Una pantalla TFT multifunción corona el puesto de conducción, dándole un toque moderno y llamativo. Es de buena calidad y muestra los datos de forma clara y precisa (velocidad, rpm, nivel de combustible, hora y marcha engranada). Tiene dos modos: uno con el fondo negro y otro con el fondo blanco, y la posibilidad de que la moto haga el cambio automático entre uno y otro. Si bien es cierto que en días de lluvia se confunde un poco y puede resultar una distracción. El fondo negro se ve mucho mejor y maquilla un poco los bordes del panel.
La SRK 400 pesa 186 kg, con una distancia entre ejes de 1.425 mm y tiene el asiento a 785 mm del suelo, de forma que resulta una moto ágil y compacta. El depósito de gasolina es de 13,5 litros.
La parte ciclo de esta nueva SRK 400 no presenta grandes nombres en cuanto a componentes, pero sí destaca por la combinación sensata y acertada de los mismos. Empezando por el chasis, de tipo multitubular de una rigidez media y un diseño geométrico que además va pintado en verde fosforito en una de las versiones.
La suspensión delantera presenta una horquilla telescópica invertida de 125 mm de recorrido (no regulable) y un monoamortiguador trasero de 20,5 mm que se puede ajustar en precarga a lo largo de 20 clicks. El freno delantero es de doble disco con discos lobulados de 260 mm y pinzas de dos pistones, mientras que atrás el disco es de 240 mm y la pinza es de un solo pistón. Las ruedas son de 17” y los neumáticos que monta el fabricante son Maxxis. Las medidas del neumático delantero 110/70 R17 M/C y en el trasero 150/70 R17 M/C.
Sin duda, uno de los puntos fuertes de esta moderna QJMotor SRK 400 2023 es su diseño que no dejará indiferente a nadie. Desde el faro al colín está llena de características singulares que hacen de ella una moto con una personalidad propia. El faro delantero doble full LED le da presencia de moto más grande en carretera. Las piñas están retroiluminadas (un toque bastante original) que unido a la pantalla TFT llamativa y luminosa, ofrecen una vista limpia y futurista desde el puesto de conducción. Algunos detalles más confieren un carácter deportivo a la moto, como sus discos de freno lobulados y las aletas del depósito, que junto a la quilla forman unos ángulos agresivos y musculosos.
El monoamortiguador trasero está escorado hacia la derecha y reposa sobre un basculante multitubular que continúa la línea dibujada por el chasis. El sistema de escape tiene el silencioso situado muy abajo y muy corto, sumando así al aspecto compacto general de la moto y añadiendo un toque de deportividad al tiempo que baja el centro de masas.
La parte trasera de la moto finaliza con un llamativo portamatrículas flotante que continúa la línea estética del chasis y el basculante. El colín es la mínima expresión, con un diseño fino y ligero que integra las asas para el pasajero como si fueran parte del carenado. El asiento presenta unos materiales agradables, un buen acabado y está compuesto por dos piezas (conductor y pasajero).
En Marcha con la QJMotor SRK 400 2023
Subidos a la QJMotor SRK 400 2023 lo primero que llama la atención desde el puesto de conducción es la brillante pantalla TFT que resulta francamente atractiva, aparte de ofrecer correctamente toda la información sin resultar demasiado compleja. Cuando movemos la vista hacia las piñas encontramos una novedosa retroiluminación que resulta muy llamativa, y en combinación con las formas angulares de los botones le confiere al puesto una sensación futurista, como de “nave espacial”.
La postura de conducción resulta casi perfecta para la mayoría de las tallas. En mi caso (que mido 186 cms) me encontré un poco encajonado. Especialmente al intentar mantener las rodillas por debajo de las aletas del depósito. Los estribos están bastante bajos (tanto como para tocar con los avisadores con frecuencia en curvas) lo que hace que la posición de las piernas resulte relajada. Sí me llamó la atención la posición de la palanca del selector de marchas y la del freno trasero, que sin llegar a ser molesto, es cierto que las encontré un poco más retrasadas de donde las esperaba (peccata minuta).
El asiento, que se sitúa a 78,5 cms del suelo, resulta sorprendentemente fino en acabados. Tanto las costuras como los materiales presentan muy buena cara y estéticamente es muy llamativo. El relleno es más bien tirando a durito, lo que no lo hace el más cómodo del mundo, pero sí permite mantener una actitud de alerta y una posición deportiva. No estamos hablando de una moto pensada para grandes distancias o largos días de viaje.
Cuando arrancamos el motor descubrimos otra de las grandes bondades ocultas de esta SRK 400, y es que el sonido del escape sorprende por lo lleno y lo contundente, dando impresión de moto de mayor cilindrada. Un buen punto a favor sin duda.
Cuando empezamos a rodar, la moto se siente suave y práctica. Volvemos a la tierra y nos olvidamos de su aspecto agresivo. No estamos ante una monstruosa deportiva y ni falta que hace, pues nos movemos por recorrido urbano como quien unta mantequilla en una tostada con un cuchillo caliente. El motor es elástico y progresivo y las recuperaciones son excelentes, por lo que podemos recorrer la ciudad con pocos cambios de marcha y siempre con par suficiente. Ideal para esos momentos en cruces y rotondas en los que casi llegamos a pararnos, pero no y necesitamos levantar otra vez el tacómetro.
El tacto del embrague es francamente bueno. No hay puntos muertos ocultos, no hay rastro de dureza o enganchones ni en la maneta ni en el selector y el conjunto funciona realmente bien. Resulta suave y preciso y esto es muy de agradecer en una moto que principalmente tiene su hábitat en la ciudad.
Cuando salimos a carretera abierta, el motor de la SRK 400 tiene potencia de sobra para mantener velocidades de autopista con mucho margen y mueve sin problema mis 100 kg de peso. En carreteras de curvas, volvemos a disfrutar de uno de sus puntos fuertes con esas recuperaciones fantásticas gracias a su buen par motor de 37 Nm a 7.500 rpm. La parte ciclo resulta adecuada para un uso generalista si no buscamos grandes épicas deportivas. El chasis es firme y le otorga a la moto una agilidad suficiente para ser divertida. Es en las suspensiones donde tal vez hubiera agradecido un punto más de dureza que ofreciera algo más de aplomo en curva. En defensa de la SRK 400 hay que recordar que yo peso 100 kg y otros compañeros más livianos en la prueba no comentaron en la misma dirección.
Los frenos resultan correctos y fiables. Solamente le podríamos poner una pega en el tacto de la maneta delantera, que se presenta un tanto “fría”. La mordida es firme, sí, pero poco progresiva y no muy dosificable. Es de esas cosas a las que te acostumbras a los pocos minutos, nada grave y no resta efectividad a la capacidad de detención que se muestra correcta y segura.
Con todo esto sobre la mesa, decir que la moto sí resulta divertida en curvas y desde luego que es suficiente para cualquiera que, además de moverla por la ciudad, quiera despertarla un poco más los fines de semana en la sierra más cercana. El motor es suave y capaz con fantásticas recuperaciones, el chasis y la parte ciclo le dan un toque ágil y funcional a la SRK 400. El comportamiento en curvas no es el de una moto deportiva, pero sí el de una moto con carácter deportivo. Con ella podemos disfrutar de enlazar curvas y estirar en las salidas de las mismas, escuchando el agradable sonido del escape y sintiendo el empuje de un par motor respetable. Sin duda un plus para esta compañera del día a día que pasa de herramienta a juguete con facilidad.
Algunos detalles de marcha que también cabe señalar, por ejemplo, respecto a los retrovisores es que en ningún momento presentan vibraciones ni una imagen borrosa (la moto no vibra especialmente). También comentar que el asiento sí resulta un tanto duro al final de un día largo. Aunque estoy seguro de que unos glúteos más jóvenes que los míos no encontrarán el mismo malestar.
Aparte de algunas pequeñeces, la vida sobre esta SRK 400 puede ser muy agradable. Lo mejor que he encontrado ha sido sin duda la progresividad y dulzura del motor, unido a un cambio suave y preciso y unas prestaciones solventes en carretera.