Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

ProBoost M1: Una bestia con motor V8 bi-turbo de BMW y 360 CV

El sueño de un empresario finlandés hecho realidad.
Fotos: ProBoost Finland Oy
Hay veces que uno se encuentra por la red artilugios como el que hoy os traemos. Esta motocicleta con motor V8 procedente de un BMW le parecía poca cosa a su creador, por lo que le aplicó sendos turbos en busca de algo más de potencia. La idea era comercializarla en serie, pero todo quedó en un solo prototipo difícil de calificar.

Cuando uno se pone a investigar y ojear motocicletas extrañas por internet, en ocasiones da con verdaderas «castañas andantes» y otras, como en esta ocasión, se encuentra con artilugios que llevaron una larga dedicación y trabajo por parte de sus creadores. Y aunque finalmente el proyecto no llegara a buen puerto, tal y como se había planteado en un inicio, siempre quedará esa unidad prototipo como la que hoy os mostramos y de la que queremos hablaros.

Para ello tenemos que remontarnos al año 2015 cuando el propietario de la empresa finlandesa dedicada a fabricar kit de turbocompresores para moto, ProBoost Turbo Systems de Jarmo Kelahaara, decide crear una motocicleta hecha a medida por él y su equipo en sus instalaciones. Esto es gracias a un cambio en la normativa finlandesa en la que se dejaba de limitar el peso o tamaño de una motocicleta artesanal o modificada. Es por ello que esta llevaría palpitando en su interior un gigantesco propulsor, de origen BMW V8, de 4.0 litros de cubicaje. Más concretamente el usado en los BMW 540i e39 y 740i e38, conocido en código interno como M60B40.

Propulsor V8

Por si esto fuera poco y aplicándonos nuestro refranero español, “más vale que sobre, que no que falte” Kelahaara hace lo que mejor se le da, instalar dos turbocompresores ProBoost TD05. Como ya os podéis imaginar el bloque alemán paso de ser un portento, que ya era en origen con 286 CV, a una bestia de nada menos que 360 CV Y 521 Nm. Toda esa potencia era llevada a la rueda trasera mediante un cambio de tipo automático, derivado directamente del montado con ese propulsor en los vehículos de la marca bávara.

Está claro que para poder soportar toda esa potencia, y llevarla al suelo de manera segura, había que fabricar una parte ciclo a medida, algo en lo que trabajó laboriosamente su creador y el equipo con el que contaba. A la vista está el chasis totalmente diseñado y fabricado por ellos. También todas las piezas mecanizadas necesarias para poder unir todas y cada una de las partes de este.

Parte ciclo completada

Para completar a esta ProBoost M1 la marca opta por acoplar en su frontal las barras de una horquilla invertida procedente de una Suzuki Hayabusa. Atrás cuatro unidades de monoamortiguador Ohlins, dos por cada lado, harían mantenerse estable a la zaga. Otros detalles técnicos a destacar era el sistema de escape Akrapovic, o el pesado cigüeñal de origen que al contrario de lo que uno podría pensar, le ayudaría a mantenerse más fácil en posición vertical y ser más estable. Unos enormes neumáticos e medida 150/60ZR17 en la parte delantera y 260/40VR18 atrás, harían el resto. Las cotas finales, como no podia ser de otra manera, no dejan indiferente a nadie. Con una longitud total de 2.650 mm, contaba con un peso en seco de nada menos que 450 kilogramos.

Jarmo Kelahaara intentó comercializar el modelo en serie, pero el invento no resultó. De hecho se ofrecía la posibilidad de vender los planos y el bastidor a modo de kit por unos 2400 euros. Si lo deseabas ProBoost Turbo Systems te construía una de sus M1 por unos 23.000 euros en 2016. En 2018 se puso en venta en modalidad de subast, la única unidad fabricada, a un precio de salida de 34.000 dólares en la plataforma de Ebay, pero no tuvo interés por parte de público.

Lo último

Lo más leído