¿Quien no recuerda en su tierna infancia la fascinación por subir a hombros de algún “mayor”? ¿Quién, siendo adulto, no ha subido en hombros a un “peque”? Seguramente es una experiencia bidireccional, pero que a partir de ahora puede cobrar otra dimensión totalmente desconocida.
Gracias al Piggy Back Driver, nuestra cabeza y nuestros hombros se convertirán en la moto definitiva para los más pequeños de la casa. Se trata de un casco con un manillar en lo más alto, que incluye luces y botones para disfrutar de las travesuras a duo.
Por un lado, el casco, que simula una moto, permite a los niños y niñas agarrarse cuando se les lleva en hombros, haciendo más seguro el proceso. Pero no todo es seguridad, también hay lugar para la diversión y para ello está conectado con unos pequeños faros que hacen la función de intermitentes y se iluminan de un lado o de otro dependiendo del movimiento y vibrando a la vez. Además, lleva un botón de “turbo” que activa las luces y los sonidos y, lo mejor de todo si tienes sobrinos y quieres que den la lata a sus padres, un botón de claxon.
Por el momento, está en proceso de desarrollo y, de hecho, buscan colaboradores en el aspecto económico para poder darle salida a un producto con el que los paseos serán más divertidos para toda la familia.