Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Indian FTR Black Swan: la reina de la noche

Realizada por Workhorse Speed Shop
Fotos: Indian Motorcycle
Customizar una Indian FTR puede no ser un proceso sencillo, pero los resultados suelen ser espectaculares. Es lo que ocurre con el último proyecto de los chicos de Workhorse Speed Shop: su nueva Indian FTR custom Black Swan (Cisne Negro) es todo un espectáculo acabado a mano y con componentes de calidad para redondearla. Lo único malo es que no está a la venta.

Los chicos de Workhorse Speed Shop han vuelto a dar la talla con la creación de una nueva customización de la Indian FTR. Tras la Indian FTR AMA o Indian FTR Martini Racing, ahora llega la nueva Indian FTR custom Black Swan (Cisne Negro). Toda una Reina de la Noche concebida en torno a la fibra de carbono y el negro. Su creador no podía ser otro que Brice Hennebert, creador también de la espectacular Indian Scout Bobber ‘Appaloosa’ y el dueño del taller Workhorse Speed Shop en Wavre (Bélgica).

La Indian FTR custom Black Swan es un concepto en el que Brice Hennebert lleva trabajando ya un tiempo, tal y como os comentamos el pasado mes de julio. Brice la concibió hace varios años cuando compitió en Wheels & Waves contra la Miracle Mike, la Indian Scout transformada por The Young Guns. La inspiración de su estilo proviene de múltiples direcciones y épocas: superbikes de los 90, motos de Grand Prix modernas e incluso Porsches tuneados por RWB. Así fue llegando la singular y no menos espectacular Indian FTR custom Black Swan:

Una custom muy complicada

«Tuve la visión de construir una moto deportiva para uso en carretera, realmente deportiva, construida como una moto de GP. Profundamente inspirada en las motos deportivas de los 90, todas hechas de fibra de carbono. El propietario me dio total libertad en torno al proyecto, entonces llevé todos los niveles al máximo. Eso es lo que pasa cuando tengo total libertad. Es bastante única y la construcción más complicada que he hecho hasta la fecha» afirmó el bueno de Brice Hennebert.

Y no es para menos. Después de los bocetos preliminares, Brice viajó hasta la central de Akrapovič en Eslovenia para ayudar a fabricar el hermoso sistema de escape 2-1, con el silenciador suspendido manteniendo el perfil elegante que Brice imaginó. Debido al cierre de fronteras por la pandemia del coronavirus estuvo a punto de quedarse atrapado en Eslovenia. Pero de vuelta al taller construyó una malla de alambre alrededor de la FTR como base sobre la cual modelar la carrocería en arcilla, al estilo clásico.

«Este paso me resulto más fácil de lo que esperaba porque no tuve que crear un chasis simétrico entero de arcilla, solo una mitad de la moto como master. Una vez definida la forma, usé un escáner 3D para pasar el modelo a Formae Design, que trabajaron conmigo para refinarlo, crear la simetría de cuerpo completo e integrar todos los accesorios. Christophe de Formae me ayudó mucho con todos los diferentes componentes del cuerpo», resalta. La Indian FTR custom Black Swan comenzaba a tomar forma.

Más componentes únicos para la Indian FTR Black Swan

Mientras Formae perfeccionaba el diseño del carenado, Brice realizaba varias modificaciones en el chasis, como la fabricación del depósito de combustible alrededor del sistema de admisión de aire original. Tim de Vinco Racing Engineering ayudó un montón con los componentes CNC mecanizados del diseño de Brice como el basculante, las placas de chasis, el conjunto de tijas y mucho más.

Cuando el modelo en CAD estuvo terminado, se imprimió en 3D y enviado a Robert Colyns de 13.8 Composites. La empresa especializada en la fabricación de fibra de carbono tuvo un reto mayúsculo por delante: hacer el carenado de una sola pieza. Y lo consiguieron. «Como había decidido mostrar la fibra de carbono y no pintarla, le di a Robert la libertad de elegir el tejido de carbono que se viera mejor y que funcionara con el diseño que le había dado. Después de unas semanas de espera, volvió con esta pieza infernal. El cuerpo entero solo pesa alrededor de 1,8 kg. Crear la carrocería fue de todo menos práctico, pero estaba decidido a tener una carrocería de una sola pieza«.

Modelando en arcilla el depósito de gasolina de la Indian FTR custom Black Swan

El detalle final: ¡faro delantero oculto!

Con el chasis y el carenado terminados, Brice ahora tenía que implantar una de sus ideas principales y sorprendentes: un sistema para revelar y ocultar el faro«Esa fue una gran lucha para mí. Puede parecer simple y fácil para algunas personas, pero para mí fue todo un desafío. Los ‘párpados’ están impulsados por dos motores controlados para una apertura y cierre cinemáticos». El efecto es ciertamente futurista y quizás algún día lo veamos en alguna que otra moto o coche. Pero, por ahora, es exclusivo de esta Indian FTR custom Black Swan.

Con la carrocería en fibra de carbono y esos ‘párpados’ del faro delantero, la Black Swan hace honor a su nombre. Pero la cosa no quedaba ahí. Siempre buscando agregar la mayor cantidad posible de customización a sus creaciones (un detalle que distingue a Workhorse), Brice fabricó un nuevo basculante de aluminio 7020. Conservando el punto de montaje de la suspensión original, Öhlins Racing proporcionó el monoamortiguador trasero especial superpuesto en negro para no desentonar, combinado con unas horquillas delanteras negras de competición.

La Indian FTR custom Black Swan, desvelada

Un único dueño y no está a la venta

«El sistema de frenado es de mi querido socio Beringer. Me ofrecieron el uso de un prototipo, uno de los sistemas de frenado más ligeros que tienen. El sistema completo de las ruedas delanteras pesa aproximadamente 1 kg, todo conectado a las llantas Rotobox de fibra de carbono, con neumáticos GP Racer suministrados por Dunlop para una conexión perfecta con el suelo. Esta moto es realmente dinámica en carretera», sentencia Brice Hennebert.

El toque final fue proporcionado por Jeroen de Silver Machine Seats, quien cubrió el asiento y el salpicadero con Alcantara, inspirado en los hypercars«Una decisión que no tenía ningún sentido, pero molaba», reconoce Brice. «Nunca hubiese conseguido una construcción tan complicada trabajando solo. Muchos de mis compañeros anteriores en Appaloosa dieron un paso al frente, así como muchos otros, y les estoy agradecido a todos. Disfruté mucho trabajando en este proyecto y espero que la Black Swan le dé al propietario, y a cualquiera que la vea, esa misma sensación», finaliza Brice Hennebert. Es lo único malo de la Indian FTR custom Black Swan, que solo exista una.

Lo último

Lo más leído