La Honda VTR causó furor a finales de los 90. Prueba de ello es que es uno de esos modelos que no veía caer su precio en el mercado de segunda mano pese al paso de los años. Heredera de la filosofía V-twin dos y medio de la VT250F, su fresco aire naked la convirtió en objeto de deseo de multitud de motoristas.
Su estética, inspirada en la Ducati Monster, hacía posible disfrutar de esa aire tan personal sin necesidad de tener que dar el salto a cilindradas medias. Mientras que la fiable CB250 cubría necesidades objetivas de transporte, la VTR era codiciada por aquellos que buscaban algo más que una dos y medio que les solucionara la papeleta de la movilidad.
Pequeños retoques exteriores
El colín es quizá la parte que más cambios ha sufrido a primera vista.
Ha llovido mucho desde entonces y, aunque Honda apenas a variado el aspecto exterior de la VTR 2009, han sido bastantes los retoques; Embellecedores para cubrir el espacio entre asiento, depósito y chásis, un colín algo más afilado, cuatro puntos de anclaje para poder transportar cosas, indicador digital en el tablier… sutiles cambios que sólo un forofo del modelo aprecia a primera vista: el espíritu VTR permanece casi inalterado, aunque ha perdido un punto de agresividad y parece ahora algo más tranquilo.
Detalles de la VTR 250 2209: V-twin, enganches para carga, enganche para casco en la cerradura asiento.
Actualización del motor
Mientras que la parte ciclo permanece casi inalterada, elementos como la injección electrónica o el catalizador para el cumplimiento de la actuales normativas de emisiones no podían faltar en la parte motor. Con ello mejora en consumo y emisiones aunque pague el precio de perder un puntito de potencia.
La nueva VTR comienza su nueva andadura el viernes 6 de marzo en Japón. Nada se ha dicho sobre su venta en Europa, el verano podría ser una buena época para su llegada a los concesionarios españoles.
VTR 2009 en acción
Os dejamos con un video de la VTR 2009 en acción por las costas de Australia. No os perdáis el momento cumbre del vídeo en que el chico se emociona en una recta, adopta postura superaerodinámica y le retuerce la oreja a fondo a su VTR: sólo le falta gritar «¡Tora, tora, tora!».
Foto: Honda Japón
