La Ducati Supermono es de esas motos que aunque no arrasaron en ventas, consiguieron hacerse un hueco en el corazón de los aficionados. Seguramente fuera su rompedora estética la que tuviera culpa de ello y es que, aunque salieron al mercado hace casi ya 30 años, al verla no da la sensación de ser tan veterana. Una moto estrecha, compacta, sin grandes curvas, con carbono y componentes de primer nivel siempre envejecerá mucho mejor.
En cuanto a la historia general de las Ducati Supermono que nacieron solo para competición, decíamos que no fueron unas motos “super-ventas”, y eso se debe a que únicamente se fabricaron 67 ejemplares, todas ellas ensambladas en la factoría de Bolonia entre 1993 y 1995. Estamos, por tanto, ante motos muy exclusivas. Quien tenga una a día de hoy tiene un tesoro. Especificando un poco más en esta exclusividad, se fabricaron concretamente 40 unidades de 549 cc en el ‘93 y dos años más tarde, en el ‘95 se construyeron las 27 versiones restantes, en este caso con un motor de 575 cc. Todas ellas contaban con suspensión Öhlins, frenos Brembo, ruedas de magnesio firmadas por Marchesini, basculante de aluminio, guardabarros de carbono…
Ahora ya hablando de esta unidad la sorpresa es que no se trata de ninguna de las 67 máquinas originales sino que podríamos decir que es la Ducati Supermono número 68, aunque jamás salió como tal de Bolonia. Resulta que un especialista en Supermono, Ailstair Wager ha ido recopilando recambio nuevo y antiguo de ellas para crear esta réplica exacta.
Y decimos réplica porque nunca salió de la línea de montaje y porque emplea algún recambio actual, pero no distará mucho de otras Supermono que todavía haya por el mundo. La creación de Massimo Bordi como ingeniero, y Pierre Terblanche como diseñador, ambos bajo la batuta de Claudio Domenicali, no solo sigue siendo una moto especial y divertida. Cada vez que sale alguna a la venta alcanza cifras mareantes. Algunas unidades han alcanzado recientemente los 87.000 euros aunque esperan que esta, al no ser original, ronde los 75.000.
Se subastará a través de la web de H&H donde además el próximo 20 de julio también saldrán a subasta otras joyas muy interesantes y por precios bastante más asequibles para economías modestas. En cualquier caso, mirar y soñar seguirá siendo gratis, al menos por ahora.
