La primera impresión que le da a uno cuando pone la vista sobre esta Drysdale Dryvtech 2x2x2, es que tuvo que ser diseñada para emplearla como vehículo de guerra. O incluso como robot para poder sondear la superficie lunar. No es solo por esa estética a medio camino entre una bicicleta de montaña, una motocicleta de cross y un tanque de pequeñas dimensiones. También por todo lo que engloba su diseño técnico, tanto con respecto a suspensiones, motor o parte ciclo.
Esta obra de ingeniería es fruto del trabajo llevado por Ian Drysdale en 1990 en la población de Dandenong, Australia. Este ingeniero motor además creo posteriormente otras joyas como la Drysdale 1000 V8, de la que hablaremos en otro momento si se da la oportunidad, por lo que esto del diseño y desarrollo de motocicletas ya lo llevaba en la sangre desde muy joven. Pero sin duda con la Drysdale Dryvtech 2x2x2 buscaba no solo producir una motocicleta al uso, sino trabajar en un concepto totalmente diferente.
Sin duda una de las cosas que más destaca de ella es la ausencia de conexión entre el manillar y las ruedas. También el sistema de suspensión con doble monobrazo delantero y trasero, algo que por aquellas fechas también vimos en la futurista Gilera CX 125. Aunque en esta, en el frontal, trabaja como la horquilla propiamente dicha y ambos quedaban en el mismo lateral. Todo ello queda interconectado a base de una transmisión que funciona mediante una bomba hidráulica, trabajando a nada menos que 310 bares de presión. A su vez, esa bomba es accionada gracias a un motor procedente de una Maico dos tiempos de 250 cc, modificado artesanalmente para adaptarlo al funcionamiento que se buscaba.
De esta forma, Drysdale consiguió contar con dos ruedas motrices y directrices al mismo tiempo, declarando una velocidad máxima de 50 km/h cuando el sistema trabajaba en conjunto y de 100 km/h si se reducía la presión de aceite a la mitad en ambos ejes. Igualmente, destaca la dirección que funciona empleando el mismo sistema hidráulico, por lo que no tenemos muy claro cuáles serían las sensaciones a los mandos. También comentar la imposibilidad de poder maniobrar con ella hacia atrás, ya que las ruedas solo giran en un sentido o incluso poder moverla con el motor parado, puesto que no llega presión alguna a ellas y, por lo tanto, es imposible accionarlas.
Estéticamente, destaca por una imagen realmente barroca a base de partes de metal que van conformando sus formas y que, como ya hemos aludido, da la impresión de que fuera a destinarse a un uso militar. Si no echad un ojo a su frontal con un manillar conformado por una placa acero inoxidable con el faro en el centro de esta, y los puños por detrás en los extremos. O el guardabarros delantero de grandes dimensiones al que se anclan partes del chasis de tipo tubular. Las llantas en color amarillo son de aleación y 6 brazos, colocadas de manera asimétrica, para poder acoger a sendos monobrazos y calzadas con neumáticos Offroad.
A lo largo de los años esta joya de la ingeniería cambió de manos en diferentes momentos vendiéndose por precios muy dispares hasta este momento actual. Ahora la página web australiana Classic Motorcycle Sales la tiene en venta por 25.900 dólares, unos 25.000 euros al cambio. Anteriormente fue propiedad de un coleccionista desde 1998 a 2011, e incluso estuvo un tiempo expuesta en el Museo del Motor de Donington en el Reino Unido. Sin duda toda una reliquia digna de conservar tanto por contar con solo un ejemplar como por su peculiar técnica motriz.
