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Moto de ensueño: Bimota BB1 Supermono de 1996

Sinfonía monocilíndrica vestida de alta costura italiana
Fotos: Iconic Motorbike
Las monturas de Bimota siempre son especiales, y motos de ensueño para la mayoría de nosotros. Si además hablamos de la primera monocilíndrica matriculable de la marca y con solo una milla en su odómetro, entonces la pasión que remueve en nuestro interior se eleva de manera exponencial e incontrolable.

Cada vez que nos asomamos a Bike Urious y echamos un ojo a las maravillas que allí se exponen, solemos terminar un poco contradichos interiormente. Si bien nos gustaría poseer todas y cada una de ellas, en cada ocasión la expectación va in crescendo. Y terminamos siendo presos de una pasión irracional que, en definitiva, explica por qué estamos aquí mostrándoos a vosotros motos de ensueño como esta Bimota BB1 Supermono de 1996 con solamente una milla en su odómetro.

Si bien esta espectacular montura salida de la factoría de Rimini es la primera monocilíndrica matriculable que la marca comercializó, anteriormente ya había recurrido a esta arquitectura mecánica en la Bimota GB1, aunque esta fuera destinada en exclusiva a la competición. En el caso de la BB1 se buscó una motocicleta ligera y manejable con el punto exacto de potencia para pasarlo bien. Además, recurrieron al propulsor instalado en la BMW F650 GS del momento.

Bimota BB1 Supermono de 1996

El motor no era obra de los alemanes, sino de los austriacos de Rotax y si bien no era la panacea en cuanto a prestaciones puras, el desempeño de este dentro de la parte ciclo de lujo de la BB1, nada tenía que ver con lo que pudiera ofrecernos en la trail alemana. Hablamos de un monocilíndrico de 4 tiempos y 4 válvulas de 652 cc, refrigerado por agua y alimentado por una pareja de Mikuni BST de 33 mm. Estaba asociado a un cambio de 5 relaciones, encargado de enviar los 48 CV a 6.500 rpm y los 57,9 Nm a 6.000 rpm de par máximo hasta la rueda posterior.

Evidentemente y si nos dejamos llevar por las frías cifras, podría parecernos muy poco a priori, aunque como hemos comentado inicialmente la intención de la marca italiana no era crear una deportiva de prestaciones puras. Más bien una montura que fuera tremendamente efectiva en cualquier puerto de montaña o por qué no en una de las copas S.o.S (Sound of Singles) de la época. Recordemos que por esas fechas Ducati había lanzado su exclusiva Supermono al mercado, aunque esta estaba destinada únicamente a la pista.

 
Bimota BB1 Supermono de 1996

Sin duda donde Bimota echo el resto, como es habitual en todas sus creaciones, fue en la parte ciclo, donde recurrió a un espectacular chasis tubular de aluminio, suspensiones Paioli o frenada Brembo, en este caso con un solo disco delantero, aunque opcionalmente podíamos montar una segunda unidad. Detalles como colocar el depósito de gasolina bajo el bloque motor nos daban una idea de las intenciones de Bimota. Este recuso técnico permitía mantener el centro de gravedad lo más abajo posible, además de proporcionar una mayor agilidad a la hora de hacer un cambio de dirección.

Todo no iba a ser bonito, si no, ya no sería una italiana de verdad. El monocilíndrico pecaba de quedar algo escaso de «punch» arriba, además de adolecer de un alto nivel de vibraciones. Algo lógico, por otro lado, por el tipo de motor y la época. Esto no fue motivo suficiente para que entre 1995 y 1999 la marca transalpina despachara 524 unidades, 376 en versión monoplaza y el resto en variante Biposto. Esta última es a la serie que pertenece el ejemplar protagonista de este artículo, que además solo se vendieron en color azul. Por el contrario, la versión inicial se comercializó en colores rojo/gris.

 
Bimota BB1 Supermono en detalle

Además, en la época Bimota ofrecía la opción de montar un kit de competición, valorado en 10.000 euros de la época, unos 19.000 actuales si aplicamos el incremento del IPC. Este constaba de llantas de magnesio, kit de suspensión con especificaciones de circuito o sistema de inyección de combustible. La cilindrada se incrementaba hasta los 725 cc y anunciaba una potencia máxima de 75 CV. Sin duda esto era otra historia y claramente estábamos ante una moto totalmente distinta a la que la firma italiana ofrecía con matrícula.

La unidad que ha tenido en venta estos días los amigos de Iconic Motorbikes en sus instalaciones de California pertenece al VIN ZESBB1000TR000032 y cuenta únicamente con 1 milla en odómetro. Su actual propietario la compro tal cual está en Red Baron, distribuidor Bimota en Japón. Nunca se ha puesto en marcha y ni tan siquiera se le ha echado combustible en el depósito, además de montar los neumáticos originales con los que se comercializó en 1996, unos Michelin Hi-Sport. Hasta ayer mismo estuvo en modo de subasta con un precio de salida de 7.210 dólares, aunque la puja más alta que ha recibido finalmente ha sido de 7.600 dólares, unos 7.000 euros, sin lograr alcanzar el precio final de reserva. Si queréis deleitaros con ella, podéis pinchar en este enlace… ¡Disfrutad!

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